Buenos Aires, 5 de agosto de 2025 – Total News Agency – TNA –El Banco Central de la República Argentina (BCRA) recibió ayer un desembolso de US$2.000 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI), tras la aprobación de la primera revisión del acuerdo firmado en abril, elevando las reservas internacionales a US$43.023 millones. La inyección de fondos, que representa el 70% de los US$20.000 millones pactados, permitió reducir el dólar oficial a $1.370, tras un aumento del 13% en julio, en un contexto de tensiones cambiarias marcadas por la incertidumbre preelectoral y la menor liquidación de divisas del sector agropecuario.
El viernes pasado, las reservas del BCRA cerraron en US$41.030 millones, y con la llegada del nuevo giro, el organismo fortaleció sus arcas, aliviando la presión sobre el tipo de cambio. El acuerdo con el FMI contempla un último desembolso de US$1.000 millones para fines de 2025, seguido de transferencias promedio de US$500 millones entre 2026 y 2029, hasta completar el programa. Este flujo de fondos busca robustecer las reservas y estabilizar el mercado cambiario, que en las últimas semanas mostró volatilidad debido a la finalización de la cosecha agrícola, el excedente de pesos tras la última licitación del Tesoro y el cese de las Letras de Liquidez del FMI (LEFI).
El ministro de Economía, Luis Caputo, atribuyó la reciente suba del dólar a factores estacionales y a la incertidumbre política previa a las elecciones legislativas de octubre, a la que calificó como “el riesgo kuka”. En un streaming reciente, Caputo explicó: “Ante el riesgo ‘kuka’ o la incertidumbre política, algunos deciden cubrirse, y no es nada que no hayamos esperado. El tipo de cambio flota, puede subir o bajar. El Banco Central interviene solo en el piso o el techo de la banda”. Esta estrategia, según el ministro, busca acostumbrar al mercado a un régimen de flotación controlada dentro de márgenes predefinidos.
El FMI, tras su revisión técnica, flexibilizó una de las metas clave del acuerdo al recalibrar el objetivo de acumulación de reservas internacionales netas. Inicialmente, el BCRA debía cerrar 2025 con reservas netas positivas por US$2.400 millones, pero el organismo reconoció que Argentina no cumplió con el objetivo de junio, fijando ahora una meta de reservas netas negativas de US$2.600 millones. Caputo había anticipado esta flexibilización, destacando que el ajuste de US$5.000 millones sería “bien recibido por el mercado”. El esquema prevé una acumulación gradual hasta alcanzar US$22.900 millones en el cuarto trimestre de 2027.
La recalibración de las metas refleja un enfoque pragmático del FMI, que optó por no penalizar el incumplimiento, considerando los desafíos económicos y políticos de Argentina. La menor liquidación de divisas del agro, tras el fin de la cosecha, y el impacto de las elecciones en la demanda de dólares fueron factores clave en la dinámica cambiaria de julio. Sin embargo, el BCRA mantuvo su política de intervención limitada, enfocándose en sostener los márgenes de la banda cambiaria sin convalidar movimientos bruscos.
El desembolso fortalece la posición del gobierno de Javier Milei en un momento crítico, cuando la estabilidad cambiaria es esencial para contener las expectativas inflacionarias y consolidar la confianza en el programa económico. Las próximas semanas serán clave para evaluar si la inyección de fondos logra calmar las tensiones en el mercado y mantener la trayectoria de desinflación promovida por el Ejecutivo, en un contexto de creciente polarización política de cara a las elecciones.