Por María Laura Avignolo
En una entrevista con Clarín en Francia, el ministro de Seguridad fija postura y se diferencia del kirchnerismo duro. Critica a La Cámpora, apoya la candidatura de Alberto Fernández y califica la gestión del Presidente como “extraordinaria”.
– Usted fue el primero en apoyar la candidatura del presidente Alberto Fernández. ¿No es una ilusión apoyar al presidente, que está tan impopular? ¿Por qué tiene chance de participar en la elección presidencial, a su criterio?
– Por varias razones. Porque Alberto Fernández hizo una gestión excepcional. Creo que está mal vendida, pero es excepcional. Aparecieron tantos que criticaban- porque es muy fácil criticar cuando el otro está trabajando como un loco- después de venir de cuatro años de la catástrofe macrista, más la pandemia, más la guerra, más tantas complicaciones. Y sin embargo, con una gestión brillante, entonces todos los que critican o los parlanchines que hablan de este tipo de situaciones, lo que deberían hacer es acompañar. Yo no voy a dejar un presidente peronista solo. Jamás jugaría en contra de un presidente peronista sólo, como ningún radical hubiese jugado en contra de Raúl Alfonsín. No lo haré y voy a seguir trabajando al lado del presidente siempre. ¿Y porqué sostengo eso que él creo que tiene que ser el presidente?. Porque después de semejante tarea hay más por hacer y se necesita alguien que tenga la estatura para hacerlo.
– ¿Quiénes son los que pueden estar del otro lado?
– No voy a hacer nombres porque es desagradable. Cualquiera de ellos que quiera competir se anotan.Será el 20 de junio el cierre de listas. Se anota, arma una lista, compite y si le gana al Presidente será candidato.
– Pero el problema es que los principales adversarios del Presidente están dentro del Gobierno. Es el ministro del Interior Wado de Pedro, La Cámpora…
– El tema de Wado de Pedro, el de La Cámpora, el de Cristina… Yo soy crítico de esa situación porque no pierden laoportunidad como para hacer notar el gesto descomedido y no colaborativo. Y aclaro que soy un admirador de Cristina. La acompañé con todo mi corazón y lo volvería a hacer. Le tengo un cariño y un amor, como lo tuve por su marido. Pero yo no siento que las cosas se hagan bien y que los impactos sobre el Presidente son innecesarios, porque el trabajo se tiene que hacer y no proponen cosas de otro color. Lo de Wado -a quien le tengo cariño- pero no participar un año al lado del Presidente, es algo fuerte. Ya el Presidente elevó el decreto del Congreso, en el cual dice por qué temas se abren las extraordinarias, que es el único que lo puede hacer; y no menciona la modificación de las leyes electorales. Ergo, no va a haber ninguna modificación al respecto, con lo cual va a haber PASO. Y si hay PASO hay que discutir. Que se pongan la camiseta, compiten y chau.Aníbal Fernádez, muy crítico con quienes degradan al Presidente desde dentro del Gobierno. Foto: Noel Smart
– ¿Es inaceptable que un ministro, de alguna manera , quiera degradar la investidura presidencial?
– Desde mi óptica lo es. Pero el Presidente sabrá por qué hace las cosas y cómo las cuidas y cómo las piensa y cómo las dice. Él sabrá lo que tiene que hacer con su gestión. Yo voy a hacer lo que él me pida para que yo colabore con esta tarea. Trato por todos los medios de estar en cada uno de los lugares que se puede. Va de suyo que uno hace esfuerzos, para hacer algunas cosas, sobrehumanos.
– ¿Usted es capaz de enfrentar a La Cámpora, capaz de enfrentar a los indisciplinados? ¿Es capaz de enfrentar a Máximo Kirchner y decirle “cállate la boca”?
– Yo acompaño al Presidente y enfrento a cualquiera de los que usted me nombró, a cualquiera. ¿Por qué razón? Porque nunca me han demostrado que tuvieran algo que pudiera haber mejorado la situación del país y se lo hayan entregado al Presidente para colaborar. No lo he visto nunca. Entonces, que ellos tengan todo el derecho del mundo de competir, si lo sienten de esa manera y yo veré cómo me sumo a los que creemos que el Presidente tiene chance para poder discutir una pelea de esta característica y volver a ser Presidente de los argentinos.
– ¿Cómo el peronismo va a elegir un candidato ganador con todas estas luchas internas, que de alguna manera, recuerdan al 1973 y al 74?
– Pero siempre fue así. El viejo (Juan Carlos) Pugliese, a quien conocí y usted también lo conoció, decía que el gobierno era un espacio entre dos elecciones internas. Con lo cual no le tengo miedo yo a competir, si esta es la forma que eligió la democracia como para sostenerse y definir cuáles son las propuestas que nos importan a todos y que nos llevan a un punto donde nos beneficie a todos. En los cuatro años de Macri no tiene que ver Alberto, en la pandemia no tiene que ver Alberto. Las decisiones hay que tomarlas. No prestar atención a eso y desatender ese punto para después cargarle todas las tintas, como si fuese su responsabilidad, es por lo menos de canalla.
– ¿Y Massa candidato? ¿Él puede ser candidato o realmente a las intenciones de Massa las ha perforado la inflación? ¿Usted cree que su candidatura ya no es posible porque no ha conseguido la confianza de los argentinos?
– Sergio es una persona que está trabajando muy fuerte, muy fuerte para serlo, seguramente. Y tiene todo el derecho del mundo. ¿Por qué no? Y lo que Sergio está haciendo es trabajando por lo suyo también. Cuando trabaja para el país, también trabaja por los suyo, porque es lícito tener aspiraciones y no me parece que esté incorrecto trabajar en consecuencia.
– ¿Esta debilidad nueva de Massa -porque hasta hace dos semanas Massa venía con una fuerza que hoy aparentemente está perdiendo- de alguna manera fortalece la candidatura de Alberto y la unidad que Alberto quiere mostrar?
– Ni Massa ni Alberto tienen posiciones débiles. Cada uno tiene su formato, que no se parece al mío. Por eso las respuestas que yo me niego a contestar es porque tiene que ver con mi forma de ser. Yo soy un carnívoro, hecho y derecho , y actuaría o hubiera actuado de alguna manera distinta que la que actúa el presidente. Pero no significa que seamos distintos y no tengamos ambiciones de idénticas características. Pero en el caso mío, que yo vaya a acompañar al Presidente. Y yo supongo que finalmente un acuerdo entre ellos dos es el que va a sellar el camino a seguir para adelante.Así que yo no tengo dudas de ser su ministro. Y hasta ahora han demostrado actuar conforme se han puesto de acuerdo con el presidente de la Nación.
– ¿Y Cristina puede ser candidata o le queda mejor este status de proscripta?
– No, no está proscripta. No está proscripta hoy, no está proscripta. Uno tiene que hacer, sí es claro, distinciones, porque cuando la definen de la manera que la definieron en una causa que no tiene ningún sentido, por supuesto que le restan oportunidad. Entonces, sí hacen daño a un candidato de esa manera. Lo puedo decirlo con mucha claridad, porque en el 2015 me lo hicieron a mí.
– Los suyos, el “fuego amigo”…
– Sí, claro, claro. Yo no estoy negando el “fuego amigo”, ni hablar. Pero quiero decir que en este caso no es tan así. Y sin embargo alguien ha actuado de esa manera. El Presidente, que tiene una posición en muchas cosas discutibles respecto a la actitud de Cristina, no ha tenido gestos descomedidos como para perjudicarla en ese sentido. Y además es consciente de que lo que le han hecho a Cristina, que si bien la legislación hoy no indica que esté proscripta, las condiciones en las cuales la dejan como candidata no son buenas para competir.
– ¿Cuál debe ser el rol de Cristina en un momento como éste, donde el país está viviendo una situación muy débil?
– Depende lo que quiera hacer ella. Si ella quiere ser candidata, nadie le puede decir que no. Fue dos veces presidenta de la Nación, es el cuadro más importante que pueda haber tenido en la política argentina. Nadie le puede decir que no. En todo caso, deberá competir con el presidente.
– ¿Y usted cree que eso puede ser un escenario?
– ¿Y por qué no? ¿Por qué hay que tenerle miedo a competir? Y si la oposición en principio va a tener que competir. Hoy como están, no tienen resuelto nada, absolutamente nada. Van a tener que competir. La Argentina tiene muchas necesidades de generar riqueza, que a todos aquellos que invierten le genere una rentabilidad adicional para que lo tiente y venga a la Argentina. La reducción de la desocupación no ha parado hace mucho tiempo. Nuestras complicaciones por ahí siguen siendo “un piquito de inflación”. Ese es el trabajo al que Sergio (Massa) tiene que estar apuntando . Yo soy optimista de que en algún momento vamos a estar produciendo, para marzo, abril -ojalá- una reducción al 3%.
– ¿Por qué existe este abismo entre lo que el Presidente dice que hace y dice que consigue, los números que muestra y lo que la gente cree que el presidente hace?
– Recién lo dije sin pelos en la lengua. Yo creo que la gestión es brillante. Lo vendimos mal. Le contamos mal a la sociedad que realmente la desocupación desapareció porque la mayoría tiene trabajo porque es propio. Que la discusión respecto de la inversión en planes sociales, mejorando la incorporación a los hombres y las mujeres de un trabajo a una actividad activa, está llena de puntos en donde el Gobierno no deja de trabajar permanentemente para mejorar esa posibilidad. Ese es el camino que hemos elegido todos y que queremos que el Presidente culmine su gestión. Y que en mi caso, yo estoy convencido que tiene que seguir siendo el presidente de la Nación.
– Máximo Kirchner dice que hay que discutir el acuerdo con el Fondo Monetario.
– No, es un tema sin sentido para mí. No tengo ganas de discutir la persona de Máximo. Discuto específicamente sobre el tema que me está planteando. Nosotros no inventamos este tema. A mí me asombra a veces , cuando escucho a un montón de hombres y mujeres de mi grupo político, o más radicales o menos radicales, que hablan de que había que ser más duro con el Fondo. ¿Con qué? Vos sos duro cuando tenés espalda para aguantarlo. ¿Qué es de lo que sos capaz? Lo que el Presidente consiguió es una posición de las mejorcitas que se podían en esa situación y que permitieron que la Argentina no cayera en default. No es la misma situación que en el 2001. En el 2001 no habíamos defaulteado con los organismos internacionales de crédito. Acá defaulteamos con las tres cosas. El macrismo nos dejó como presente griego el default en pesos, las complicaciones con las Leliq y la situación con el Fondo Monetario Internacional. Hay que seguir metiéndole para adelante porque no hay forma que no se pueda resolver. Y vuelvo a insistir, ya va el tercer trimestre que se puede cumplir y que se están mirando con mucho detenimiento cuál es la visión que tenemos respecto del superávit fiscal primario, que está yendo por el camino elegido.
– Pero con esta posición dentro del gabinete y la mayoría del gabinete con el Presidente. ¿Usted cree que el kirchnerismo los va a dejar avanzar?
– El kirchnerismo soy yo también, para empezar. Si el kirchnerismo lo va a dejar avanzar o no, no depende de nadie. Lo decide el Presidente. El Presidente lo decidió y es candidato e iremos todos para adelante, con muchos de los que se llaman kirchneristas y que piensan lo mismo que pienso yo.
– ¿Usted no cree que es necesario frenar el juicio a la Corte Suprema?
– No, no es un tema que me tenga que meter yo. Es una discusión de otra característica que, como yo formo parte de estamentos que se rozan con ese tema, no quiero hablar específicamente. Acabo de hablar con el presidente de la Corte por la situación de los jueces. Me parece de una pésima factura que yo me ponga a hacer valoraciones de este tema. Lo que dije a un colega suyo, es que ese tema específicamente se está discutiendo en el ámbito que corresponde, con la legislación que corresponde.
– ¿Usted cree que es el tiempo, como la época de Perón y Balbín, de un acuerdo radical-peronista?
– Es que los radicales en Argentina se han desdibujado. Yo pertenezco a una generación que siempre tuvo vasos comunicantes. Gobierne quien gobierne, se podía hablar de política. Uno los veía y muy cerca de lo que don Raúl, quién me distinguió con su afecto los últimos años de su vida, porque por el pedido del presidente Duhalde fui el nexo y le resolvía los temas que él necesitaba y me pedía. Nunca para él, siempre para alguien que estaba sufriendo o padeciendo alguna cosa. Ese radicalismo hoy falta, no está.
Paris, Francia. Corresponsal
Fuente Clarin