La cúpula sindical busca frenar los cambios que impulsa el Gobierno nacional
Buenos Aires, 29 de octubre de 2025 – Total News Agency-TNA–Los principales dirigentes de la Confederación General del Trabajo (CGT), muchos de ellos con un largo historial de denuncias por corrupción y fortunas personales millonarias que no pueden justificar, se aferran al pasado y preparan una ofensiva política, judicial y sindical para intentar bloquear la reforma laboral que promueve el presidente Javier Milei. El proyecto, que se prevé debatir en las próximas sesiones extraordinarias del Congreso, busca modernizar la legislación, atraer inversiones extranjeras y generar empleo formal en el país. La mayoria de ellos llevan decadas al frente de sus gremios.

Daer niega diálogo y amenaza con medidas de fuerza
El co-secretario general de la CGT, Héctor Daer, aseguró este miércoles que “no hay ningún indicio ni siquiera de cuál es el borrador que pretende el Gobierno”, y sostuvo que “no hay ninguna negociación”. En declaraciones radiales, advirtió que “si la reforma es para retroceder, no va a haber ninguna negociación de ningún tipo”.
Pese a su desmentida, el borrador de la reforma ya comenzó a discutirse en el Consejo de Mayo, donde la central obrera tiene representación a través de Gerardo Martínez, titular de la Uocra.
Tres frentes de resistencia sindical
Daer reconoció que la CGT trabaja en tres estrategias principales para impedir la aprobación del proyecto oficial. En primer lugar, buscarán “atar los hilos parlamentarios” para conformar mayorías que bloqueen la iniciativa. En segundo lugar, anticipó que recurrirán a “acciones judiciales” contra los artículos que consideren inconstitucionales. Finalmente, si esos pasos no resultan efectivos, la central sindical recurrirá a la “presión gremial y política”, mediante protestas y paros, como ya lo hizo contra el DNU 70.
Rechazo al fondo de cese e indemnizaciones dinámicas
Entre los puntos que más rechazo generan en la dirigencia gremial se encuentran la creación de un fondo de cese laboral —similar al sistema utilizado en la construcción— y la regionalización de los convenios colectivos, una propuesta impulsada por el sector industrial. Daer calificó estas ideas de “delirio” y aseguró que “la CGT no aceptará una transferencia de derechos de los trabajadores hacia los empresarios”.
Una reforma clave para el futuro económico
El Gobierno de Milei sostiene que la modernización de la legislación laboral es un paso fundamental para reducir la informalidad, facilitar la contratación y destrabar inversiones millonarias en dólares que podrían generar miles de puestos de trabajo. La Casa Rosada considera que el rechazo sindical responde a la defensa de privilegios corporativos y a un modelo de poder sindical que se resiste a la transformación económica.
En el entorno presidencial remarcan que una reforma profunda permitiría “evitar que nuestros hijos se vayan del país en busca de oportunidades que Argentina puede ofrecer si se libera del anacronismo sindical”.

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