Kiev, 29 de julio de 2025 – Total News Agency – TNA -Un ataque ruso con bombas planeadoras y misiles balísticos Iskander-M contra una colonia penitenciaria en la región ucraniana de Zaporiyia dejó al menos 17 muertos y más de 80 heridos, según informaron autoridades ucranianas. El bombardeo, que tuvo lugar en la noche del lunes, destruyó gran parte de la infraestructura de la prisión de Bilenkivska y causó daños en viviendas cercanas, según el gobernador regional, Iván Fedorov. Andriy Yermak, jefe de la oficina presidencial ucraniana, calificó el ataque como “otro crimen de guerra” perpetrado por Rusia, urgiendo a la comunidad internacional a imponer sanciones económicas y militares que debiliten la capacidad bélica del Kremlin.
El asalto formó parte de una ofensiva rusa más amplia que impactó 73 ciudades, pueblos y aldeas ucranianas, incluyendo un ataque con misiles en la ciudad de Kamenskoye, en la región de Dnipró, donde dos personas fallecieron y cinco resultaron heridas, entre ellas una mujer embarazada en estado grave, según informó Sergei Lysak, jefe de la administración militar local. La Fuerza Aérea ucraniana reportó que Rusia lanzó dos misiles balísticos Iskander-M, 37 drones de ataque tipo Shahed y otros drones de señuelo, de los cuales 32 fueron interceptados o neutralizados. Los ataques, descritos como “conscientes y deliberados” por el presidente Volodymyr Zelenskyy, también afectaron regiones como Chernígov, Sumy, Járkov, Donetsk, Poltava, Cherkasy y Kropivnitski, donde se activaron alertas antiaéreas.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso afirmó que sus defensas antiaéreas derribaron 74 drones ucranianos en las regiones de Briansk, Rostov, Kaluga, Smolensk y Leningrado durante la misma noche. En la ciudad de Salsk, región de Rostov, un ataque con drones causó la muerte de una persona y provocó un incendio en un tren de carga, según el gobernador Yuri Slyusar. La compañía Ferrocarriles Rusos informó que los escombros de los drones dañaron dos vagones de un tren de pasajeros, sin causar heridos, pero el tráfico ferroviario en la estación de Salsk fue suspendido.
El ataque a Zaporiyia se produce en un contexto de tensiones diplomáticas, tras las recientes declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump, quien expresó su frustración con el líder ruso Vladímir Putin por la continuación de los ataques a pesar de sus conversaciones. Trump, que había dado un ultimátum de 50 días para un alto el fuego, lo redujo a 10 o 12 días, advirtiendo sobre posibles sanciones si Rusia no detiene la ofensiva. Yermak, por su parte, señaló que el régimen de Putin representa una amenaza no solo para Ucrania, sino también para los países de la OTAN, y acusó a Rusia de involucrar a la República Popular Democrática de Corea en el conflicto, lo que agrava las preocupaciones sobre una escalada regional.
Organismos internacionales, como el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), han expresado alarma por la intensificación de los ataques en Zaporiyia, especialmente debido a la proximidad de la central nuclear más grande de Europa, bajo control ruso desde marzo de 2022. El director del OIEA, Rafael Grossi, calificó los ataques con drones en la región como una “escalada importante” que pone en riesgo la seguridad nuclear. Ucrania, por su parte, ha negado cualquier implicación en los ataques reportados por Rusia contra la central y acusó a Moscú de difundir desinformación.