Buenos Aires, 12 de agosto de 2025 – Total News Agency – TNA –Un hito científico sin precedentes ha sacudido los cimientos de la física moderna: un grupo internacional de investigadores logró, por primera vez, revertir el flujo temporal de dos moléculas en un experimento de laboratorio, abriendo un nuevo capítulo en la exploración de la manipulación del tiempo. Este descubrimiento, realizado con moléculas de cloroformo suspendidas en acetona, desafía las leyes termodinámicas tradicionales y reaviva el debate sobre la posibilidad de alterar la flecha del tiempo, un concepto que ha fascinado tanto a científicos como al imaginario popular a través de obras como La máquina del tiempo de H.G. Wells o la saga cinematográfica Volver al Futuro.
El experimento, detallado en el medio especializado Econews, consistió en manipular los núcleos de átomos de carbono e hidrógeno de una molécula de cloroformo (CHCl₃) disuelta en acetona, utilizando un potente campo magnético de 11,75 teslas generado por un imán superconductor y técnicas de resonancia magnética nuclear (RMN). El objetivo inicial era observar cómo los núcleos con mayor temperatura transferían su energía a los más fríos, alcanzando un equilibrio térmico, como dicta la segunda ley de la termodinámica. Sin embargo, los resultados fueron inesperados: los núcleos más cálidos incrementaron aún más su temperatura, mientras que los más fríos se enfriaron, sugiriendo un comportamiento que los investigadores interpretaron como una inversión del flujo temporal a nivel molecular.
“En condiciones normales, el calor fluye de lo caliente a lo frío, pero en este caso observamos lo opuesto, lo que implica que, para estas moléculas, el tiempo pareció retroceder”, explicó uno de los investigadores al medio digital. Este fenómeno, que contradice las expectativas clásicas, se atribuye a correlaciones cuánticas entre los núcleos, específicamente los espines de los átomos de hidrógeno (¹H) y carbono-13 (¹³C), que fueron puestos en un estado de superposición cuántica mediante pulsos de radiofrecuencia.
Un segundo experimento complementario exploró la inversión temporal desde una perspectiva cuántica, utilizando un modelo virtual para manipular fotones. En este caso, los científicos lograron que un fotón avanzara en el tiempo mientras otro retrocedía, un resultado que encuentra sustento en el teorema de simetría CPT (Carga, Paridad y Tiempo). Este teorema, un pilar de la física cuántica, sugiere que las leyes fundamentales del universo no distinguen una dirección específica del tiempo, permitiendo, en ciertos contextos, que las partículas se comporten como si el tiempo fluyera hacia atrás. “En el universo cuántico, la dirección del tiempo no es un límite absoluto; las partículas no están obligadas a seguir un orden cronológico estricto”, afirmaron los investigadores.
El experimento con cloroformo, descrito en un artículo publicado en Nature Communications en 2019 y ampliamente discutido en 2025, utilizó 22 medidas tomográficas durante 2,32 milisegundos para rastrear la evolución del sistema. Sin embargo, la coherencia cuántica se vio limitada por la decoherencia, un fenómeno que restringe la duración de estos estados. A pesar de esta limitación, las simulaciones por computadora de sistemas con múltiples partículas sugieren que la inversión temporal podría observarse en fases iniciales, aunque los sistemas tienden a estabilizarse en un comportamiento termodinámico convencional con el tiempo.
Este avance no implica que los viajes en el tiempo, como los imaginados en la ciencia ficción, estén al alcance inmediato. Sin embargo, marca un precedente crucial al demostrar que, bajo condiciones controladas, la flecha del tiempo puede manipularse a nivel cuántico. Los hallazgos han generado un intenso debate en la comunidad científica, con algunos expertos advirtiendo contra interpretaciones sensacionalistas. “La flecha del tiempo no se invierte en el sentido clásico; lo que observamos es un fenómeno cuántico que requiere una reinterpretación cuidadosa de conceptos como calor y entropía”, señaló un análisis en el blog científico La Ciencia de la Mula Francis.
El impacto de este descubrimiento trasciende el ámbito académico, reavivando preguntas filosóficas y científicas sobre la naturaleza del tiempo y su maleabilidad. Aunque la posibilidad de viajes temporales a gran escala sigue siendo especulativa, estos experimentos abren la puerta a nuevas investigaciones sobre las propiedades cuánticas del universo, desafiando nuestra comprensión de las leyes físicas y dejando entrever un futuro donde lo imposible podría encontrar un asidero en la realidad.