Por Darío Rosatti
Los capos de la CGT abandonaron la mesa de “dialogo” convocada por el gobierno para lograr adhesiones y consenso en la llamada mesa política del Frente de Todos de cara a las elecciones PASO rumbo a las presidenciales.
En la mesa política se exhibieron las peores formas, cruces, peleas y pasases de facturas, algo que los gremialistas no siempre manejaron con cautela y por lo que la historia guarda tristes recuerdos, como los enfrentamientos entre hombres armados de Moyano y Pata Medina. Sin mencionar la participación de Hugo Moyano junto al CNU en los 70, donde las balas eran el idioma.
La fisura quedo expuesta crudamente cuando no pudieron consensuar una fotografía de “familia”.
Los gremialistas atornillados a los sillones de sus gremios hace mas de 40, 50 o mas años llegaron al tradicional asado de Luis Barrionuevo en la costa, para los mas jóvenes, Barrionuevo es aquel que dijo muy suelto de cuerpo en los años 90: “Debemos dejar de robar por dos años para que la Argentina crezca”. Al parecer no habría hecho caso a su propio consejo dado su nivel de vida, al igual que sus “compañeros” gremiales.
Héctor Daer aseguro que “La política no nos va a resolver los problemas. La dirigencia sindical se tiene que meter adentro de la política para lograr desde ahí encontrar las soluciones. No hay que equivocarse”. En los años 70, los gremialistas, algunos de ellos aun en sus gremios, pensaron lo mismo y crearon sus propias estructuras armadas para enfrentarse a la izquierda y a un sector del peronismo que amenazaba con restarles poder. Algunos de esos capos gremiales mantenían una buena relación con las Fuerzas Armadas.
Pablo Moyano y Héctor Daer lograron algún tipo de acuerdo en que había que anteponer la unidad y terminar con el enfrentamiento publico, todo para retener al peronismo en el poder, las políticas para mejorar la vida de la gente no fueron tratadas.
La anunciada reunión de la “familia” gremial con Sergio Massa volvió a ser pospuesta. Tal vez estos huelen a cala cerca del ministro de economía y como se sabe, tienen buen olfato, excepto Barrionuevo que pide jugarle unas fichas a Eduardo De Pedro, el preferido de CFK, en su intentona para la presidencia. Vaya a saber que anda olfateando Don Luis.