BUENOS AIRES, 8 de diciembre de 2025 – Total News Agency-TNA-El canciller Pablo Quirno protagonizó hoy un áspero cruce público con el diplomático de carrera retirado Héctor Torres, exrepresentante argentino ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), luego de que este cuestionara la reciente incorporación de aviones F-16 Fighting Falcon adquiridos por el Gobierno y presentados el fin de semana durante un sobrevuelo sobre la Ciudad de Buenos Aires. Los F16 adquiridos tienen una antiguedad promedio de 40 años.
Torres había calificado la compra como una muestra de “emoción patriótica” injustificada y remarcó que el material proveniente de Dinamarca se encuentra en proceso de reemplazo por los nuevos F-35. La frase “Triste”, con la que cerró su comentario en redes sociales, desató la inmediata respuesta del jefe de la diplomacia argentina. Quirno le recordó que, aun en situación pasiva, un miembro del Servicio Exterior de la Nación debe conducirse “según su posición” y, en caso contrario, prescindir de identificarse públicamente con esa condición. La advertencia adoptó un tono inusualmente severo, interpretado por fuentes diplomáticas como un mensaje hacia quienes utilizan su trayectoria en la carrera para influir en el debate público en torno a decisiones estratégicas.
Aunque no es la primera vez que un diplomático cuestiona aspectos de la política exterior libertaria, en general esos planteos se mantienen en ámbitos reservados. Embajadores consultados señalaron que durante esta gestión “las tensiones ideológicas existen, pero no derivan en cesantías”, lo que no impide que algunos funcionarios retirados expresen objeciones sin los filtros tradicionales del Palacio San Martín. La singularidad del episodio radica en que Torres se encuentra jubilado, pero continúa autodefiniéndose en términos institucionales, un gesto que habría molestado al canciller tanto como el contenido de sus críticas.
En el trasfondo del cruce late el intenso debate generado por la compra de los F-16, una operación valorada por el Gobierno como la más relevante en materia de defensa en décadas. Argentina adquirió 24 unidades F-16AM/BM modernizadas pertenecientes a la Royal Danish Air Force, con una antigüedad promedio cercana a los 40 años. Fabricados originalmente entre 1980 y 1989 —algunas unidades construidas por Fokker en los Países Bajos—, los aparatos fueron sometidos a programas de actualización tecnológica mantenidos por la OTAN. La operación, por un total aproximado de US$650 millones, incluyó repuestos, equipamiento logístico, infraestructura de apoyo y el entrenamiento de pilotos y técnicos.
Seis de estas aeronaves arribaron al país en los últimos días y realizaron un vuelo rasante sobre puntos emblemáticos de la ciudad, en un gesto que el Gobierno interpretó como símbolo de recuperación de la capacidad de defensa aérea supersónica, perdida años atrás con la baja de los Mirage III y otras plataformas históricas. El Ministerio de Defensa sostiene que las unidades danesas continúan operativas en varios países de la OTAN y que mantienen un estándar adecuado para las necesidades defensivas argentinas, especialmente en tareas de intercepción, vigilancia y control del espacio aéreo.
Hasta el momento, la Asociación Profesional del Servicio Exterior (Apsen) no emitió un pronunciamiento sobre el incidente. Sin embargo, en círculos diplomáticos se advierte que la reacción pública de Quirno evidencia la creciente sensibilidad oficial frente a cuestionamientos internos, sobre todo en un contexto en el que la política exterior y la agenda de defensa se han convertido en pilares centrales del proyecto libertario. El episodio, a juicio de analistas consultados, expone la grieta entre la visión modernizadora del Gobierno, que considera a los F-16 una plataforma indispensable para reposicionar a la Fuerza Aérea, y sectores que desconfían de la conveniencia estratégica y del costo político de la operación.
La controversia abrió así un nuevo capítulo en la relación entre la conducción política del Palacio San Martín y figuras históricas del Servicio Exterior. Y, en paralelo, reavivó la discusión pública sobre los alcances reales de la renovación militar, justo cuando el Ejecutivo busca mostrar una agenda de fortalecimiento institucional y reafirmación de capacidades en un escenario geopolítico cada vez más exigente.

Argentina
España
USA
Israel














