La Plata, 13 de noviembre de 2025-Total News Agency-TNA-.Un grave episodio de violencia irrumpió este miércoles en la Escuela Primaria Nº 80, ubicada en el barrio Savoia de City Bell, en las afueras de La Plata, cuando un grupo de padres y alumnos agredió brutalmente a docentes y directivos del establecimiento. La directora del colegio resultó herida de gravedad en una pierna y tuvo que ser trasladada en ambulancia a un centro médico, donde permanece en observación por complicaciones derivadas de una várice comprometida. El incidente, que comenzó como una riña entre estudiantes durante el recreo matutino, escaló rápidamente hasta convertir el patio escolar en un escenario de caos, con golpes, insultos y objetos arrojados que dejaron al personal educativo desbordado y conmocionado.
Todo inició alrededor de las 10 de la mañana, durante el segundo recreo del turno matutino. Dos alumnos y una alumna se enzarzaron en una pelea feroz, con puñetazos y forcejeos que atrajeron la atención inmediata de auxiliares y maestros. “Era imposible intervenir sin exponernos; los chicos estaban fuera de control, y en el intento de separarlos, terminamos recibiendo algunos impactos”, relató una de las maestras involucradas, quien prefirió mantener su identidad en reserva por temor a represalias. El equipo docente, compuesto por vicedirectores, preceptores y personal de apoyo, logró con dificultad apartar a los menores, pero la tensión no cedió. Ante la magnitud del altercado, las autoridades del colegio optaron por notificar a los padres de los implicados para que acudieran al lugar y retiraran a sus hijos, una medida protocolizada para garantizar la seguridad de todos.
Sin embargo, la llegada de los familiares no trajo calma, sino un estallido mayor. En lugar de dialogar o asumir responsabilidad por el comportamiento de sus hijos, varios padres se unieron al nerviosismo de los alumnos, que seguían eufóricos y agresivos. Lo que siguió fue una avalancha de violencia colectiva: trompadas y patadas contra los educadores, jalones de cabello que arrastraron a algunos al suelo, y el lanzamiento de sillas y escritorios que destrozaron parte del mobiliario escolar. La directora, en un intento por mediar y restaurar el orden, recibió un golpe directo en la pierna derecha, lo que provocó el desgarro de una várice y una herida sangrante que requirió atención inmediata. “La vimos caer y sangrar; fue desgarrador. Pidieron una ambulancia porque sabían que su condición de salud la ponía en riesgo”, describió otra testigo ocular, una auxiliar que resultó con moretones en los brazos.
La policía local intervino minutos después, alertada por el propio colegio, y custodiò el perímetro para evitar nuevos enfrentamientos. Las clases se suspendieron de inmediato en el turno vespertino y se extendió la medida hasta nuevo aviso, dejando a decenas de familias en vilo. Algunos padres, ajenos al conflicto inicial, se presentaron exigiendo la reapertura, aunque la mayoría expresó solidaridad con el personal herido y preocupación por el deterioro de la convivencia escolar. “Esto no puede seguir así; mis hijos ya no quieren venir por miedo”, confesó una madre de un alumno de quinto grado, quien optó por no enviar a su hijo al día siguiente. La inspectora distrital, por su parte, autorizó la paralización temporal de las actividades, pero insistió en que el regreso dependerá de garantías de seguridad, posiblemente con presencia policial permanente.
Este suceso no es aislado en la historia reciente de la Escuela Nº 80, un establecimiento público con más de 300 alumnos que atiende a niños de primaria en un barrio de clase media baja, donde las tensiones sociales y económicas se filtran al ámbito educativo. Hace apenas dos semanas, un enfrentamiento similar entre alumnas escaló a golpes incontrolables, obligando a una intervención similar del personal. Pero el antecedente más alarmante data del 23 de septiembre de 2024, cuando siete estudiantes de grados superiores emboscaron a una nena de 10 años durante el recreo. La víctima, alumna de cuarto grado, sufrió politraumatismos múltiples, cortes en el rostro y el cuero cabelludo, y fue internada de urgencia en el Hospital San Roque de Gonnet. Aquel caso, denunciado ante la Justicia, expuso fallas en la supervisión y protocolos de resolución de conflictos, y generó un debate local sobre la necesidad de programas de mediación y apoyo psicológico en las escuelas.
La escalada de violencia en instituciones educativas de La Plata y la provincia de Buenos Aires ha cobrado ribetes alarmantes en lo que va de 2025. Solo en los últimos meses, se registraron al menos una docena de incidentes graves: el 5 de noviembre, en el Colegio Nacional Rafael Hernández, un exalumno irrumpió en el predio y agredió a estudiantes y personal; días antes, en la secundaria Normal Nº 2, una preceptora fue golpeada y suturada tras intentar separar a alumnos en una riña, lo que derivó en protestas gremiales. En José C. Paz, dos madres se trenzaron a puñetazos en el patio de un colegio primario, extendiendo el conflicto de sus hijos al ámbito adulto. Y en Mar del Plata, un caso de presunto abuso escolar culminó en vandalismo al edificio y el incendio de la vivienda del supuesto responsable, con padres tomando justicia por mano propia.
Expertos en educación atribuyen esta ola a una combinación de factores: el rezago post-pandemia en habilidades socioemocionales, la precariedad presupuestaria que limita la contratación de orientadores, y un vacío normativo en sanciones efectivas. “Antes había consecuencias reales por el mal comportamiento; hoy, los chicos saben que pueden salirse con la suya”, advirtió una preceptora de la Normal Nº 2 en una entrevista reciente. El director general de Cultura y Educación bonaerense, Alberto Sileoni, minimizó la magnitud al afirmar que “no hay una pandemia de violencia”, pero sindicatos docentes como el Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB) convocaron paros y marchas para exigir medidas urgentes, incluyendo mayor inversión en seguridad y formación en resolución de conflictos.
En City Bell, la comunidad educativa clama por soluciones inmediatas. Vecinos y padres no combatientes organizan una asamblea para este jueves, con el fin de presionar a las autoridades distritales por refuerzos en el plantel y talleres preventivos. Mientras tanto, la directora permanece en reposo médico, y el caso ya está en manos de la Unidad Fiscal de Instrucción Nº 10 de La Plata, que investiga las lesiones y posibles delitos de lesiones leves y coacción. Este episodio, lejos de ser un hecho aislado, pone en jaque el rol del escuela como refugio de aprendizaje y expone las grietas de un sistema educativo bajo asedio.
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Fuentes consultadas: El Día (13/11/2025), Clarín (13/11/2025), Infobae (05/11/2025), Infocielo (13/11/2025), 0223 (13/11/2025), Página/12 (07/11/2025), LA NACION (diversas fechas 2025).

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