El Presidente viajo a una de las pocas provincias que le garantizan buen recibimiento y cero criticas para inaugura la escuela René Favaloro, donde recordó al ilustre medico ante los alumnos. Como es su costumbre la historia fue editada.
“Estudió en Estados Unidos, volvió a la Argentina con los conocimientos, desarrolló técnicas para atender enfermedades cardiovasculares que son hoy adoptadas y desarrolladas en todo el mundo, y por una ironía del destino terminó muriendo, porque el Estado no dio respuesta a su proyecto, que es la Fundación Favaloro”, recordó el Presidente. Sus amigos gremialistas no fueron mencionados.
Responsabilizo al estado por su muerte, tal vez por el hecho que al momento de suicidarse, por una enorme deuda que gremios, el PAMI y diferentes sectores del estado mantenían con el, pero no hablo de los sindicalistas, sino del estado.
En ese momento, Horacio Rodríguez Larreta era interventor del PAMI, organismo que había negado una deuda de dos millones de dólares a la que el cardiólogo hizo mención, junto a los sindicatos, responsabilizándolos de la debacle económica en que había caído la “Fundación Favaloro”.
En una de las cartas de despedida, Favaloro decía: “El PAMI tiene una vieja deuda con nosotros -creo desde el año ’94 o ’95- de 1.900.000 de pesos; la hubiéramos cobrado en 48 horas si hubiéramos aceptado los retornos que se nos pedían“. Tras la muerte del cardiocirujano, Larreta y otros funcionarios del organismo fueron acusados penalmente por “defraudación” e “incumplimiento de los deberes de funcionario público”, debido al direccionamiento de la compra de vacunas antigripales, hechos que ya habían sido revelados por el propio Favaloro. No obstante, a fines del 2000 Larreta fue expulsado del PAMI