Buenos Aires, 2 de diciembre de 2025 -Agencia Total de Noticias-TNA-La profunda reestructuración que atraviesa la Jefatura de Gabinete de Ministros, impulsada por su nuevo titular, Manuel Adorni , alcanzó este martes su punto más significativo con el desplazamiento de José Rolandi , el último funcionario de alto rango que había logrado sobrevivir a la masiva purga inicial del exjefe de Gabinete Nicolás Posse. La decisión, que se concretó tras una reunión en Casa Rosada de la que participaron Adorni, Rolandi y su segundo, Nicolás Germán, implica la eliminación de la estructura de las vicejefaturas de Gabinete y consolida el poder de Adorni como el principal coordinador y supervisor de la gestión administrativa y política.
Rolandi, un ingeniero industrial de 46 años y con un perfil netamente técnico, había sido una pieza de enorme valor durante los primeros meses de la administración libertaria, principalmente por su rol clave como interlocutor ante los bloques legislativos dialoguistas en el Congreso. Su conocimiento detallado de la Ley Bases y las intrincadas negociaciones con gobernadores y empresarios petroleros, como atestigua su participación en reuniones con el Club del Petróleo, lo convirtió en un engranaje indispensable para el gobierno en su esfuerzo por destrabar la legislación fundacional.
Su permanencia en el cargo, inicialmente como Secretario Ejecutivo de Gobierno y luego ascendido a Vicejefe de Gabinete Ejecutivo, fue un verdadero hito de supervivencia dentro de la volátil dinámica de Balcarce 50. Tras la explosiva salida de Nicolás Posse en mayo de 2024, Rolandi fue el único funcionario proveniente del semillero de Corporación América que mantuvo su silla. Su vínculo directo con el holding de Eduardo Eurnekian , donde compartió el proyecto del “Corredor Bioceánico Aconcagua” con el propio Posse entre 2011 y 2014, le había valido cierta desconfianza en el círculo íntimo del presidente Javier Milei , quienes nunca lo consideraron parte del núcleo duro fundacional.
Su primera “sobrevivencia” se debió al fuerte respaldo de su segundo jefe, Guillermo Francos. Francos, quien se hizo cargo de la Jefatura de Gabinete a fines de mayo de 2024, respetó el rol técnico y la capacidad de gestión de Rolandi. En aquel momento, fuentes cercanas al Presidente aseguraban que Milei no interferiría en el equipo de Francos, a pesar de que la falta de simpatía hacia Rolandi era un secreto a voces en los pasillos gubernamentales.
Sin embargo, tras la renuncia de Francos en octubre y la asunción del vocero presidencial Adorni, el margen de maniobra de Rolandi se agotó por completo. La decisión de Adorni de simplificar restrictivamente el organigrama y eliminar las vicejefaturas de Gabinete (Rolandi era Vicejefe Ejecutivo y Lisandro Catalán, del Interior) lo dejó prescindible. Esta reorganización marca el objetivo de Adorni de concentrar el poder de coordinación, priorizando la gestión sobre la estrategia política, terreno que el nuevo ministro coordinador buscará articular directamente con la Secretaría General de la Presidencia.
La desconfianza del entorno presidencial hacia Rolandi había sido un factor persistente y determinante desde principios de año. El punto de inflexión se registró en enero de 2025, cuando fue eliminado del grupo de WhatsApp del Gabinete, junto a Catalán, en medio de serias sospechas de filtraciones de información a la prensa. Si bien las dudas sobre Catalán se disiparon posteriormente, el señalamiento se centró en Rolandi, lo que llevó al núcleo duro, liderado por la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei , a marginarlo progresivamente.
Como señal inequívoca de su caída en desgracia, el ex Vicejefe de Gabinete fue forzado a mudar su despacho fuera de Casa Rosada, abandonando el Salón Martín Fierro para ser reubicado en el edificio Shell, a varias cuadras de distancia del centro de poder. En el entorno presidencial anidaba la certeza de que Rolandi “seguía jugando para Posse”, una acusación de lealtad dividida que vendió su destino. Se suma a esto una supuesta controversia por cambios internos en las oficinas de la propia Casa Rosada, que habrían sido mal vistos por la cúpula.
Con la salida de Rolandi y su equipo, la Jefatura de Gabinete se enfoca en una nueva etapa de control riguroso. Adorni nombró a su mano derecha, Aimé “Memé” Vázquez , una politóloga de la Universidad de Buenos Aires (UBA) con una maestría en Austria, como su Jefa de Gabinete . Vázquez, de reconocido perfil técnico y que lo acompañó en la Vocería Presidencial, asumirá como el número dos dentro del equipo de Adorni, con el mandato explícito de ser los “ojos de Javier y Karina Milei” en el Poder Ejecutivo para garantizar la alineación total de la gestión.
Rolandi, quien ocupaba una valiosa silla en el directorio de la petrolera YPF para su cargo, intentó “contraofertó” diversas opciones para mantenerse dentro de la estructura gubernamental, pero sus propuestas fueron sistemáticamente rechazadas. Su salida completa de la gestión se materializa en momentos donde la Jefatura de Gabinete reestructura áreas clave como la Secretaría de Comunicación y Medios, demostrando la voluntad de Adorni de instalar su propia impronta sin remanentes de las gestiones anteriores.

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