BUENOS AIRES, 20 de septiembre de 2025 – Total News Agency – TNA –A cien días de haber comenzado a cumplir prisión domiciliaria por la condena a seis años de cárcel en la causa Vialidad por corrupción, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió a desplegar su poder de convocatoria. Desde el balcón de su departamento en la calle San José 1111, saludó a la militancia peronista en una jornada organizada por La Cámpora y otras agrupaciones bajo el lema “#CristinaLibre, 100 días de injusticia”.

Multitud organizada y malestar en el barrio
Desde el mediodía comenzaron a llegar colectivos con militantes de distintas localidades, estacionados en las inmediaciones del barrio de Constitución. Según pudo saber esta agencia, vecinos de la zona expresaron indignación por la interrupción cotidiana de su vida barrial debido al arribo organizado de grupos de manifestantes.
“Todos los días es lo mismo: micros, bombos, banderas, cortes de calles y ruido. Parece un acto político permanente”, señaló una vecina en diálogo con TNA. Otros residentes coincidieron en cuestionar que se utilice un domicilio particular como base de actos partidarios, cuando el mismo está bajo la custodia de fuerzas de seguridad y en el marco de una condena judicial.

Concesiones judiciales llamativas
La situación plantea interrogantes sobre los privilegios de la ex mandataria. La sentencia que dispuso su prisión domiciliaria remarca expresamente la prohibición de realizar actos políticos y de ejercer el voto. Sin embargo, Cristina Kirchner no solo mantiene contacto diario con dirigentes de su espacio, sino que convierte su domicilio en escenario de concentraciones partidarias.
Juristas consultados por esta agencia subrayan la contradicción entre el régimen de arresto domiciliario y el despliegue político de la dirigente: “Cualquier otro condenado bajo la misma condición estaría severamente limitado. El caso de Cristina Kirchner marca un contraste notorio con el trato a detenidos comunes”.

Acto político y despliegue militante
Durante la jornada, Cristina Kirchner salió varias veces al balcón. Sonrió, lanzó besos, bailó al ritmo de cánticos peronistas e incluso se colocó una flor en el pelo. La muchedumbre, enardecida, entonó el Himno Nacional y coreó su nombre.
Entre los presentes se destacaron dirigentes de peso como Eduardo “Wado” de Pedro, Mayra Mendoza, Felipe Solá, Martín Sabbatella, Luis D’Elía y Daniel Catalano, entre otros. También participaron agrupaciones territoriales y sindicatos, que con bombos y banderas transformaron la escena en un acto político de carácter masivo. Otros dirgentes peronistas, como Daniel Scioli, hoy en el gobierno no participaron,
El gobernador bonaerense Axel Kicillof, en tanto, se solidarizó con la ex presidenta a través de redes sociales, aunque evitó hacerse presente. “Cada día con Cristina detenida, Argentina es un país más injusto y una democracia más débil”, expresó en un mensaje difundido por la tarde.
La narrativa del peronismo y la denuncia de proscripción
El Partido Justicialista emitió un comunicado bajo el título “100 días de injusticia”, en el que denunció una “condena política sin sustento jurídico” y reafirmó su reclamo de liberación inmediata de la dirigente. El texto vinculó la detención con la supuesta necesidad del actual gobierno de “deslegitimar a la principal referente opositora”.
Mayra Mendoza reforzó ese mensaje en declaraciones públicas: “Cristina está secuestrada por el poder, pero acompañada por el pueblo”. A su vez, Facundo Tignanelli, jefe de bloque en la legislatura bonaerense, pidió “dejar de lado la novelita de los llamados y enfocarse en la gente que la está pasando mal”.
Indignación ciudadana y un debate pendiente
Mientras tanto, en las calles del barrio el contraste fue evidente. La exaltación de la militancia se contrapuso con el malestar de los vecinos, que deben convivir con cortes, ruido y la presencia constante de colectivos partidarios. Para muchos residentes, resulta insólito que un arresto domiciliario se convierta en una tribuna política diaria.
Este descontento se suma a la pregunta central: ¿por qué se permite a una condenada por corrupción realizar actos políticos prohibidos por sentencia? La situación desnuda las tensiones entre poder político, justicia y ciudadanía, en un contexto donde la división social vuelve a hacerse visible en cada esquina de Constitución.
Fuentes consultadas: Clarín, Infobae, La Nación, testimonios vecinales recabados por TNA.
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