Rosa Tarlovsky de Roisinblit, presidenta honoraria de Abuelas de Plaza de Mayo, falleció a la edad de 106 años. Su deceso fue anunciado por la organización, que la reconoció como una figura fundamental en la defensa de los derechos humanos tanto en Argentina como a nivel internacional.
Nacida en 1919 en Moisés Ville, Santa Fe, Rosa se destacó profesionalmente como obstetra. Se graduó en la Universidad Nacional del Litoral y llegó a ser jefa de parteras en la Maternidad Escuela de Obstetricia de Rosario. Posteriormente, se trasladó a Buenos Aires, donde se casó con Benjamín Rosinblit, y su vida tomaría un giro trágico que la llevaría a su incansable lucha.
La tragedia familiar ocurrió el 6 de octubre de 1978, cuando su hija, Patricia Rosinblit, y su yerno, José Pérez Rojo, ambos militantes, fueron secuestrados por miembros de la Fuerza Aérea. En ese momento, Patricia estaba embarazada de ocho meses. Tras ser trasladada a la ESMA, dio a luz a su hijo, Rodolfo Fernando, que fue apropiado por una familia vinculada a la Fuerza Aérea.
Despedimos con triateza a la querida Abuela Rosa Roisinblit
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— Abuelas de Plaza de Mayo (@abuelasdifusion) September 6, 2025
Rosa se unió a Abuelas de Plaza de Mayo para buscar a su nieto y a los hijos de otros desaparecidos. Su búsqueda tuvo un final feliz en abril de 2000, cuando logró reencontrarse con su nieto, Guillermo Pérez Rosinblit, después de décadas de búsqueda y un análisis genético que confirmó su identidad.
A pesar de haber encontrado a su nieto, Rosa de Roisinblit continuó su trabajo en Abuelas con la convicción de que su lucha no era solo por su familia, sino por todas las víctimas de la dictadura. Su legado incluye la condena de varios responsables del secuestro y apropiación, como Francisco Gómez y el médico Jorge Luis Magnacco. Los padres de su nieto, Patricia y José, permanecen desaparecidos.
Este artículo se publicó primero en Mendoza Today.
Fuente Mendoza Today