“Es la hipocresía, estúpido”, hubiese dicho Bill Clinton. La frase, que se le atribuye desde 1992 al expresidente de EEUU, sirve esta vez como una de las tantas explicaciones del resultado electoral del pasado domingo 26 de octubre, cuando Argentina celebró elecciones legislativas de medio término, cruciales para el futuro de la administración de Javier Milei.
Traduciéndolo al “criollo”. Un tercio de los ciudadanos la están pasando mal. Los problemas son muchos. Pero el votante entendió que el justicialismo, y mucho menos el kirchnerismo, no los iba a solucionar. Mucho menos cuando piensa que buena parte de esos problemas fueron generados por las gestiones K. Se cansaron esperar. Ya no les creen más.
Argentina renovó la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado de la Nación. Los resultados arrojaron una victoria contundente para el oficialismo. La Libertad Avanza (LLA) logró una performance electoral histórica, superando las expectativas y consolidándose como la primera fuerza a nivel nacional. La noticia dio la vuelta al mundo y las diferencias sorprendieron, sobre todo en los mercados financieros, donde Argentina tiene mucha deuda por levantar.

Aunque el partido libertario no alcanzó el quórum propio en ninguna de las dos cámaras, los números representan un fuerte espaldarazo político. Este “voto de confianza”, como lo calificó la prensa internacional, le otorga al gobierno un renovado capital político para avanzar con su agenda de reformas estructurales y la “terapia de choque” económica.
En la vereda opuesta, el peronismo y sus diversas facciones sufrieron una de sus derrotas más duras en décadas. El retroceso fue notable incluso en distritos considerados bastiones históricos del movimiento, marcando un claro mensaje de descontento de su base electoral tradicional.
El análisis de The Wall Street Journal
Este nuevo escenario político captó la atención del mundo financiero. El influyente diario estadounidense The Wall Street Journal (WSJ) dedicó una edición especial a analizar los comicios y la consolidación del proyecto de Milei.
El foco del periódico neoyorquino se centró en un fenómeno sociológico que explica la magnitud de la victoria oficialista y la debacle opositora.
Bajo el titular “Los barrios marginales abandonaron el peronismo y le dieron la victoria a Milei”, el WSJ aseguró que se ha roto un pacto histórico en la política argentina.
La “dura reprimenda” al peronismo
El análisis profundiza en la fractura del voto popular, tradicionalmente cautivo del peronismo. “Los argentinos pobres, a quienes Eva Perón idolatraba como el corazón y el alma del país, se quedaron en su mayoría en casa”, señaló el Journal.
Esta alta abstención en los circuitos electorales más humildes no fue un hecho aislado, sino “una dura reprimenda al movimiento peronista que ha dominado la política local durante 80 años”.
El diario interpreta que la falta de participación no fue apatía, sino un voto castigo activo mediante el ausentismo, dirigido a una dirigencia que ya no representa las soluciones a sus problemas más urgentes.
Doble movimiento: clase media y barrios populares
El WSJ destaca que el triunfo de La Libertad Avanza se construyó sobre un doble movimiento electoral.
Por un lado, la pasividad y el abandono de la base peronista. Por el otro, una fuerte movilización de otro sector social. “Al mismo tiempo, los votantes de clase media se movilizaron para rescatar a Milei y su revuelta a favor del libre mercado”, dijeron.
Esta clase media, golpeada por la inflación de la gestión anterior pero esperanzada con las reformas actuales, sí acudió a las urnas masivamente para blindar al gobierno.
La estrategia del miedo al pasado
El medio estadounidense también resaltó la efectividad de la estrategia de campaña de La Libertad Avanza.
Según el WSJ, LLA “aprovechó el temor de los votantes a un posible regreso del movimiento peronista”.
El oficialismo planteó la elección en términos binarios. Advirtió a los argentinos que “votar a la izquierda (en referencia al peronismo) era votar por una mayor inflación, una caída del peso e incluso más turbulencias financieras”.

Este mensaje, enfocado en la memoria reciente de la crisis económica, demostró ser más poderoso que las críticas al ajuste actual.
La falla logística: el rol de los intendentes
El análisis del Wall Street Journal también apunta a la interna y la falta de movilización del poderoso aparato territorial peronista.
Según el periódico, la diferencia de votos estuvo en la “falta de trabajo de los intendentes”, los jefes comunales que controlan la logística del voto en el conurbano y otras áreas clave.
El WSJ fue tajante al respecto: los intendentes peronistas “hicieron pocos esfuerzos por persuadir a su gente más leal para que saliera a votar”.
¿La razón? El diario sugiere un desacople de intereses. “Tenían pocos incentivos para hacerlo, ya que habían asegurado sus puestos en las elecciones locales de septiembre”, aseguraron. La estructura local, habiendo salvado su propia ropa, no traccionó para la lista nacional.
El apoyo de Trump y la polémica con Washington
El artículo reserva un apartado para el contexto geopolítico y el explícito alineamiento de Milei con Estados Unidos, en particular con figuras como Donald Trump.
The Wall Street Journal consideró que el apoyo explícito de Trump a Javier Milei fue una “estrategia arriesgada”.
El riesgo, según el medio, residía en que hay argentinos que “temían que el país estuviera cediendo demasiado poder a Washington”, un tema sensible para la soberanía nacional.
Sin embargo, el WSJ concluye que la apuesta “valió la pena”. La explicación es pragmática: “los votantes dijeron que tenían preocupaciones más urgentes, como alimentar a sus familias”. La urgencia económica inmediata superó cualquier debate geopolítico.
El mandato: “terapia de choque” vs. “ruina económica”
En resumen, la elección del 26 de octubre funcionó como un plebiscito sobre el primer tramo de la gestión libertaria.
“Milei dio a los votantes una opción: seguir con su ‘terapia de choque’ (como él mismo la describe) para los males de Argentina, o enfrentarse a la ruina económica que se vivió con los peronistas en el pasado”, sentenció el WSJ.
Los resultados del domingo indican que, pese a la dureza del ajuste fiscal y la recesión, una mayoría de los votantes eligió mantener el rumbo, por temor a que la alternativa fuera peor.
La reacción de los mercados: festejo y confianza
La consecuencia inmediata de este “voto de confianza” se sintió el lunes por la mañana en los mercados financieros.
En cuanto a la reacción de los mercados, el diario indicó que “los inversores se lanzaron a comprar activos argentinos”, interpretando el resultado como una garantía de gobernabilidad y profundización de las reformas pro-mercado.
“Las acciones y los bonos se dispararon y el peso se fortaleció frente al dólar”, reportó el WSJ.
Esta euforia financiera llegó tras semanas de alta volatilidad, producto de “las preocupaciones sobre la capacidad de Milei para reformar la economía y combatir la inflación, una cuestión crucial para los votantes”.
El fortalecimiento político de Milei en el Congreso fue leído por Wall Street como una luz verde. El Riesgo País mostró una fuerte caída, y los bonos soberanos argentinos operaron con subas significativas, reflejando una renovada confianza en la capacidad de pago y en el futuro del plan económico.
Este artículo se publicó primero en Mendoza Today.
Fuente Mendoza Today

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