Kiev, 6 de agosto de 2025 – Total News Agency – TNA – En un giro inesperado de la guerra entre Rusia y Ucrania, las fuerzas ucranianas han recurrido a un recurso inusual pero efectivo para contrarrestar los drones kamikaze rusos: redes de pesca donadas por civiles europeos, principalmente de Dinamarca y Países Bajos. Estas redes, originalmente destinadas a la captura de peces, se han transformado en una herramienta defensiva crucial, utilizada para proteger rutas logísticas y posiciones militares en regiones bajo constante ataque, como Járkov, en el marco de una contienda marcada por la innovación y la desesperación.
Según informes de medios internacionales, como The New York Times y CNN, las fuerzas ucranianas han desplegado miles de toneladas de redes de pesca a lo largo de carreteras clave en el este del país, especialmente en zonas cercanas a Kostiantynivka y Járkov. Estas redes, de malla densa, son tensadas entre postes de gran altura para formar “túneles” que protegen vehículos militares y civiles de los drones rusos, los cuales han causado cerca del 70% de las bajas en ambos bandos, según estimaciones de organizaciones de ayuda. Las redes atrapan las hélices de los drones, inmovilizándolos o provocando su detonación a una distancia segura, lo que minimiza el impacto de los explosivos.
El coronel Mijailo Tkachov, subcomandante de la 127 Brigada de Defensa Territorial de las Fuerzas Terrestres ucranianas, expresó su gratitud por las donaciones: “Estamos muy agradecidos por esta ayuda, porque salva las vidas de nuestros soldados y también de civiles que permanecen en zonas peligrosas”. Las redes, muchas de las cuales quedaron inutilizadas tras restricciones pesqueras derivadas del Brexit, han sido recolectadas por organizaciones como Operation Change en Suecia y Heaven’s Shield en Países Bajos, que han enviado cerca de 4.000 toneladas desde puertos europeos, incluyendo 500 toneladas coordinadas por el voluntario danés Carl Futtrup desde el puerto de Thyborøn.
Ludvig Ramestam, fundador de Operation Change, destacó que las redes provienen de países nórdicos con fuertes industrias pesqueras, como Dinamarca, y señaló que su organización ha entregado 250 toneladas de redes en 2025, dando una “segunda vida” a este material. En Países Bajos, Otto Jelsma, de la ONG Heaven’s Shield, ha coordinado el envío de 2.000 toneladas de redes, incluyendo redes de tulipanes usadas en floricultura, que han demostrado ser efectivas contra drones FPV y kamikaze.
La táctica, aunque de baja tecnología, no es exclusiva de Ucrania. Rusia comenzó a usar redes de pesca en 2023 para proteger sus rutas logísticas, pero Ucrania ha escalado su uso con mayor cobertura y apoyo internacional, según Federico Borsari, experto en guerra tecnológica del Center for European Policy Analysis. En regiones como Donetsk y Sumy, las fuerzas ucranianas han instalado “corredores de redes” para proteger el tránsito de vehículos, aunque la creciente sofisticación de los drones rusos, especialmente aquellos controlados por cables de fibra óptica que evaden interferencias electrónicas, plantea nuevos desafíos.
El uso de redes refleja la naturaleza asimétrica de esta guerra, donde soluciones arcaicas contrarrestan armamento de vanguardia. Sin embargo, la escasez de recursos humanos y materiales en Ucrania, con unidades que no reciben refuerzos desde hace meses, según un comandante citado por CNN, subraya la urgencia de estas medidas. En Kostiantynivka, donde solo quedan 8.000 civiles tras intensos ataques rusos, las redes son un salvavidas, aunque los huecos creados por civiles para transitar han permitido a drones rusos, como los operados por la unidad Sudnyi Den, infiltrarse y atacar.
Organizaciones de ayuda europeas, como De Leeuw Kyiv y Aid Ukraine UK, continúan buscando redes en puertos de Dinamarca, Países Bajos, Polonia, Bélgica y Francia, pero la demanda supera la oferta. “Muchas unidades necesitan desesperadamente estas redes marinas”, afirmó Mykhaylo Ardashyn, soldado de la Brigada de Artillería de la Guardia Nacional de Ucrania, quien destacó que las redes resisten explosiones y pueden atrapar múltiples drones sin destruirse por completo.
Mientras la guerra se intensifica, con avances rusos en el este y un aumento en el uso de drones de fibra óptica, la dependencia de Ucrania de estas soluciones improvisadas pone de manifiesto tanto la creatividad de sus defensas como la precariedad de su situación. La comunidad internacional, especialmente en Europa, sigue comprometida con el suministro de estas redes, que se han convertido en un símbolo de resistencia frente a un conflicto cada vez más tecnológico.