Madrid, 16 de agosto de 2025-Total News Agency-TNA-El atractivo de las compañías que pagan dividendos se mantiene como una de las estrategias predilectas para inversores a nivel global. Aunque este tipo de valores suele formar parte de cualquier cartera diversificada, hay un perfil de inversor que les otorga un lugar central, ya sea en busca de rentabilidades elevadas —asumiendo riesgos mayores— o de estabilidad a través de dividendos más conservadores pero sostenidos en el tiempo.
El propio Warren Buffett, uno de los mayores referentes de la inversión mundial, ha reconocido que se inclina por compañías con sólidos pagos de dividendos, lo que le permite reinvertir esos recursos de manera recurrente.
Los analistas coinciden en que las acciones con alto dividendo no garantizan una mayor rentabilidad que el mercado en general, pero sí otorgan menor volatilidad, dado que suelen ser empresas con beta reducida. España es uno de los mercados más destacados en este aspecto, con un fuerte peso de los dividendos tanto en la estrategia de las compañías como en las expectativas de los accionistas.
Dentro de este escenario, el mercado español ofrece una decena de compañías que, según previsiones, incrementarán sus pagos entre 2024 y 2026, respaldados por un crecimiento paralelo en sus flujos de caja libre (free cash flow), indicador clave que determina la capacidad de la firma para remunerar a sus accionistas, cancelar deudas o recomprar acciones.
Entre ellas, la que lidera en rentabilidad es Repsol, que repartirá un euro por acción en 2025 y añadirá otros seis céntimos en 2026, gracias a un flujo de caja libre estimado de 1,32 euros. Su rentabilidad, que supera el 7,5%, se sostiene pese a la suba cercana al 15% que sus títulos acumulan en el año. Como contracara, la compañía enfrenta la volatilidad de los precios internacionales del crudo, sensibles a los acuerdos de producción alcanzados en el seno de la OPEP y sus aliados.
Por encima del 5% aparecen Acerinox y Prosegur. La acerera, pese a la ciclicidad de su negocio ligado al acero y la energía, mantiene estable su dividendo, que superará los 0,6 euros por título en los próximos ejercicios. En tanto, Prosegur distribuye dividendos principalmente a través de su filial de gestión de efectivo, Cash, de la que controla el 81%.
En el rango de entre 4% y 5% se destacan Ebro Foods y Aena. La primera se caracteriza por destinar de forma constante gran parte de sus beneficios al dividendo, además de pagos extraordinarios vinculados a desinversiones. La segunda, beneficiada por un récord histórico de pasajeros, ha visto revalorizarse sus acciones más de un 25% desde enero, cotizando en máximos de su historia.
En el sector industrial, CIE Automotive y Fluidra también se perfilan con pagos crecientes. CIE destinará un tercio de un flujo de caja por acción superior a los 3 euros previstos en 2026 a retribuir a sus accionistas, mientras que Fluidra busca consolidar su recuperación tras los problemas de inventario posteriores al boom de la pandemia.
El sector turístico y de transporte también figura en la lista, aunque con rendimientos más moderados. IAG, Meliá y Airbus se ven favorecidas por una demanda récord de viajeros, a la que en el caso de Airbus se suma el aumento de la inversión en defensa de los países occidentales.
De esta forma, España se confirma como uno de los mercados más fértiles para los inversores que buscan estabilidad y rendimiento a través de dividendos crecientes, siempre que las compañías logren sostener sus beneficios y mantener una generación robusta de caja libre.
Total News Agency-TNA.