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Buenos Aires, 17 noviembre 2025 – Total News Agency-TNA –La fiscalía y peritos especializados han iniciado esta mañana las tareas de investigación para determinar el origen del incendio de gran magnitud que se desató la noche del viernes en el área conocida como Polígono Industrial Spegazzini, en la localidad de Carlos Spegazzini, partido de Ezeiza. Aunque los focos principales ya se encuentran controlados, aún persisten llamas residuales que las autoridades han decidido dejar consumirse por sí solas, con el fin de preservar las evidencias clave del siniestro.
El siniestro, que tuvo su epicentro en la empresa Logischem –un depósito de agroquímicos– despertó con una severa explosión hacia las 21 horas, según vuelven a indicar los informes preliminares. La onda expansiva impactó fábricas aledañas como Iron Mountain, Larroca Minera, Almacén de Frío, Aditivos Alimentarios y Sinteplast, lo que disparó pérdidas millonarias e hirió a más de veinte personas leves y moderadas.
La titular de la UFI 1 de Ezeiza, fiscal Florencia Belloc, ordenó el accionar de equipos de peritos de la Policía Científica bonaerense para esta jornada. El objetivo es verificar el punto exacto de origen, los patrones térmicos, la presencia de acelerantes y la posible responsabilidad de empresas o personas físicas. La calificación inicial de la causa es “incendio” pero podría agravarse si la investigación demuestra negligencia grave o intencionalidad.
Las aseguradoras de las industrias afectadas ya ingresaron al predio para evaluar daños estructurales, pérdidas de maquinarias, depósitos arrasados y stock destruido. Fuentes del sector estiman que el impacto económico supera decenas de millones de dólares si se pone en consideración el valor de instalaciones, producción interrumpida y el costo de reconstrucción.
Una de las hipótesis más comentadas entre los investigadores indica que una fuga de gas o producto inflamable en Logischem podría haber generado el estallido inicial, que luego se propagó por viento y deficiencias en los sistemas de contención de otros galpones. Un ex operario de la empresa declaró a medios de prensa que existían depósitos de químicos corrosivos e inflamables sin barreras suficientes, y que “si explotaba esta logística se quemarían varias cuadras a la redonda”.
El diseño del predio, con más de 220 lotes distribuidos en un corredor logístico junto a la autopista Ezeiza-Cañuelas, permitió una rápida propagación del fuego. La empresa administradora del complejo operado por Alberdi Desarrollos señaló que el incidente ocurrió en el “Polígono Industrial” y no dentro del parque cerrado del Parque Industrial Spegazzini, aunque la cercanía geográfica generó la confusión entre ambas denominaciones.
El municipio de Ezeiza, a través de su intendente Gastón Granados, comunicó que los vecinos próximos a la zona debieron permanecer resguardados en sus viviendas y se les recomendó el uso de barbijos por la inhalación de humo. Si bien no se han registrado situaciones de toxicidad grave por parte de autoridades de salud, la incertidumbre permanece ante restos de sustancias químicas potenciales.
Por su parte, los bomberos voluntarios y de la Policía Bonaerense desplegaron más de 50 dotaciones desde distintos distritos del Gran Buenos Aires. Les llevó más de 36 horas dominar la mayor parte del incendio, mientras que los focos remanentes fueron deliberadamente contenidos para preservar estructuras clave de la investigación.
Con el avance de las pericias, la atención se dirigirá a los protocolos de seguridad y habilitación de las plantas industriales, así como a las responsabilidades patronales y estatales. Según analistas del sector, ya se habla de una crisis logística y de confianza para la zona industrial del sudoeste bonaerense, que deberá ahora afrontar reconstrucción, indemnización y revisión de normativas preventivas.
En las próximas semanas, la fiscalía podría disponer medidas de aseguramiento de los predios, prohibición de ingreso sin autorización y auditorías externas para determinar dónde se falló. Mientras tanto, el panorama inmediato es de calma contenida pero tensión entre los empresarios afectados y los trabajadores desplazados.
