Jerusalén, 12 de septiembre de 2025-Total News Agency-TNA-.El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, reafirmó su rechazo a la creación de un Estado palestino durante la firma de un acuerdo marco que impulsa la construcción de miles de viviendas en Ma’ale Adumim, una ciudad en las colinas de Judea que este año conmemora su 50.º aniversario. La iniciativa, centrada en el desarrollo de la estratégica zona E1, busca duplicar la población local y consolidar la presencia israelí en un área clave, a pesar de las fuertes críticas internacionales que consideran el proyecto un obstáculo para la viabilidad de un futuro Estado palestino.
La ceremonia, celebrada el jueves en el Centro Cultural de Ma’ale Adumim, reunió a unos 500 residentes en un ambiente festivo, con música, baile y banderas israelíes. Además de Netanyahu, participaron el alcalde Guy Yifrach, el ministro de Construcción y Vivienda, Haim Katz, el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, y otros altos funcionarios, como los ministros Idit Silman (Protección Ambiental), Yoav Kisch (Educación), Amichai Chikli (Asuntos de la Diáspora) y Shlomo Karhi (Comunicaciones). El evento marcó un hito al ser el primer acuerdo marco de este tipo para una ciudad en Judea y Samaria, según destacó Yifrach.
El acuerdo compromete al gobierno a financiar la construcción de 7.000 nuevas viviendas, que albergarán a unos 30.000 residentes, duplicando la población actual de 40.000 habitantes. De estas, 3.400 unidades se edificarán en la zona E1, 3.500 en el nuevo barrio Tzipor HaMidbar (“Ave del Desierto”) y 300 en la ampliación del existente Mizpeh Nevo. El presupuesto asignado asciende a 1.500 millones de shekels (450 millones de dólares), distribuidos en 500 millones para infraestructura general, 700 millones para los nuevos barrios y 300 millones para instalaciones educativas. La financiación correrá a cargo del Ministerio de Construcción y Vivienda.
Un mensaje claro contra el Estado palestino
Netanyahu fue contundente al declarar: “Dijimos que no habrá un Estado palestino, y de hecho, no lo habrá. Este lugar es nuestro”. Sus palabras, recibidas con entusiasmo por los presentes, subrayaron el carácter estratégico del proyecto E1, un área de 12 kilómetros cuadrados que conecta Ma’ale Adumim con Jerusalén y que, según analistas, dificultaría la contigüidad territorial necesaria para un Estado palestino viable. La construcción en E1, propuesta inicialmente por el gobierno de Yitzhak Rabin en 1994, ha enfrentado décadas de oposición internacional, que ha mantenido la zona prácticamente intacta hasta ahora.
El primer ministro evocó recuerdos personales de su primera visita a Ma’ale Adumim en 1967, cuando era un joven oficial del ejército. “Las colinas estaban desnudas, perfectas para aprender a navegar”, relató, destacando la transformación de la ciudad desde entonces. También rindió homenaje al exalcalde Benny Kashriel, a quien invitó al escenario, recordando su visión para expandir la ciudad. “Entre la aprobación y la ejecución en Israel puede pasar mucho tiempo, pero hoy estamos marcando un cambio histórico”, afirmó Netanyahu.
Yifrach, en un emotivo discurso, destacó el espíritu comunitario de Ma’ale Adumim, su industria y su compromiso con el servicio militar, señalando que la ciudad lidera en porcentaje de reservistas que se presentaron tras el ataque del 7 de octubre de 2023. El alcalde insistió en incluir en el acuerdo preferencias para que los reservistas accedan a viviendas a precios subsidiados, calificándolo como “una obligación con la generación de la victoria”. Describió el acuerdo como “histórico” y un honor para la ciudad, que no ha visto nuevos barrios en 20 años.
Resistencia a la presión internacional
El proyecto E1 ha generado fuertes críticas globales, especialmente tras una declaración conjunta de 25 ministros de Asuntos Exteriores europeos y de otros países el 22 de agosto, exigiendo la revocación de la decisión de construir. La respuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí fue tajante, calificando la condena como un intento de imponer “dictados extranjeros” y tachándola de racista por exigir restricciones solo a los judíos. “El derecho histórico del pueblo judío a vivir en la Tierra de Israel es indiscutible”, afirmó el ministerio, subrayando la conexión milenaria con la región.
Yifrach, en declaraciones a JNS el 27 de agosto, expresó confianza en que la presión internacional será contrarrestada por el apoyo de una administración estadounidense favorable. Analistas señalan que el respaldo explícito de figuras clave del gobierno israelí, junto con la financiación asegurada, indica una determinación para avanzar con el proyecto, a pesar de las objeciones externas.
Implicaciones regionales y políticas
La expansión de Ma’ale Adumim, especialmente en E1, tiene profundas implicaciones geopolíticas. Tanto Israel como los palestinos reconocen que el desarrollo de esta zona fragmentaría la contigüidad territorial árabe, complicando la creación de un Estado palestino con capital en Jerusalén Este. Esto refuerza la postura de Netanyahu de priorizar la soberanía israelí en Judea y Samaria, alineada con sectores de su coalición que abogan por una anexión de facto.
El acuerdo también fortalece a Ma’ale Adumim como un polo de crecimiento en la región, con proyecciones de alcanzar los 70.000 habitantes en cinco años. La inversión en infraestructura y educación busca modernizar la ciudad, atrayendo a familias jóvenes y reservistas, en un contexto de alta demanda de vivienda en Israel.
El evento, cargado de simbolismo, refleja la consolidación de una visión nacionalista que combina desarrollo urbano con objetivos estratégicos. Sin embargo, la comunidad internacional sigue de cerca el impacto de estas decisiones en las perspectivas de paz, con posibles repercusiones diplomáticas en foros multilaterales.
Fuentes consultadas: Información proporcionada por el usuario basada en cobertura periodística del evento en Ma’ale Adumim, incluyendo declaraciones de Benjamín Netanyahu, Guy Yifrach y el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, así como reportes de JNS.