Con las crecientes tensiones internacionales y los conflictos bélicos en diferentes partes del mundo, como ocurre entre Europa del Este entre Rusia y Ucrania, o en Medio Oriente, se reavivan los temores sobre una posible Tercera Guerra Mundial.
Por eso, aspectos como el emplazamiento geográfico estratégico, el nivel de autosuficiencia económica y la neutralidad diplomática son elementos clave para identificar qué países tienen un mayor potencial de supervivencia en este contexto.
Estas naciones pueden ser consideradas como refugios de protección en caso del estallido de un conflicto bélico de proporciones mundiales, con posibles consecuencias en términos económicos y comerciales.
Los únicos países que no entrarán en una Tercera Guerra Mundial
En medio de un escenario de conflicto global están en constante aumento, los refugios que combinen recursos, ubicación estratégica y autosuficiencia pueden marcar la diferencia para quienes buscan mayor estabilidad en tiempos de incertidumbre.
Estas naciones, con sus características distintivas, podrían transformarse en verdaderos bastiones de supervivencia en caso de una debacle global, tanto en el plano económico y comercial, como en la eventualidad de un estallido de hostilidades a nivel internacional. Se trata de cuatro naciones, entre las cuales una es de América Latina.

Este es el único país de América Latina que no participará de una Tercera Guerra Mundial.
Fiyi
En el vasto Pacífico Sur, Fiyi se alza como un potencial santuario para aquellos que priorizan un clima cálido y un ritmo de vida pausado. Este archipiélago, ubicado a más de 2.000 kilómetros al norte de Nueva Zelanda, ofrece un aislamiento natural que podría protegerlo de las convulsiones de un conflicto global.
Si bien su economía no es robusta, sus recursos naturales esenciales y una población relativamente pequeña, con su capital Suva albergando alrededor de 90.000 habitantes, podrían facilitar la gestión de crisis de manera eficiente.
Islandia
Cruzando el globo hacia el Atlántico Norte, Islandia presenta una singular combinación de aislamiento geográfico y una notable abundancia de recursos naturales. Esta nación nórdica, con una población cercana a los 304.000 habitantes, se distingue por su autosuficiencia energética, cimentada en fuentes renovables y sostenibles como la geotermia y la energía hidroeléctrica.
Su considerable distancia de los principales focos de tensión política y militar, sumada a su capacidad para generar energía limpia de forma autónoma, consolida su imagen como un refugio seguro.
Nueva Zelanda
Por último, Nueva Zelanda se distingue como uno de los territorios más seguros del planeta, gracias a su estratégico aislamiento geográfico y una economía resiliente. Este país, célebre por sus paisajes prístinos, también sobresale por su producción de alimentos, un factor vital en tiempos de crisis.
Según la organización Rethinking Security, su lejanía de los principales focos de conflicto y su marcada estabilidad política la convierten en un refugio codiciado, con una relativa protección incluso ante los devastadores efectos de un invierno nuclear y la capacidad de evitar hambrunas gracias a su autosuficiencia agrícola.
Chile
Por último, en el corazón de Sudamérica, este país se posiciona como una opción de resguardo gracias a su imponente geografía, que abarca la majestuosa cordillera de los Andes y una extensa costa. Su capital, Santiago, conjuga una población hospitalaria con sólidas relaciones diplomáticas con potencias como Estados Unidos y el Reino Unido, lo que podría ser crucial para la recepción de posibles refugiados.
La riqueza de sus recursos naturales y una economía relativamente estable lo posicionan como una alternativa atractiva para quienes buscan escapar del caos en otras latitudes.
Fuente El Cronista