Diputado provincial e hijo del exsenador Eduardo Menem, es representante de Javier Milei en La Rioja. Busca posicionarse para tener un cargo de gestión. Dona su sueldo, no quiere cargos y busca terminar con el clientelismo de su provincia.
Martin Menem es una rara avis en la política riojana. No quiere vivir del Estado, milita el achicamiento de los cargos públicos para los justos y necesarios, está en contra de cualquier prebenda que genere votos comprados y dona su sueldo. Es un empresario que vivió muchos años en la Capital por la gestión parlamentaria de su papá, Eduardo, hermano de Carlos Menem y uno de los parlamentarios más sesudos que tuvo el país. Actualmente terminó un doctorado y escribe sus memorias, sigue estudiando temprano como siempre y su exigencia está intacta.
Martin Menem no sabe qué rol ocupará en la mesa electoral de Javier Milei. Algunos dicen que puede ser vicepresidente, pero lo cierto es que hay dos escenarios concretos que al economista liberal le cuajan a la hora de pensar en el futuro de Menem: candidato a jefe de Gobierno o gobernador de La Rioja, donde actualmente es diputado. “No quiero ser diputado nacional ni senador, esto es gestión o nada, no me interesa un cargo ni el dinero”, se le escuchó decir alguna vez.
Javier Milei tiene en Ramiro Marra la vocería de sus ideas para la Ciudad. Estridente y versátil, Marra logró aunar miradas de varios dirigentes para poder posicionarse como potencial candidato, aunque no está claro si será primer diputado nacional, primer legislador o jefe de Gobierno, lo que sí está claro es que será un jugador de peso en la boleta liberal de este año. Deberán enfrentarse con los halcones de Republicanos Unidos, donde Roberto Garcia Moritan analiza encarnar una boleta dura que corra por derecha al coreocentrismo de Juntos por el Cambio.
Menem alterna su tarea empresaria con su actividad parlamentaria y su asesoría con Milei, de frecuente consulta. Lo cierto es que en La Rioja la tarea en el Congreso está muy acotada: el 85% del cuerpo vota sin preguntar siempre a favor de Ricardo Quintela, empezando por Florencia López, vicegobernadora que quiere heredar el puesto de Quintela pero no sacó chapa de candidata todavía.
La oposición riojana está partida, pero hay un plan para ir todos juntos y ganarle al oficialismo. Ahí está la danza de encuestas, donde Julio Martínez aparece junto con Felipe Álvarez e Inés Brizuela y Doria y el propio Menem como candidatos votables con posibilidades de disputar poder.
Fuente MDZ