Buenos Aires, 13 de octubre de 2025 – Total News Agency – TNA –.-El premio Nobel argentino Adolfo Pérez Esquivel lanzó severas críticas hacia la recientemente galardonada política venezolana María Corina Machado, al cuestionar su papel como promotora de la paz y señalar “una dependencia” de Estados Unidos en sus planes para terminar con la dictadura en Venezuela.
Declaraciones cruzadas desde la extrema izquierda
En una carta abierta dirigida a Machado, el izquierdista Pérez Esquivel expresó su sorpresa por la concesión del Nobel de la Paz a la opositora venezolana. “¿Por qué llamaste a Estados Unidos para que invada Venezuela?”, interrogó de forma contundente. Agregó que le “sorprende como te aferras a los Estados Unidos” y advirtió que ese país “no tiene aliados, ni amigos, sólo tiene intereses”. También sostuvo que “las dictaduras impuestas en América Latina fueron instrumentadas por sus intereses de dominación” y defendió que los pueblos deben resistir para lograr libertad y soberanía.
El Nobel argentino, defensor de los movimientos terroristas argentinos de los 70, reprochó a Machado que dedique el reconocimiento al presidente Donald Trump, al que calificó como “el agresor de tu país”, y se mostró crítico con lo que considera “un premio para neutralizar la situación en Venezuela”. Pérez Esquivel enfatizó que “el Nobel de la Paz es para la paz”, y cuestionó que Machado haya promovido intervenciones externas, en particular vinculadas a Estados Unidos.
Una figura política polarizadora
María Corina Machado, dirigente de la oposición venezolana, ha sido identificada con una línea política firme y a menudo confrontativa con el régimen de Nicolás Maduro. Sus posiciones han sido interpretadas por críticos como una apuesta al apoyo internacional y la intervención externa, lo que ha generado reacciones encontradas incluso dentro del espectro progresista latinoamericano.
La carta de Pérez Esquivel se inscribe en una tradición de la izquierda latinoamericana que denuncia la interferencia de Estados Unidos en política regional, y su cuestionamiento adquiere cierta relevancia por venir de un Nobel de la paz, aunque siempre con la mirada sesgada que lo cracteriza.