“Lo hablo con Javier el domingo…” La frase se la atribuyen dentro del Gobierno a Diego Spagnuolo, epicentro de las filtraciones que sacudieron la gestión de Javier Milei. A esta altura, una parte de la primera línea libertaria sostiene -por convicción o estrategia- que todo responde a una operación contra Karina Milei. Otra prefiere despegarse de cualquier posible trama ilegal y hasta empieza a referirse en tercera persona a la administración de La Libertad Avanza.
De un día para otro, el nombre del extitular de la ANDIS quedó instalado en la conversación pública, casi como en cadena nacional. No sólo por las grabaciones, sino también por el ya viral “Alta coimera” al ritmo de Guantanamera. Las encuestas muestran que el tema se popularizó transversalmente, aun cuando el entramado sigue siendo confuso y las hipótesis en torno a Spagnuolo se multiplican: la más reciente lo involucra en una guerra de espías.
La Justicia no logró recuperar los archivos borrados del celular que entregó. Pero son numerosos los testigos dentro de La Libertad Avanza que lo escucharon hablar a Diego Spagnuolo sin filtros en ámbitos poco cautelosos. No sólo sobre la ANDIS: lo describen como un personaje locuaz y despechado. “Andaba diciendo que le habían prometido manejar Aerolíneas o YPF, después que ni siquiera le dieron un lugar entrable en las listas y se había ido a llorar barbaridades a las oficinas de Marra y Casielles, la contra de Karina”, recordó un referente libertario al escuchar el primer audio del exfuncionario.
Otros aseguran, en las primeras líneas del Gobierno, haber sentido la frase que abre este artículo y en más de una ocasión cuando lo cuestionaban por inconsistencias en la depuración de padrones de personas con discapacidad. Más de un funcionario había empezado a derivar cualquier consulta de terceros sobre el accionar suyo antes de las filtraciones.
Hoy la ANDIS está bajo la órbita de Mario Lugones, ministro de Salud. En rigor, siempre dependió de esa cartera, aunque gozaba de un margen de maniobra burocrático para la provisión de medicamentos, prótesis y fondos a prestadores y beneficiarios. Ese poder le había sido otorgado por el decreto 698/17 de Mauricio Macri, con el objetivo formal de dotar de mayor transparencia y trazabilidad al sistema concentrando su accionar en un solo ente.
No obstante, la agencia respondía políticamente de forma directa a Casa Rosada. Quedaba en evidencia en el vínculo personal de Spagnuolo con el Presidente y en las respuestas que daba cuando lo interpelaban: “Eso lo hablo con Javier el domingo…”. Un ancho de espadas que bloqueaba cualquier pregunta incómoda, incluso de encumbrados funcionarios, según revelaron a este medio.
Hoy lo único concreto es que los registros de Olivos muestran que el entonces titular de la ANDIS visitaba con frecuencia la Quinta presidencial los domingos. Qué conversaba allí con Milei o su círculo íntimo es todavía un misterio, como así también si en efecto Spagnuolo trasladaba a ese ámbito las respuestas que no daba en otros. Ninguno declaró ante la Justicia para confirmar o desmentir esas versiones, ni como testigo ni como imputado.

La semana pasada, la fiscalía irrumpió en las oficinas de la ANDIS en busca de pruebas. El procedimiento se extendió más de 24 horas. Los funcionarios judiciales querían llevarse los servidores con toda la información sobre los movimientos de la agencia, pero terminaron accediendo a grabar el material. El argumento fue que ya existía una investigación interna en curso que apuntaba a despejar las mismas incógnitas.
Esa demora postergó el arranque formal de Alejandro Vilches, exsecretario de Gestión Sanitaria, como interventor de la ANDIS. Aunque su nombramiento y firma estaban listas desde fines de agosto, recién el lunes 1 de septiembre se puso en movimiento. Ese mismo día compartió la mesa larga de Lugones con su gabinete y organismos vinculados, lugar donde hasta semanas antes se sentaba Spagnuolo dos veces al mes.
La intervención tiene un doble objetivo: una auditoría que concluya la depuración de irregularidades en el padrón de beneficiarios y un sumario interno que despeje dudas sobre las estructuras heredadas de distintas gestiones, a las que describen como “capas geológicas” que compartimentan la toma de decisiones en la agencia, lo que complica la atribución de responsabilidades.
“Necesitamos resultados concretos e indiscutibles para definir el futuro de ANDIS”, señalan en la Casa Rosada. Allí gana fuerza la idea de quitarle al organismo su carácter descentralizado. No está claro si la voluntad política podrá sortear los tiempos burocráticos que requiere desmontar el esquema actual.
Antes de avanzar, Lugones pidió a la SIGEN que supervise el sumario, con un plazo estimado de seis meses, y al Procurador del Tesoro, Santiago Castro Videla, que rubrique el resultado final de la auditoría. En este último caso, no hay tiempos estipulados. “Queremos que se manejen con cuidado, no puede haber más errores porque es un tema sensible”, remarcaron a este medio. Los expedientes revisan compras, controles y responsabilidades. No se descartan más despidos.

El escándalo de los audios de Spagnuolo y cómo pueden afectar las elecciones
La incógnita ahora es cuánto incidirá este escándalo en las elecciones bonaerenses y en las legislativas de octubre. El Gobierno pasó en tres semanas de la confianza ciega a la cautela. “Ganábamos por cinco puntos y ahora estamos abajo. Estamos entre tres y cinco, más cerca de los cinco. Si no pasamos de ahí, lo vamos a ver como una victoria después de todas las operaciones”, dijo un referente libertario bonaerense. En ese vértice del Triángulo de Hierro no dudan de la inocencia de Karina Milei. En la trinchera de Santiago Caputo, en cambio, apuntan a los primos Menem.
La ausencia de las tropas digitales -los “trolls”, como los llaman, incluso dentro de la Rosada- en la campaña también generó recelos. “Aparecieron tímidamente al final, cuando el pronóstico ya se había dado vuelta, sólo para lavarse las manos y decir que participaron, pese a que los habían cagado con los lugares en las listas”, se quejó la misma fuente.
El resultado del domingo marcará el pulso en Casa Rosada. El verdadero desafío, sin embargo, llegará dentro de un mes y medio. Pero el desenlace de este domingo puede operar con la ola expansiva de una pseudo PASO, en una u otra dirección. “Octubre no aparece en las conversaciones internas aún, es como si faltara un año. Pero no tenemos dudas de que la vamos a ganar”, arriesgó otro referente oficialista.

Mientras tanto, la batalla inmediata es la Provincia. Milei prometió en el cierre en Moreno que iba a “pintar de violeta” el territorio e hizo un llamado a votar. La apatía y el desconocimiento detectados en las encuestas preocupan al oficialismo. Sus proyecciones sólo le aseguran la Quinta (Mar del Plata) y la Sexta Sección (Bahía Blanca).
En el resto, hablan de empate técnico o de un clima en las calles que contradice los porcentajes que manejan. Hasta el viernes, ni siquiera tenían garantizados todos los fiscales. Algunos referentes acusaban desmanejos internos. Otros se bajaron porque no les aseguraban fondos para pagar a los delegados, y varios rechazaban fiscalizar para el PRO, en distritos donde la Alianza LLA-PRO puso más candidatos amarillos.
De manera curiosa, el recelo por la alianza entre PRO y LLA corre en ambas direcciones. En el entorno de Mauricio Macri reconocen que ni siquiera él, principal impulsor del acuerdo en CABA de cara a octubre, está seguro de su decisión. “Tiene sensaciones encontradas”, confió un dirigente cercano al expresidente.
El calendario electoral escalonado entre Provincia y Nación obligó a definiciones al fragor del resultado de mayo y el riesgo de una nueva derrota. Para el PRO, un traspié más y frente a Patricia Bullrich hubiera sido terminal. “No estábamos acostumbrados a perder, eso desmoralizó a la gente en mayo. Al menos ahora, si ganamos por 45 puntos en la Ciudad, vamos a decir que 15 son nuestros”, deslizó un estratega porteño con ironía.
Si logran renovar dos bancas nacionales en la lista de LLA y garantizar el aval de Nación para créditos internacionales demorados que necesita la Ciudad -para el Belgrano Sur, la Línea B y la digitalización de historias clínicas-, el acuerdo político habrá valido la pena, creen en ese sector.

Del otro lado, el peronismo tampoco tiene el camino allanado. Ni siquiera un triunfo aplacará la interna entre Axel Kicillof y La Cámpora. En el cierre de campaña en Avellaneda, Jorge Ferraresi pidió “empezar a construir la victoria de 2027 y hacer que Axel sea presidente de todos los argentinos”. Pero en La Plata dudan de un alineamiento automático, aun con un buen resultado.
“Los tiempos cambiaron y el peronismo ya no se encolumna detrás del más competitivo. El problema es que ahora todos se ven con chances frente a Milei. ¿Por qué se resignarían?”, se preguntan cerca del gobernador.
Fuente El Cronista