BUDAPEST, 25 de septiembre de 2025 – Total News Agency – TNA –El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mantuvo una conversación telefónica con el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, en la que volvió a exigir que los países aliados de la OTAN suspendan las importaciones de petróleo ruso para asfixiar la economía de guerra de Moscú. La llamada, confirmada por el ministro de Exteriores de Hungría, Péter Szijjártó, se produjo en un contexto de creciente presión internacional sobre Budapest, que sigue dependiendo de los combustibles fósiles de bajo costo que provee Rusia.
Los argumentos de Hungría
El ministro de la Oficina del Primer Ministro, Gergely Gulyás, explicó que Orbán transmitió a Trump las “circunstancias específicas” de Hungría, que justifican mantener un suministro energético barato para preservar los bajos costos de los servicios básicos. Según Gulyás, Trump mostró comprensión por estas condiciones. Hungría insiste en que su margen de maniobra es limitado, ya que la capacidad del oleoducto Adriático, que conecta al país con Croacia, resulta insuficiente para cubrir toda la demanda.
La presión de Estados Unidos y la UE
Trump había adelantado días antes que presionaría directamente a Orbán para que frene las compras de crudo ruso, al considerar que cortar ese flujo es clave para debilitar al Kremlin. El mandatario norteamericano reiteró que la continuidad de las importaciones por parte de algunos aliados mina el esfuerzo conjunto de la OTAN.
En paralelo, la Unión Europea presentó un nuevo paquete de sanciones energéticas que busca acelerar los plazos ya fijados: si se aprueba, adelantará al 1 de enero de 2027 el fin de las importaciones de gas natural licuado ruso. Además, Bruselas evalúa imponer aranceles a todos los combustibles fósiles provenientes de Moscú.
Impacto económico y modelo húngaro
Orbán enfrenta un dilema estratégico: Hungría, cuyo modelo económico depende de energía barata, podría sufrir un fuerte impacto si corta de manera abrupta con Rusia. La petrolera nacional MOL, principal beneficiaria del crudo Urales, resiste un cambio de proveedores alegando dificultades técnicas, aunque analistas aseguran que existen rutas alternativas viables.
Trump y Orbán mantienen una relación política cercana, cimentada en su afinidad ideológica y en sus posturas comunes sobre migración y soberanía nacional. Sin embargo, este nuevo frente de presión podría tensionar la alianza en torno a la guerra de Ucrania y la dependencia energética de Europa Central.