Kiev, 5 de agosto de 2025 – Total News Agency – TNA –El gobierno de Ucrania intensificó su llamado a la comunidad internacional para imponer sanciones más severas contra Rusia, exigiendo la desconexión de Gazprombank del sistema financiero global y la prohibición de cooperación con las agencias estatales Rosatom y Roscosmos, señaladas como pilares clave del complejo militar-industrial del Kremlin. En una columna publicada en un medio estadounidense, Andriy Yermak, jefe de la oficina presidencial ucraniana, subrayó que estas medidas son esenciales para detener la “máquina de muerte” de Vladimir Putin, en un momento crítico tras el ultimátum de Estados Unidos al presidente ruso para poner fin a la guerra.
Yermak destacó la urgencia de actuar antes de que expire esta semana el ultimátum del presidente estadounidense Donald Trump, quien ha endurecido su postura frente a Rusia. “Pensamos que lo habíamos resuelto, pero Putin lanza cohetes contra ciudades como Kiev, matando civiles. Esa no es la manera”, declaró Trump, en un mensaje que Kiev interpreta como un respaldo a su resistencia. “Agradecemos el compromiso de Trump con la paz a través de la fuerza, un principio que compartimos”, afirmó Yermak, enfatizando que “la fuerza ucraniana es el único idioma que Putin entiende”. Sin embargo, advirtió que la presión militar y diplomática debe complementarse con un aislamiento económico total de Rusia.
El funcionario ucraniano señaló a Rosatom, la agencia nuclear rusa, y Roscosmos, la agencia espacial, como objetivos prioritarios. Rosatom, según Yermak, financia el desarrollo de armas nucleares y sostiene la ocupación de la central de Zaporiyia, mientras que Roscosmos proporciona imágenes satelitales y comunicaciones que guían los ataques con misiles rusos. “Ambas deben ser sancionadas completamente y excluidas de cualquier cooperación con instituciones científicas occidentales”, insistió. Además, exigió la desconexión de Gazprombank del sistema SWIFT, ya que esta entidad facilita el comercio de energía y bienes de defensa, eludiendo las sanciones impuestas a otros bancos rusos en 2022.
Yermak también abogó por cerrar las rutas que permiten a Rusia importar microchips y componentes electrónicos a través de China y países de Asia Central, esenciales para la fabricación de drones y misiles. “Productos de origen occidental llegan a Rusia mediante vacíos legales y rutas comerciales indirectas”, denunció, celebrando iniciativas como el proyecto de ley Graham-Blumenthal en Estados Unidos, que propone sanciones secundarias a entidades en terceros países que financien la maquinaria bélica rusa. Asimismo, destacó el impacto de los nuevos aranceles estadounidenses a India por comprar petróleo ruso por encima del precio tope, aunque instó a intensificar la presión.
Desde el Grupo de Trabajo Internacional sobre Sanciones a Rusia, que Yermak copreside, se propusieron medidas específicas: sancionar puertos rusos usados para exportar petróleo, identificar operadores de flotas fantasma de petroleros que ocultan el origen del crudo mediante transferencias barco a barco, y perseguir a intermediarios en la cadena de suministro de defensa, incluidas plataformas de criptomonedas que facilitan pagos ilícitos. “Cuando un incendio arde con tanta ferocidad, hay que actuar antes de que lo consuma todo”, advirtió Yermak, presentando la guerra como una amenaza global que requiere voluntad política para implementar sanciones con precisión y fuerza.
El llamado de Ucrania se produce en un contexto de creciente tensión internacional, con Trump advirtiendo que “miles de vidas” dependen de las próximas acciones. La estrategia de Kiev busca asfixiar económicamente a Rusia para frenar su capacidad militar, mientras confía en que la presión de Estados Unidos y sus aliados logre debilitar el avance del Kremlin en el conflicto que ya lleva más de tres años.