
Está claro, el presidente Javier Milei está en contra de varios proyectos aprobados en el Congreso de la Nación que prevén un aumento en las erogaciones del Gobierno, hecho que el propio presidente calificó como “intento de golpe de Estado”.
Curiosa definición para hacer alusión a una votación realizada por el parlamento de manera democrática e institucional. Sin mencionar que fueron sus propios aliados en redes sociales quienes salieron a pedir un golpe de Estado en plena sesión.
Fue en el marco de la aprobación de leyes como emergencia en discapacidad, prórroga de la moratoria y aumento en los haberes y el bono de los jubilados. Hecho que le costó al apodo de “traidora” a la vicepresidenta Victoria Villarruel por haber habilitado la sesión.
En fin, el presidente tiene tiempo hasta el 4 de agosto para vetar las leyes aprobadas y a eso dedica gran parte de su tiempo. Necesita sumar aliados para conseguir que el veto presidencial, una vez firmado, no caiga en el Congreso.
Por lo pronto, hay seis gobernadores que preparan el lanzamiento de un nuevo espacio para octubre que aún no tiene nombre pero sí una intención. Oficializar la denominada “ancha avenida del medio”.
Por estas horas prometen hacerle frente a Milei en lo estrictamente electoral, pero en lo que refiere al apoyo parlamentario, son en definitiva quienes le dieron el visto bueno al gobierno incluyendo la Ley Bases.
Es en ese sentido que la Casa Rosada intentará acercar posiciones para que contribuyan al veto, sobre todo en la Cámara de Diputados, donde el manejo de los legisladores es mucho más amplio.
Se trata de los mandatarios de Córdoba, Chubut, Jujuy, Corrientes, Santa Fe y Santa Cruz: Martín Llaryora, Ignacio Torres, Carlos Sadir, Gustavo Valdés, Maximiliano Pullaro y Claudio Vidal, respectivamente.
Estos seis podrían, más allá del proyecto electoral, apoyar la decisión de Milei en el Congreso, como han hecho en otros tantos proyectos presentados por el Gobierno Nacional y a ello apuntaría la Casa Rosada en última instancia.
Los números están ajustados. Muy ajustados. Y un voto podría cambiar absolutamente toda la situación, por algo el apuro por hacer propios a los “radicales con peluca”. El Ejecutivo necesita moverse en pos de sus deseos y no hay tiempo para el descanso.
La meta principal hoy del Gobierno Nacional es asegurarse los vetos en la Cámara de Diputados y evitar pasar a la Cámara de Senadores, donde las discusiones son mucho más complejas y hoy el kirchnerismo representa la primera minoría, dejando ampliamente en desventaja a los senadores de La Libertad Avanza.
Por otro lado está el PRO que, a pesar de haber sido una fuente inagotable de recursos para el Ejecutivo de Milei y para el oficialismo en el Congreso, no ven con buenos ojos el escenario previsional que tiene a los jubilados como variable de ajuste.
Más allá de lo antedicho, aún resta algo, poco, pero algo de tiempo. En cuestión de horas o incluso minutos el escenario puede darse vuelta. Es política, donde nada se puede asegurar y todo puede tener un giro de 180 grados de un instante a otro.
Este artículo se publicó primero en Mendoza Today.
Fuente Mendoza Today