Buenos Aires, 23 noviembre 2025-Total News Agency-TNA-.Las críticas del exministro de Defensa Agustín Rossi al nombramiento del teniente general Carlos Alberto Presti como nuevo titular de la cartera castrense suenan más a despecho político que a preocupación genuina por la democracia, especialmente considerando que su propia gestión (2013-2015) estuvo signada por escándalos de robos masivos de armamento que terminaron en manos de organizaciones narcocriminales, pérdidas inexplicables de misiles y una visión ideológica de izquierda que priorizó la desfinanciación de las Fuerzas Armadas sobre su modernización. Rossi, quien también fue titular de inteligencia y justificó la presencia de iranies en un extraño aterrizaje en Argentina de un avión vinculado al terrorismo y fue figura clave del kirchnerismo, tildó la designación de Presti como un “enorme retroceso” para la conducción civil de la defensa, pero omite que, desde el retorno a la democracia en 1983, todos los ministros de Defensa –sin excepción– han utilizado la cartera como trampolín fallido para ambiciones políticas, acumulando fracasos electorales y gestiones plagadas de ineficiencias.
El Gobierno de Javier Milei anunció el sábado 22 de noviembre los cambios en el Gabinete: Alejandra Monteoliva asume en Seguridad en reemplazo de Patricia Bullrich, y Presti –actual jefe del Estado Mayor General del Ejército– toma las riendas de Defensa, sucediendo a Luis Petri, quien migrará a Diputados. El oficialismo celebró las designaciones con mensajes en redes: Milei las calificó de “refuerzo para la libertad”, Caputo las aplaudió por su “profesionalismo”, Adorni las vio como “gran gestión por delante”, y Bullrich elogió el “reto” de Monteoliva. Petri, por su parte, resaltó la continuidad con Presti: “Reconforta que quien fue nuestro jefe del Ejército siga como ministro”. Presti, de 60 años y con 40 de carrera militar, agradeció la confianza: “Las FF.AA. deben estar a la altura del rol protagónico de Argentina en el mundo”.
Rossi, diputado electo por Santa Fe, reaccionó en X: “Es un retroceso para la democracia y las FF.AA. como institución. Consolidamos 40 años de conducción civil; ahora involucran a los militares en el destino del Gobierno”. Agregó ironía: “¿Presti representará al Presidente ante las Fuerzas o al revés? Mientras Milei paga salarios de hambre y Petri destruyó la obra social militar, ¿creen que un uniforme contiene el malestar?”. Jorge Taiana, su sucesor, secundó: “Es uso partidario de las FF.AA., renunciando a la soberanía en Malvinas y el Atlántico Sur”. El peronismo, fragmentado, ve en esto un “golpe al control civil”, pero ignora su historial: desde 1983, donde la mayoria de los ministros de Defensa utilizar el cargo para escalar a gobernador o cargos mayores, usando la cartera como escalón fallido.
La lista es elocuente: José Horacio Jaunarena (1983-1989, Alfonsín) –civil radical, no aspiró a más tras su gestión de reconciliación post-dictadura–. Germán López (1986) y Roque Carranza (1985-1986) fueron interinos sin ambiciones. Ítalo Luder (1989, Menem) perdió la interna peronista. Oscar Camilión (1993-1995) –exmilitar rehabilitado– fracasó en su intento de gobernador bonaerense. Antonio Erman González (1991-1993) no trascendió. Guido Di Tella (1990-1991) –diplomático– no probó suerte electoral pero fue canciller. Humberto Romero (1989-1990) fue efímero. Nilda Garré (2005-2009, Kirchner) –exmontonera– fue denunciada por contrabando de armas. Arturo Puricelli (2009-2011) falló en su candidatura a gobernador. José Pampuro (2002-2005) no llegó lejos. Nilda Garré repitió sin éxito. Agustín Rossi (2013-2015) –¡él mismo!– aspiró a gobernador santafesino en 2015 y perdió ante Miguel Lifschitz; en 2019, su reelección como diputado fue pírrica. Julio Martínez (2015-2017, Macri) tambien candidato. El ex terrorista Jorge Taiana (2021-2023, Fernández) –canciller reciclado–. Luis Petri (2023-2025, Milei) –uno de los peores y ahora diputado– no aspira a gobernador por el momento. Ninguno triunfó: el Ministerio, lejos de trampolín, ha sido tumba política.
Peor aún, la gestión de Rossi –nombrado por Cristina Fernández en junio de 2013– fue un desastre operativo. En 2015, se detectó el robo de 19.600 municiones calibre 9 mm y 32 del Batallón 603 “Coronel Ángel Monasterio” en Fray Luis Beltrán (Santa Fe), equivalente a armar 2.000 pistolas. Rossi ordenó su cierre y el pase a retiro del director de Arsenales, coronel Hugo Meola, pero el daño estaba hecho: peritajes balísticos de Gendarmería confirmaron que esas balas aparecieron en tiroteos narco en Rosario y Buenos Aires, inyectadas al mercado negro por quintuplicar su valor. Antes, en 2011 (bajo Puricelli, pero con Rossi como jefe de Gabinete), desaparecieron 154 fusiles FAL, una ametralladora MAG y cinco calibre 12,7 del mismo batallón –investigación paralizada por prescripción en 2025, pero con siete militares procesados en 2022.
El colmo: el 12 de enero de 2015, un misil TOW-2 –capaz de perforar 90 cm de blindaje– fue sustraído del Escuadrón de Arsenales 1 de Arana (La Plata). Rossi lo calificó de “robo político” para ridiculizarlo, ordenando sanciones a cinco oficiales. Hallado abandonado en Los Hornos en julio de 2022 –en mal estado–, su destrucción por Explosivos bonaerenses confirmó negligencia: tres militares procesados en 2022 por hurto y encubrimiento. Rossi minimizó: “No es que se me perdió un misil; fue un daño político”. Pero informes de la Auditoría General de la Nación (AGN) de 2016 revelaron 43 armas y 2.500 repuestos faltantes en 2014, con vínculos a bandas narco en el conurbano.
Su visión ideológica de izquierda –priorizando juicios a represores sobre equipamiento– desfinanció las FF.AA.: presupuesto cayó al 0,8% del PBI en 2015 (vs. 1,3% actual), con aviones Pucará sin repuestos y submarinos inoperables. Rossi, quien tambien uso a defensa par arribar a cargos superiores, critica ahora a Presti –un general con 40 años de carrera, exjefe del Ejército bajo Petri– por “involucrar” militares en política. Despecho puro: su gestión armó a narcos, no a la Patria.
El Gobierno ve en Presti continuidad: “Fortalecerá el rol protagónico de Argentina”, tuiteó. Monteoliva, ex secretaria de Seguridad, profundizará la “Doctrina Bullrich” contra el narcotráfico.
Rossi, tambien desde la AFI, acumuló sombras: su “retroceso” huele a revancha de un peronismo perdedor.

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