Buenos Aires, 2 de septiembre de 2025-Total News Agency-TNA-Un streaming uruguayo volvió a difundir hoy un audio atribuido a Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, desafiando en los hechos la cautelar dictada en Argentina que ordena frenar la publicación de esas grabaciones. La emisión, realizada por “Esto es Dopamina”, se viralizó en redes y colocó el foco en un punto sensible: cuando un juez intenta silenciar a la prensa, el resultado suele ser el contrario.
Mientras sigue vigente en Buenos Aires la orden del juez Alejandro Maraniello —que prohíbe difundir audios supuestamente registrados en la Casa Rosada—, la publicación en Uruguay evidenció el límite territorial de la medida y reactivó el debate sobre censura previa en campaña electoral.
El fallo bajo la lupa
Maraniello aceptó una presentación del Ejecutivo y dispuso el cese de difusión de “nuevos audios” atribuidos a Milei. La decisión fue comunicada por el Gobierno como resguardo de la intimidad, pero juristas y opositores la cuestionaron por preventiva y por intentar impedir contenidos aún no conocidos. En paralelo, el oficialismo promovió denuncias por espionaje y pedidos de allanamiento sobre el streaming Carnaval, donde comenzaron las filtraciones.
El espejo de Servini y Tato Bores
La escena recuerda un antecedente célebre: en 1992, la jueza María Romilda Servini de Cubría consiguió frenar parte de un programa de Tato Bores. Aquella avanzada judicial derivó en un boomerang político y cultural —“la jueza Barú Budú Budía”— y, con el tiempo, fue leída como un error por intentar acallar la sátira. Hoy, varios medios recuperan ese caso para advertir que prohibiciones previas suelen agrandar el problema que buscan contener. Algo que ayer, Total News Agency anticipo, sucederia.
Por qué importa
• El medio uruguayo publicó más material pese a la cautelar argentina: la circulación transnacional vuelve impracticable el “apagón” informativo.
• La medida local alimenta el “efecto Streisand”: a mayor intento de bloqueo, mayor interés público y difusión.
• La comparación con Servini funciona como advertencia histórica: la censura previa no sólo choca con estándares constitucionales, también suele costar políticamente.
Contexto del caso “audios”
Las grabaciones están en el centro de una causa por presuntas coimas vinculadas a la ex ANDIS y mencionan a funcionarios del entorno presidencial. El Gobierno niega los cargos, habla de una “operación” y busca blindar legalmente la difusión. En los mercados mediáticos, el tema ya trascendió fronteras.
El dato del día no es la cautelar: es que, pese a ella, un medio uruguayo difundió nuevos audios. Si algo enseñó el caso Servini–Tato Bores es que intentar tapar un contenido de interés público, más que apagarlo, lo amplifica y deja una marca política difícil de borrar. (