Buenos Aires, 2 de agosto de 2025 – Total News Agency – TNA-El reciente salto del dólar, que cerró julio con un alza aproximada del 14%, desencadenó una nueva ola de incrementos de precios en productos de consumo masivo, con subas de entre 5% y 9% comunicadas por empresas alimenticias y de higiene. Sin embargo, las cadenas de supermercados, mayoristas y almacenes se resisten a convalidar estos ajustes, replicando la tensión vivida en abril tras la salida del cepo cambiario.
Empresas como Mondelez, propietaria de marcas como Terrabusi, Oreo, Milka, Tang y Clight, habrían informado aumentos cercanos al 9%. Unilever, que controla Hellmann’s, Knorr, Dove y Axe, entre otras, notificó subas de entre 7% y 8%, aunque la compañía aclaró que estas actualizaciones, enviadas el 15 de julio, responden a la inflación acumulada y no al reciente movimiento del dólar. Según Unilever, la lista estaba planificada tras meses sin modificaciones, dando a los comercios 15 días para adaptarse.
Otras empresas, como SC Johnson (OFF!, Raid, Glade, Mr. Músculo), propusieron incrementos del 7%, mientras que Papelera del Plata (Softys) ajustó un 7%, Colgate un 6,5%, Papelera San Andrés de Giles (Giles, Campanita) un 6% y empresas aceiteras un 5%. Los productos afectados incluyen galletitas, alfajores, chocolates, aderezos, artículos de cuidado personal, desinfectantes, papel higiénico, rollos de cocina y aceites.
Los supermercados, sin embargo, rechazan estas subas y advierten que no aceptarán “aumentos injustificados”. Aunque no descartan negociar para evitar desabastecimientos, las cadenas buscan mantener precios estables. Los fabricantes, por su parte, justifican los incrementos por el alza en costos productivos y logísticos, impulsados por el aumento de tarifas de servicios públicos y el encarecimiento de importaciones. En el caso de aceites y derivados, señalan que commodities dolarizadas como el trigo y el girasol, que representan hasta el 85% del costo de estos productos, obligan a trasladar parte del incremento.
Este escenario coincide con un freno en la recuperación del consumo masivo. Tras tres meses de mejora, junio registró una caída del 0,8% interanual, y el primer semestre solo mostró un leve repunte del 0,4%, lejos de compensar la pérdida del 13,9% en 2024. La situación revive tensiones previas, como las vividas en abril, cuando el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente Javier Milei criticaron públicamente a empresas como Molinos Río de la Plata y Unilever por intentar aplicar aumentos. En ese entonces, la presión oficial y la resistencia de los supermercados llevaron a las empresas a retroceder.
En mayo, Caputo se reunió con representantes de Coto, Carrefour, Cencosud, Día, ChangoMas y la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), instándolos a no aceptar subas preventivas y agradeciendo su postura. Por ahora, la negociación entre fabricantes y comercios continúa, en un contexto donde la inflación y la capacidad de ahorro de la población limitan el margen para nuevos incrementos.