Buenos Aires, 24 de agosto de 2025-Total News Agency-TNA-.El empresariado más influyente del país exhibió un respaldo abierto al rumbo de la administración de Javier Milei durante la edición 2025 del Council de las Américas, organizado por AS/COA junto con la Cámara Argentina de Comercio (CAC). En el Alvear Palace Hotel, referentes del llamado “círculo rojo” destacaron la desinflación y las reformas en curso, aunque advirtieron por la fragilidad de la actividad y el ruido preelectoral, con un clima financiero tenso y mercados volátiles.
El tono quedó fijado desde el inicio por el presidente de la CAC, Mario Grinman, quien, en un mensaje que causó fuerte impacto en la sala, cuestionó con dureza a los legisladores que impulsaron la reversión de vetos presidenciales y, con matices, alentó a votar a La Libertad Avanza en las legislativas. La intervención generó aplausos y, luego, reparos por el lenguaje empleado: varios ejecutivos remarcaron la necesidad de convivencia política y respeto por el Congreso.
El cierre de filas empresario no evitó cruces. En el mismo escenario, el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, reprochó a Grinman la continuidad de una cautelar que frena su iniciativa para hacer voluntarios los aportes de empleados de Comercio a fondos de capacitación; reclamó que la retire y, en medio de murmullos, calificó de “casta” a quienes obstaculicen cambios. El titular de la CAC replicó desde la platea que no cedería. El trasfondo es económico: se disputan recursos anuales del orden de los $70.000 millones que nutren a cámaras sectoriales.
El apoyo más entusiasta a la Casa Rosada provino de la CAC, la Bolsa de Comercio porteña y la Sociedad Rural Argentina (SRA). “No apoyo a los gobiernos, apoyo las medidas correctas; estamos en el buen camino”, planteó Adelmo Gabbi, de la Bolsa, al subrayar que no se pueden resolver “en 18 meses los problemas de 80 años”. Desde la SRA, su vicepresidente, Marcos Pereda, sostuvo que existe consenso con el rumbo “incluso en los sectores más vulnerables”, aunque pidió sostener la sensibilidad social en un contexto que definió como “administración de una quiebra”.
Otros actores expusieron matices. La Asociación de Bancos Argentinos (Adeba), que conduce Javier Bolzico, mantiene tensiones con el ministro de Economía, Luis Caputo, por el desarme de instrumentos de liquidez y el salto del dólar de julio, que coincidió con un alza de tasas que encarece depósitos y enfría el crédito. La Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), presidida por Gustavo Weiss, alertó por la parálisis de la obra pública, y la UIA, ahora encabezada por Miguel Ángel Rodríguez Rappallini, describió una “meseta” de actividad, con preocupación por la apertura comercial y el costo financiero. En ese marco, el CEO de Techint, Paolo Rocca, reiteró su advertencia sobre la “amenaza china”.
En el frente productivo, un alto ejecutivo del consumo masivo, en reserva, describió un traspaso a precios limitado tras la suba del tipo de cambio: “La oferta es alta, la demanda floja y con estas tasas es inviable acumular stocks”, señaló, al tiempo que marcó caídas interanuales en el consumo de julio y agosto. Desde el universo pyme, Daniel Rosato (Industriales Pymes Argentinos) afirmó que “el 70% de la industria atraviesa caída de producción”, con los rubros textil y calzado entre los más afectados, y reclamó un esquema tipo RIGI adaptado a pymes ante tasas cercanas al 80%, mayores costos energéticos y competencia importada.
Milei intervino con un discurso de 40 minutos de fuerte voltaje político: cuestionó a diputados, denunció un “Congreso secuestrado por el kirchnerismo” y agitó el “riesgo kuka”. Más tarde, Caputo redobló la señal de disciplina fiscal ante los empresarios y aseguró que “no se moverá un ápice” del sendero trazado, incluso frente a referentes “cercanos al peronismo” que —dijo— ve “alineados y comprometidos”. En paralelo, en los pasillos se asumía que persistirán, al menos por dos meses, las tasas altas en un cuadro de actividad debilitada.
Balance de la jornada: el establishment económico “banca” el rumbo y exhibe sintonía con la agenda de reformas, pero toma nota de tres condicionantes inmediatos —tasa, recesión y calendario electoral— que podrían demorar resultados. El “círculo rojo”, por ahora, sostiene su apuesta, mientras el resto del entramado empresario, en especial pymes e industria, demanda alivio financiero y certidumbre regulatoria.