Miami, 6 de octubre de 2025 — Total News Agency-TNA–Un ataque con dron efectuado por las fuerzas estadounidenses sobre una lancha que zarpó del estado Sucre, en Venezuela, el pasado 2 de septiembre, dejó al descubierto la dimensión del tráfico de drogas en esa región y el control que el régimen de Nicolás Maduro ejerce sobre las rutas marítimas ilícitas del Caribe.
Operativo militar y mensaje de Washington
El misil lanzado desde un dron destruyó la embarcación y causó la muerte de todos sus ocupantes. Horas después, el presidente estadounidense Donald Trump celebró la operación en su red Truth, asegurando: “Hay más de donde vino esa. Estas drogas provenían de Venezuela”.
El hecho se enmarca en una ofensiva más amplia de Estados Unidos contra las redes del narcotráfico caribeño, tras declarar al Tren de Aragua como organización terrorista a comienzos de 2025.
Sucre, epicentro del tráfico marítimo
La embarcación habría partido del municipio Arismendi, en la península de Paria, un corredor clave para el contrabando de cocaína, armas y migrantes hacia Trinidad y el Caribe oriental. En localidades como Valdez y Cajigal, vecinos aseguran que es común ver lanchas cargadas con droga que luego continúan hacia destinos internacionales.
La crisis económica, el colapso del turismo y la caída de la pesca empujaron a numerosos habitantes a sumarse a estas redes. Pescadores, conocedores de las rutas marítimas, son reclutados por bandas que pagan en dólares o euros por cada envío.

Control estatal y desplazamiento de bandas
Desde 2021, el régimen venezolano ha reforzado su control sobre los corredores de narcotráfico en Sucre. La ofensiva militar contra el grupo Tren del Llano en San Juan de las Galdonas permitió al Estado recuperar el dominio de esa zona costera, desplazando a bandas rivales.
En 2024, la captura en Colombia de alias “El Pilo”, líder local del Tren de Aragua, y una serie de allanamientos en Puerto Santo confirmaron que el Estado busca asumir el control directo de las economías criminales. Sin embargo, testimonios recogidos en la región afirman que cuando “se pierde un cargamento”, las fuerzas policiales actúan no por justicia, sino para recuperar droga perteneciente a altos jerarcas del gobierno.
El Tren de Aragua aún resiste
Pese a los golpes recibidos, el Tren de Aragua mantiene una estructura operativa en Güiria y el municipio Valdez, donde regula la vida cotidiana e impone su autoridad paralela. Vecinos indican que la banda impide robos, castiga delitos menores y controla precios locales, aunque su poder es cada vez más acotado.
El control efectivo de las rutas, según analistas, recae en funcionarios civiles y militares que gestionan el negocio con apariencia institucional.
Consecuencias del ataque y crisis local
El ataque del dron estadounidense paralizó las salidas marítimas y provocó el éxodo de operadores logísticos. Los ingresos en divisas, antes abundantes, se desplomaron, agravando la pobreza de comunidades que ahora dependen de los subsidios oficiales y de los programas alimentarios del régimen.
Las tensiones diplomáticas entre Caracas y Washington se intensificaron, mientras organizaciones humanitarias cuestionan la legalidad del uso de fuerza letal sin orden judicial ni prueba pública del cargamento.