Presión cambiaria y ajuste en la mira
Buenos Aires, 26 Octubre 2025 – Total News Agency – TNA –La economía argentina se llega a las elecciones legislativas en un escenario en el que el mercado financiero desafía al conjunto del gobierno. En el centro de la tensión se encuentra el vínculo entre la política macroeconómica del gobierno de Javier Milei y la valoración cambiaria del peso, tras un proceso de apreciación que algunos analistas identifican como el precio por haber logrado contener la inflación.
Costo de estabilizar la inflación: apreciación del peso
En los primeros diez meses del año, el tipo de cambio oficial pasó de $1.052,50 a aproximadamente $1.515, lo que implica una depreciación del peso superior al 30 %. Al mismo tiempo, la inflación acumuló una fuerte bajada. El ajuste cambiario con el peso más fuerte generó un doble efecto: por un lado, contribuyó a estabilizar precios; por otro, tensionó a los sectores exportadores y al balance del régimen cambiario.
La falta de compras de reservas por parte del Banco Central de la República Argentina sumó señales de vulnerabilidad. En este marco, los mercados asumieron que exista un riesgo real de incumplimiento de deuda el año próximo, lo que reforzó la cobertura en dólares y el posicionamiento cambiario al alza.
Superávit comercial: alivio parcial en el frente externo
Ante un promedio móvil trimestral de importaciones que se ubica en torno a los US$ 6.841 millones —uno de los niveles más altos de los últimos seis años— el país aún logra acumular un superávit comercial de más de US$ 6.000 millones en el año. El motor de ese superávit es el sector energético, cuya contribución ronda los US$ 5.400 millones, lo que mitiga el impacto del desbalance de bienes. De no mediar dicho aporte, la situación sería más grave: según consultoras, Argentina enfrentaría una caída secular en lugar de un estancamiento prolongado.
Crecimiento débil, déficit todavía latente y reto electoral
Aunque este año la economía muestra signos de crecimiento, llega a la elección tras una caída relevante en 2024 y sin haber recuperado niveles pre-crisis. El gobierno logró un superávit fiscal, pero persisten desequilibrios cuasifiscales que generan dudas en los mercados. En las recientes declaraciones, el ministro de Economía Luis Caputo manifestó estar “cómodo” con un dólar de $1.500, lo cual fue interpretado por el mercado, pero no por ello convenció plenamente de que ese será el piso firme.
Claves electorales para convencer al mercado
El oficialismo y sus aliados apuntan a obtener al menos 86 diputados para alcanzar capacidad de veto e impulsar reformas estructurales. El escenario base contempla que la fuerza dominante obtenga cerca del 35 % de los votos a nivel nacional y logre la capacidad de bloqueo en la Cámara de Diputados. Sin embargo, los analistas coinciden en que no basta con una buena elección: el mercado demandará señales políticas claras, continuidad institucional y un plan creíble para consolidar el sendero de ajuste.
Hacia dónde mira el mercado
En la antesala de los comicios, los inversores evalúan tres factores determinantes:
- La capacidad del gobierno para cumplir sus obligaciones de deuda y evitar una reprogramación.
- Que la caída de la inflación no se logre a costa de una recesión más profunda que erosione la base productiva.
- Que la elección reconfirme la gobernabilidad y abra espacio a alianzas que reduzcan la incertidumbre política.
Ante este panorama, el mercado mantiene una cobertura elevada en dólares y analiza la cotización del peso no solo como un reflejo de la economía real, sino también del grado de confianza política que logre cristalizar el Ejecutivo.
Perspectiva para el cierre del año
De aquí a final de año, la combinación de superávit comercial, apreciación cambiaria y elecciones genera un coctel complejo para los analistas. Si bien el superávit externo ofrece un colchón frente a shocks, la presión cambiaria asociada a un peso fuerte y la incertidumbre electoral crean condiciones para nuevas tensiones. La clave estará en cómo el gobierno articula sus reformas estructurales y cuáles serán los gestos concretos que el mercado interprete como un punto de inflexión.

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