Por Ryan Dubé y Silvina Frydlewsky
El presidente argentino Milei llama a su hermana “la Jefa”. Ahora se ha convertido en un problema.Una derrota electoral y acusaciones de sobornos han puesto el foco sobre Karina Milei y su influencia sobre su hermano mayor.
BUENOS AIRES— Cuando Javier Milei se convirtió en presidente de Argentina, eligió a un exbanquero de Wall Street para dirigir la economía. Un profesor de Harvard se hizo cargo de recortar la burocracia. Y una exministra de Seguridad recibió la responsabilidad de combatir el crimen.
Pero para su socia más importante en el gobierno, eligió a una pequeña vendedora de tortas en Instagram: su hermana, Karina. Ahora, ese nombramiento está poniendo en riesgo el futuro de sus planes para rehacer la economía argentina, aplicar una motosierra al gasto público desbordado y arrasar con una clase política considerada corrupta.
Karina Milei se encuentra envuelta en un escándalo de corrupción relacionado con supuestos sobornos de laboratorios farmacéuticos que buscaban contratos estatales. El gobierno niega las acusaciones, pero estas dañaron la imagen de Milei como un outsider dispuesto a limpiar el Estado y se señalan como una de las causas de la mala performance electoral de su partido en Buenos Aires a comienzos de este mes.
La inesperada derrota en esa elección local sacudió a los mercados y generó temores entre inversores extranjeros de que el partido de Milei pueda sufrir otro traspié en las legislativas del 26 de octubre. La Libertad Avanza necesita ganar terreno en el Congreso para que la ambiciosa reforma económica del presidente se vuelva realidad.
“Ella es un lastre”, dijo Andrés Malamud, analista político argentino de la Universidad de Lisboa.
Milei, de 54 años, ha dependido mucho de su hermana, dos años menor. Cuando el libertario de melena desordenada llegó al poder, carecía prácticamente de maquinaria política propia. Eso despertó dudas sobre su capacidad de gobernar un país donde movimientos sociales y sindicatos pueden derribar presidentes.
Karina pasó a ser, según varios analistas, su “copresidenta”: más poderosa que cualquier ministro, con el control del gabinete y la potestad de decidir candidaturas, expulsiones y estrategias de campaña. En la práctica, también cumple el rol de primera dama, ya que acompaña a su hermano soltero a reuniones con Donald Trump y otros líderes mundiales.
“Ella es la que manda, la que decide quién se acerca a Milei, la autoridad final en todas las decisiones”, afirmó Malamud, mencionando una biografía que explica su influencia política. “La política aburre a Milei. A él le interesa la economía, por eso le deja la política a ella”.
Milei nunca ocultó la importancia que le asigna a su hermana, quien rechazó ser entrevistada. El gobierno tampoco respondió a pedidos de comentarios.
El presidente la llama “El Jefe”. Ha llegado a describirla en términos bíblicos, afirmando que es más importante que él mismo para el proyecto político admirado desde la Casa Blanca de Trump hasta Europa. “Sabes que Moisés era un gran líder, pero no era buen comunicador. Así que Dios envió a Aarón para comunicar”, dijo Milei en 2023, antes de asumir. “Bueno, Kari es Moisés y yo soy el que comunica”.
En las elecciones legislativas de octubre, analistas sostienen que Milei debe aumentar la representación de su partido de menos del 15% a más de un tercio de las bancas para conservar poder de veto y frenar a la oposición.
Tras el revés bonaerense, Milei se mostró sombrío y prometió una autocrítica seria. Sin embargo, aseguró que no abandonará las políticas que bajaron la inflación y equilibraron las cuentas. Pocos argentinos creen que apartará a su hermana.
Desde la infancia en un hogar de clase media en Buenos Aires, Karina ha sido sostén de su hermano mayor. Según el biógrafo Juan Luis González, autora de El Loco, ella lo defendía de los arrebatos violentos de su padre y lo ayudó a administrar sus finanzas. Incluso, según el diario La Nación, le leía el tarot para comunicarse con su perro muerto, un mastín inglés llamado Conan que luego mandó clonar.
“Es el ser más maravilloso del universo”, declaró Milei en 2023.
Ya como presidente, nombró a Karina secretaria general de la Presidencia. En el Congreso, ella negocia con opositores, define quién se reúne con el mandatario y lo acompaña en encuentros con figuras como Elon Musk. Cuando desaprueba a alguien cercano a Milei, llega incluso a tomar su teléfono y bloquear contactos, relató la diputada Marcela Pagano, exaliada del presidente.
Durante la campaña provincial, Karina lideró una estrategia que, según analistas, alejó a votantes de centroderecha por no tejer alianzas electorales. También debilitó las ya frágiles coaliciones en el Congreso, lo que permitió a opositores aprobar aumentos en jubilaciones y beneficios por discapacidad. Milei vetó ambas medidas, decisión impopular entre la ciudadanía.
“Eso afectó mucho la popularidad de Milei porque vetó cosas que son populares”, explicó Alejandro Catterberg, de Poliarquía Consultores. “El gobierno quedó a la defensiva”.
Luego estalló el escándalo de corrupción. En un audio filtrado, el titular de la Agencia Nacional de Discapacidad, Diego Spagnuolo, hablaba de sobornos de laboratorios que habrían ido a parar a la hermana del presidente. “Creo que un 3% va para Karina”, decía Spagnuolo en la grabación. “Sabes que están robando”.
Milei reaccionó furioso. Spagnuolo, antes cercano y habitual compañero de ópera en Olivos, fue despedido. “Todo lo que dijo es mentira”, replicó el presidente.
El escándalo indignó a los argentinos. Una librería ofreció un 3% de descuento en la biografía de Karina Milei. En las canchas de fútbol, los hinchas pintaron banderas con el número “3%”. Una encuesta de Synopsis mostró que casi el 60% cree que Karina debería renunciar.
“La gente se rompe el lomo y resulta que ellos se llevaban un 3% de un laboratorio”, dijo Sebastián Parada, comerciante en Buenos Aires. “Son igual de corruptos que los de antes”.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, calificó las grabaciones como producto de “espionaje ilegal”. La Justicia bloqueó la difusión de más audios de Karina y abrió una investigación.
Milei responsabilizó a sus enemigos políticos —a quienes llama “la casta”— de montar una operación para erosionar su programa. “La opereta de esta semana no es más que otro capítulo en la larga lista de conspiraciones de la casta”, dijo. “Y, como todas las anteriores, una nueva mentira”.