“Tenemos solo nafta súper”, dice el playero a los autos que se acercan a una estación de servicio YPF, en Vicente López, minutos después de las 9 de la mañana. “Desde el sábado estábamos sin combustible, hoy temprano vinieron a cargarnos, pero ya nos estamos quedando sin”, agrega.
Casi cinco minutos después, una supervisora sale de su oficina y dice que hay que cortar la bomba, porque se terminó lo que quedaba de nafta. “No te preocupes, yo aviso”, le dice al playero, al ver su cara de preocupación por tener que comunicarles la mala noticia a los conductores que estaban haciendo la fila. Uno de los autos desarma la cola enojado, baja la ventana y grita: “Sigan votando a Massa, que así estamos”, y sale a toda velocidad.
La secretaria de Energía, Flavia Royon, recibió ayer de nuevo a las principales operadoras de combustibles del país: YPF, Raízen (a cargo de las estaciones de servicio Shell), Pan American Energy (dueña de Axion) y Trafigura (Puma Energy). Fue una de reunión de tres horas, en la que no se habló de precios, pese a que hoy vence el acuerdo que se había llegado a fines de agosto. “El encuentro se centró en normalizar en todo el país el tema de nafta. No hubo hasta ayer definiciones”, dijeron en el Palacio de Hacienda.
Las empresas coincidieron en que no se mencionó el tema de precios: “Primero hay que llenar las estaciones de servicio”. Sin embargo, mañana habrá una nueva reunión que incluirá al candidato y ministro de Economía, Sergio Massa. La idea es negociar un aumento de precios menor al 10%, dijeron fuentes oficiales.
En la industria esperan ver “la letra chica”, ya que tal vez no sería todo una mejora de rentabilidad de las empresas refinadoras, sino que habría una suba para los productores de biocombustibles, que se usan para el corte de nafta y gasoil.
Ayer por la tarde, la industria emitió un comunicado conjunto en el que explicaron que se arbitraron “todos los medios para acelerar la descarga de barcos con combustible importado”. En total, fueron tres barcos con nafta y diesel, y se sumaron dos embarques, que no estaban en la planificación original, que comenzaron a descargarse entre ayer y hoy. “Se prevén tres barcos más que permitirán normalizar la situación de stocks estratégicos de combustibles”, dijeron. Cada buque cuesta entre US$35 y US$40 millones, que serían financiados con dólares al tipo de cambio oficial ($350) del Banco Central.
Los precios de los combustibles aumentaron en el año alrededor de 60%, mientras que la inflación acumulada hasta octubre es del 120%. A cambio, el Ministerio de Economía les ofreció a la industria petrolera diferir los pagos de derecho de exportación (retenciones) hasta fines de marzo, para que les vendan a las refinadoras el barril de petróleo a US$56, muy por debajo de los US$85 al que cotiza el Brent, la referencia internacional utilizada en el país.
La AFIP, en tanto, volvería a postergar el aumento del impuesto sobre los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC) por novena vez seguida, para evitar aplicarle más presión a los precios. Los dirigentes de YPF habían propuesto hace dos años cambiar la manera de actualizar el impuesto, pero el oficialismo nunca impulsó el proyecto en el Congreso. Actualmente, se deberían actualizar de manera trimestral según la inflación pasada.
El Gobierno también les permitió a las refinadoras importar gasoil y naftas sin impuestos hasta hoy, aunque el decreto 461, firmado por el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, y Massa (la fórmula oficialista a presidente y vice), permite a la Secretaría de Energía prorrogar dicho plazo por un mes más, hasta fines de noviembre.
En la práctica, las refinerías que no están controladas por el Estado aplicaron desde fines de agosto al menos tres aumentos de 2,5%. La excepción fue YPF, hizo una suba de 3% para trasladar una suba de biocombustibles. La petrolera cada vez tiene el precio de la nafta y el gasoil más barato con respecto a su competencia.
En la industria prevén que entre hoy y mañana la situación de faltantes de nafta y gasoil se podría normalizar en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), mientras que estiman unos días más para abastecer las estaciones de servicio del interior, debido a las mayores distancias con respecto al puerto. “Los barcos están descargando lo importado y se están llenando los tanques en las estaciones. Un día o dos para normalizar el AMBA máximo y el resto un poco más por las distancias”, dijeron en LA NACION en una de las empresas refinadoras.
La cámara que agrupa a todas las estaciones de servicio -la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha)- también emitió un comunicado hoy en que avisa que “se está produciendo un incremento en la provisión de combustibles, en los términos indicados por las petroleras, en el aludido plan de abastecimiento por ellas trazado”.
“De disponerse en forma continua, con los volúmenes comprometidos, el ritmo de llenado de tanques de nuestras estaciones de servicio podrá regularizarse durante la presente semana, situación que ya comenzó a ser palpable en los grandes centros urbanos”, agregaron.
Fuente La Nacion