Buenos Aires, 10 de septiembre de 2025 – Total News Agency – TNA--La Unión Industrial Argentina (UIA) dio a conocer este miércoles los resultados de su última encuesta, que revelan un panorama crítico para el sector manufacturero del país. El relevamiento, realizado en agosto entre 787 empresas, mostró que un 43,5% experimentó una caída en sus ventas internas durante julio, mientras que un 36,3% reportó una disminución en su producción respecto al promedio del segundo trimestre. Además, el empleo industrial registró un deterioro significativo, con un 24,4% de las compañías reduciendo personal, el nivel más alto desde abril de 2024, y un 19,4% aplicando despidos directos. Estos datos reflejan los desafíos que enfrenta la industria argentina en un contexto de demanda interna deprimida, aumento de costos laborales, dificultades de financiamiento y una creciente competencia de productos importados y del mercado informal.
El Monitor de Desempeño Industrial (MDI) de la UIA se situó en 45,3 puntos en julio, permaneciendo en zona de contracción por decimotercer relevamiento consecutivo. Aunque mostró una leve mejora de un punto respecto a julio de 2024, el índice no logró superar el umbral de 50 puntos que separa la contracción de la expansión, evidenciando la persistencia de las dificultades estructurales. En términos de producción, solo un 21,8% de las empresas reportó un aumento, mientras que en ventas internas, apenas un 18,6% registró avances, lo que amplía la brecha con el 43,5% que enfrentó retrocesos. En el frente externo, el 30,5% de las firmas exportadoras indicó caídas en sus envíos, frente a un 16,6% que logró incrementarlos, mostrando un desempeño externo algo más equilibrado pero aún negativo.
El empleo industrial sufrió un impacto notable, con un 18,9% de las empresas reduciendo turnos de trabajo y una tendencia creciente hacia despidos directos, especialmente entre las pequeñas y medianas empresas (pymes). Los sectores más afectados incluyen textiles, confecciones, cuero y calzado, con puntajes del MDI por debajo de 30 puntos, mientras que solo alimentos, bebidas, tabaco, y químicos y petroquímicos lograron superar el umbral de expansión. Otros rubros como edición e impresión, caucho y plásticos, minerales no metálicos y metalmecánica también se mantuvieron en terreno contractivo, reflejando una crisis generalizada.
Entre las principales preocupaciones de las empresas, la caída de la demanda interna lideró con un 40,1% de menciones, seguida por el aumento de costos (21,4%), con un énfasis particular en el costo laboral (42,1%). La competencia con productos importados ocupó el tercer lugar, con un 19% de las respuestas. Además, más de la mitad de las compañías reportó un incremento en la oferta informal, con un 25% señalando un impacto significativo en sus ventas y rentabilidad, especialmente en sectores como calzado, textiles y autopartes. El contrabando también fue identificado como un factor que agrava la situación, afectando la competitividad del sector formal.
En términos de capacidad instalada, el nivel de utilización promedió un 55,8% en julio, con un 65,7% de las empresas operando por debajo de su nivel óptimo. Solo un 12,5% proyecta alcanzar su capacidad ideal en 2025, mientras que el 87,5% estima que esto ocurrirá recién en 2026 o más adelante. El acceso al financiamiento también se deterioró: un 39,6% de las empresas necesitó crédito bancario, pero el 42,8% no logró cubrir el monto requerido, con las pymes enfrentando las mayores restricciones. Un 21,9% de las micro y pequeñas empresas no obtuvo financiamiento alguno, frente a un 12,2% de las medianas, mientras que las grandes empresas lograron acceder a créditos en casi un 80% de los casos.
La encuesta también destacó problemas en la cadena de pagos, con un 44,1% de las firmas reportando atrasos en obligaciones como salarios, proveedores, impuestos o servicios públicos. Un 5,3% enfrentó dificultades en todos estos rubros, un nivel de tensión superior al promedio histórico. En cuanto a las expectativas, el optimismo empresarial mostró un leve retroceso: un 48,6% espera mejoras en su situación en los próximos meses, frente al 57,8% del relevamiento anterior. A nivel sectorial, el optimismo cayó del 52,2% al 46,4%, y en relación con la economía nacional, del 64,3% al 53,1%. Comparado con 2024, un 54% de las empresas percibió un empeoramiento en su situación, un 67,4% en su sector y un 50,7% en el país.
El informe de la UIA subraya los desafíos estructurales que enfrenta el sector industrial, agravados por una inflación del 1,9% en agosto, que acumula un 33,6% en los últimos doce meses, según el INDEC. La combinación de tasas de interés elevadas, incertidumbre macroeconómica y la presión de importaciones y mercados informales plantea un escenario complejo para la recuperación industrial en el corto plazo.