EE.UU, 30 de julio de 2025 – Total News Agency – TNA-Un sismo de magnitud 8,8, catalogado como el octavo más potente de la historia moderna, estremeció la península de Kamchatka, en el extremo oriental de Rusia, a las 11:24 hora local (23:24 GMT del 29 de julio), según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). El epicentro se ubicó a 136 kilómetros al sureste de Petropávlovsk-Kamchatski, a una profundidad de 19,3 kilómetros, en una zona de subducción donde la placa del Pacífico se desliza bajo la microplaca de Ojotsk, a una velocidad de 9 centímetros por año, según explicó Pablo Gabriel Silva Barroso, geólogo de la Universidad de Salamanca.

El terremoto, que ocurrió en la fosa de Kuriles-Kamchatka, una de las regiones sísmicas más activas del planeta, no sorprendió a los expertos. María José Jurado, investigadora del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera (CSIC), destacó que la zona es propensa a sismos de gran magnitud, con eventos de magnitud 9 cada 75 a 100 años, como los registrados en 1737, 1841 y 1952. Este último, de magnitud 9,0, dejó más de 2.300 víctimas fatales. “Es un terremoto de los grandes”, afirmó Jurado, comparándolo con el de Tohoku (Japón, 2011), que alcanzó magnitud 9,1.

El sismo generó un tsunami con olas de 3 a 4 metros que golpearon la costa sureste de Kamchatka y la isla de Paramushir, en las Kuriles, inundando parcialmente la ciudad portuaria de Sévero-Kurilsk, según informó el Servicio Geofísico de la Academia Rusa de Ciencias. En Japón, la Agencia Meteorológica (JMA) emitió alertas de tsunami para Hokkaido, Honshu y Kyushu, con olas de hasta 60 centímetros registradas en Iwate y Hokkaido. Cerca de dos millones de personas fueron evacuadas en el país nipón, especialmente en la región de Fukushima, donde no se reportaron daños en las centrales nucleares, según la Agencia Internacional de Energía Atómica.

En Hawái, olas de 1,74 metros impactaron Kahului (Maui) y 1,5 metros en Hilo, mientras que en California se registraron olas de 1,09 metros en Crescent City, según el Centro Nacional de Alerta de Tsunamis de Estados Unidos. En América Latina, Chile activó protocolos de evacuación costera, con el presidente Gabriel Boric advirtiendo sobre la llegada de olas a partir de la mañana del 30 de julio. Ecuador reportó una posible ola de 1,4 metros en las Islas Galápagos, y Perú mantuvo vigilancia en su litoral, con estimaciones de llegada de olas entre las 10:00 y 12:22 hora local.

John Townend, sismólogo de la Universidad de Victoria en Wellington, estimó que el terremoto liberó 30 veces más energía que el sismo de Kaikoura (Nueva Zelanda, 2016, magnitud 7,8) y tres veces menos que el de Tohoku. “La profundidad, magnitud y características de la falla generaron un tsunami que seguirá afectando el Pacífico durante horas”, señaló Townend al Science Media Centre. Las autoridades rusas reportaron daños estructurales, incluyendo el colapso parcial de una guardería en Petropávlovsk-Kamchatski, pero no víctimas fatales hasta el momento.
El sismo fue precedido por un temblor de magnitud 7,4 el 20 de julio, identificado como un foreshock, y seguido por más de una decena de réplicas, la mayor de magnitud 6,9. Los expertos advierten que las réplicas podrían continuar durante días o semanas, manteniendo a las poblaciones en alerta. “No se descartan nuevos sismos en los próximos días debido a la alta actividad sísmica de la región”, afirmó José Benito Bravo Monge, del Instituto Geográfico Nacional de España.
La Unión Europea, a través de la comisaria Hadja Lahbib, expresó su disposición a movilizar ayuda, mientras que países como Filipinas y China levantaron sus alertas tras registrar perturbaciones menores. La península de Kamchatka, parte del Cinturón de Fuego del Pacífico, sigue bajo vigilancia ante el riesgo de nuevos eventos sísmicos.