Por Ignacio Ortelli
El Presidente mantiene su intención de competir por la reelección pero en los próximos días empezará a delinear un espacio en el que se discuta la estrategia para las elecciones.
Finalmente, Alberto Fernández cedió ante la presión de la mayoría de sectores del Frente de Todos para que arme una mesa política que discuta la estrategia de cara a las elecciones presidenciales. Aunque no resigna su intención de ir por la reelección, el Presidente decidió armar un espacio para discutir el plan y las listas.
Así lo confirmaron a Clarín altas fuentes oficiales cercanas al jefe de Estado, que aseguraron que en la decisión del mandatario “no” influyó la cumbre en Merlo, donde este martes a la noche se congregaron La Cámpora, el kirchnerismo duro y el massismo, y al que no fue invitado el Presidente ni ningún dirigente cercano.
“La mesa se va a armar pero no para ser fiscal de la gestión nacional sino para coordinar la estrategia electoral”, indicó una voz de extrema confianza de Fernández, que indicó que no se deben buscar segundas lecturas a la medida. Es imposible escindir este giro de la reunión que trazó Máximo Kirchner y el grueso del PJ bonaerense.
“No va a ser un espacio donde se analicen las medidas de gobierno, sino que se van a abordar las cuestiones esenciales para que el peronismo sea competitivo”, agregó. Esta diferenciación es clave: desde que se enfrentó con Cristina Kirchner, el Presidente resistió a la presión de trazar una mesa política de decisiones, con el argumento de que buscaban rodearlo para forzarlo a hacer propias las iniciativas que surgían desde el Instituto Patria.
Según confió otro importante integrante del Gabinete con acceso sin restricciones al despacho del Presidente, la convocatoria a lo que será una “Mesa de Estrategia Electoral del Frente de Todos” ya “estaba definida hace más de una semana”. En rigor, no había trascendido hasta el momento y otros referentes del entorno presidencial afirmaban que esto no iba a ocurrir.
Incluso cuando este domingo Máximo Kirchner se había puesto al frente del reclamo definir “cómo se sigue” de cara al año electoral. “Hace tiempo que reclamamos una mesa política donde yo no quiero estar, pero corresponde que estén otros compañeros y compañeras. Hay que sentarse a hablar, no es conveniente ir a la elección con un grado de distorsión tan grande respecto de la realidad política”, planteó el fundador de La Cámpora en el sitio El Cohete a la Luna.
“El Presidente está en carrera, como siempre, eso no cambia”, completó otro integrante del reducido grupo de dirigentes incondicionales que rodean a Fernández.
“Alberto tiene los pergaminos suficientes para ir por la reelección, si así lo decide. ¿Quién se lo va a impedir?“, cerraron desde el entorno del mandatario.
En cualquier caso, la decisión de Fernández, que se concretará en los próximos días, implica una instancia de debate interno en la que el Presidente tiene varios detractores y pocos adeptos. También le asoman competidores, en paralelo al operativo clamor por Cristina que ya lanzó el kirchnerismo duro en redes sociales y que podría cristalizarse con un acto el próximo 24 de marzo, una fecha a la que la vice instó a “movilizar” a la militancia.
El que se volvió a bajar de la competencia fue el líder del Frente Renovador Sergio Massa. Este lunes, en Merlo, volvió a decirles a sus compañeros del FdT que no está en carrera. “Es incompatible ser ministro de Economía y candidato”, explicó, según pudo reconstruir Clarín de varios de los presentes.
En tanto, todavía no está claro a quién apoyarán los gobernadores, quienes -en su mayoría- durante buena parte de la gestión de Fernández se alinearon con la Casa Rosada pero que en el último tramo empezaron a tender puentes con Cristina. Además, uno de los que se había anotado en la contienda, el chaqueño Jorge Capitanich, lanzó un mensaje de cara a la interna que sorprendió porque inicialmente fue interpretado como un guiño al jefe de Estado pero que al final pareció aludir al jefe de Gabinete, Juan Manzur, quien tiene sus propias aspiraciones: “El espacio de representación del Gobierno debe quedar solamente para una persona. Esto significa que, si el Presidente tiene la voluntad de ir por la reelección, ningún ministro ni representante del espacio deberían competir, porque se supone que el espacio lo representa el Presidente”.
Fuente Clarin