Por Guillermo H.B. Castaño – Exclusivo Total News.
Buenos Aires, 29 de Octubre de 2026-Total News Agency-TNA- — La contundente victoria del presidente Javier Milei en las elecciones de medio término del 26 de octubre de 2025, donde logró:
- más del 40% de los votos.
- mas que duplicó su representación parlamentaria con 101 diputados y 20 senadores.
- y confirmó el respaldo político al programa económico libertario que impulsa su administración.
Analicemos:
En paralelo, el Gobierno de Estados Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump, inauguró una nueva doctrina de política exterior denominada “Peace through Economic Strength” (“Paz a través de la Fortaleza Económica”), basada en un principio central: Washington asistirá con capital y liquidez a los países aliados que adopten políticas de mercado abiertas, disciplina fiscal y estabilidad institucional.
El secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, felicitó a Milei por su “aplastante victoria” y subrayó que “Argentina es un aliado vital en América del Sur”. En ese marco, el Tesoro estadounidense y el Banco Central de la República Argentina (BCRA) firmaron el 20 de octubre un swap por USD 20.000 millones, operativo antes de fin de mes, mientras se avanza en la creación de un fondo complementario por otros USD 20.000 millones, integrado por bancos internacionales —entre ellos JPMorgan, Bank of América, Goldman Sachs y Citigroup— junto con fondos soberanos de algunos países.
El paquete total de USD 40.000 millones representa el respaldo financiero más grande recibido por Argentina desde 2018 brindado por el FMI y tiene como objetivos estabilizar el tipo de cambio, fortalecer las reservas internacionales y garantizar los pagos de deuda previstos para 2026.
Los mercados reaccionaron con entusiasmo: los bonos soberanos en dólares escalaron hasta 25%, el riesgo país cayó por debajo de los 700 puntos, y el tipo de cambio oficial se mantuvo estable entre $1.450 y $1.500. En Wall Street, operadores señalaron que “Argentina recupera previsibilidad y acceso al crédito, dos condiciones que parecían imposibles hace apenas un año”, mientras las acciones argentinas subieron hasta un 50% en los ADRs con cotización en la bolsa de Nueva York (NYSE).
El Pensamiento Económico que Guía al Gobierno
En el entorno oficial se interpreta este acuerdo como un cambio de época. La visión predominante sostiene que Argentina ha recuperado la confianza internacional mediante una combinación inédita de equilibrio fiscal, apertura al capital global y alineamiento geopolítico estratégico. En esta lógica, el apoyo estadounidense no se entiende como una dádiva, sino como una validación de la credibilidad y coherencia del programa económico argentino.
Siguiendo esta corriente de pensamiento, el país ingresa en una fase de “normalización acelerada”. El swap y el fondo complementario son considerados herramientas de estabilización y escudo financiero que permitirán mantener el superávit fiscal y consolidar la desinflación (que acumula 22% anual a septiembre de 2025) sin recurrir a emisión monetaria. El objetivo declarado es “blindar la solvencia argentina hasta 2026”, cuando vencen compromisos de deuda por más de USD 18.000 millones.
Desde el equipo económico se enfatiza que esta nueva etapa no se apoya en asistencialismo externo, sino en cooperación estratégica. El desafío es transformar la confianza internacional en inversión real, atrayendo capitales hacia sectores de energía, tecnología, minería y agroindustria, posicionando al país como polo de estabilidad y desarrollo regional. (la Ley RIGI ya tiene aprobado varios proyectos por inversiones mayores a u$s 15.000 millones)
“El alineamiento con Estados Unidos es un medio, no un fin”, explican en el Gobierno. “El objetivo es alcanzar soberanía financiera sustentada en la confianza del mercado, no en la emisión monetaria ni en el endeudamiento improvisado”.
Un Tablero Global en Transformación
Desde Washington, la administración Trump considera a la Argentina como pieza clave de su estrategia hemisférica. La doctrina “Peace through Economic Strength” (“Paz a través de la fortaleza económica”) implica reemplazar la lógica asistencial del pasado por una política de apoyo selectivo a las naciones que comparten valores democráticos, apertura económica y disciplina fiscal. En palabras de Bessent, “la cooperación financiera es la nueva diplomacia del siglo XXI”.
La conjunción entre el triunfo electoral de Milei, el respaldo financiero estadounidense y la reacción positiva de los mercados marca un punto de inflexión histórico. Argentina se posiciona como modelo de estabilización liberal dentro de América Latina, y como socio estratégico en la reconfiguración geopolítica de Occidente frente a la influencia china en el sur global.
Sin embargo, incluso entre analistas afines, se advierte que el verdadero desafío será sostener la credibilidad y transformar la liquidez externa en desarrollo productivo interno, consolidando una estructura económica menos dependiente del financiamiento foráneo.
El Acuerdo Económico y Comercial Próximo con EE.UU.
En paralelo al swap, ambos gobiernos negocian un acuerdo económico y comercial que se anunciaría antes de fin de octubre o principios de noviembre. Este pacto, considerado un hito estratégico, incluirá la reducción o eliminación de aranceles en más de un centenar de posiciones arancelarias, especialmente en sectores de energía, minería, alimentos y biotecnología.
El convenio contempla en principio exportaciones adicionales por más de USD 5.000 millones anuales, y convertirá a la Argentina en puente natural entre el Mercosur y Norteamérica, en una jugada geopolítica clave para contrarrestar la expansión comercial china en la región.
Uno de los puntos más destacados del acuerdo es la cuadruplicación del cupo anual de carne vacuna argentina hacia EE.UU., que pasará de 20.000 a 80.000 toneladas con un arancel preferencial del 10%, lo que implicará un incremento de USD 300 millones anuales en exportaciones. Este entendimiento, ya rubricado, se oficializará junto con el paquete financiero.
Mientras el Tesoro norteamericano lo define como un ejemplo de “cooperación financiera como diplomacia del siglo XXI”, sectores críticos advierten sobre el riesgo de dependencia estructural si el país no avanza simultáneamente en diversificación exportadora, fortalecimiento productivo y autonomía tecnológica.
Preguntas Clave sobre el Nuevo Escenario
Q1: ¿Qué implicancias geopolíticas tiene que Argentina se alinee tan directamente con la estrategia política/ económica de Estados Unidos?
R1: Esto consolida a Argentina como socio prioritario de Washington en América del Sur, desplazando la influencia china y reposicionando al país en la órbita de Occidente. No obstante, podría implicar algo menos de autonomía en decisiones energéticas y tecnológicas.
Q2: ¿Podría este nuevo esquema de “ayuda condicional” generar dependencia financiera?
R2: Probablemente, si el país basa su estabilidad en swaps y flujos externos sin consolidar su ahorro interno e inversión productiva. El desafío es usar este respaldo como palanca de transformación estructural y sostén coyuntural.
Q3: ¿Qué pasos debería seguir el Gobierno para convertir este respaldo financiero en crecimiento real?
R3: Canalizar las divisas hacia infraestructura, exportaciones y tecnología, mantener la disciplina fiscal, y sostener una política monetaria previsible para consolidar confianza e inversión privada de largo plazo.
Conclusión:
Argentina ingresa a una etapa decisiva. Con respaldo político, disciplina económica y una inédita alianza estratégica con Estados Unidos, el país se reposiciona en el mapa financiero global. Si Milei logra implementar las reformas estructurales faltantes y mantener la estabilidad lograda, 2026 podría marcar el inicio del ciclo de crecimiento sostenido más duradero de la historia argentina.
29/10/2025
Guillermo H.B. Castaño. Semper Fidelis Consultora
Foros Contemporáneos Economía Comunidad Alemana de Investigación Research Gate
X: @guillermo1500 http://gcastano9.wix.com/guillermohbcastano

Argentina
España
USA
Israel













