
El escenario electoral de este corriente 2025 cuenta con condimentos que hace apenas unos años parecían imposibles. La polarización entre La Libertad Avanza y el kirchnerismo, y el desplazamiento del PRO del tablero es una muestra férrea de ello.
Hoy el panorama es mucho más claro de lo que se suponía: dos fuerzas reinantes, una sin chances de perder bancas en el Congreso, alianzas con el oficialismo y una buena proporción de candidaturas de menor peso.
En ese contexto es que se dirimirá una batalla entre “lo nuevo” y “lo viejo” de la política: mientras el Gobierno Nacional apuesta a la renovación de nombres, desde Fuerza Patria reviven a gente con larga trayectoria dentro del mundo de la política.
Ambos espacios cuentan con personajes con prontuarios, pero ello casi que no influirá en el resultado electoral: será la pelea entre los que banquen el plan económico actual y quienes se encuentran desafiados por el mismo.
Si bien hoy el presidente Javier Milei tiene todas las cartas ganadoras, hecho que fue destacado por él y por varios de sus funcionarios, tal el caso del jefe de Gabinete Guillermo Francos, no será ese el dato más relevante a analizar en la elección.
Tal como se viene demostrando en diversas elecciones provinciales, hay un descontento generalizado de la sociedad hacia la política, lo que puede derivar en resultados que luego tendrán que ser leídos con absoluta imparcialidad.
Serán los datos que demuestren, en primer lugar, qué porcentaje del padrón asistió a las urnas, y en segundo, cuántos votos recibirán las fuerzas “del centro” por fuera de la polarización entre el oficialismo y la principal oposición.
Ello también demostrará finalmente qué tanto le sirvieron las alianzas con gobiernos provinciales a la Casa Rosada, tanto dentro de cada uno de los distritos como a nivel nacional. Será acaso uno de los datos más elocuentes, ya que permitirá saber qué tanto tracciona el voto libertario.
En el caso de los sufragios que reciban el resto de las fuerzas políticas, también tendrá que tenerse en cuenta ya que muchos de los votantes de Milei en el 2023, cuando se catapultó a la presidencia, hoy se exhiben descontentos con la gestión.
Por lo general tienen un perfil antikirchnerista/peronista con cierto nivel de respeto republicano que observan al presidente como un tipo incoherente y desvariado. Allí se centrará el nivel de ajuste del apoyo al jefe de Estado.
Desde el kirchnerismo esperan una buena elección, ya que, a pesar de la condena a la ex presidenta Cristina Kirchner por corrupción, nada aleja al votante de Fuerza Patria de la ideología que representa la centroizquierda.
Tal como se menciona más arriba, los prontuarios de los candidatos no desembocarán necesariamente en la pérdida de aval electoral. Ello queda en evidencia en la expectativa que ambos frentes tienen de cara a las legislativas del 26 de octubre, donde, de todas formas, mientras el oficialismo se esperanza con un piso del 40%, el kirchnerismo analiza ese número ya como un techo.
Fuente Mendoza Today