Por Nicolás J. Portino González
En el marco de las jornadas previas al balotaje entre Javier Milei y Sergio Massa, la atmósfera política se ve envuelta en un clima tenso y cargado de confrontación. La escalada retórica ha alcanzado niveles exasperantes, difíciles de tolerar en el contexto de angustia, pobreza, miseria e indigencia al que se ha sometido a la población durante estos últimos cuatro años -aunque decadente hace 40- del gobierno del “desaparecido” en democracia, Dr. Alberto Fernández.
“La violencia de arriba engendra la violencia de abajo” :Juan Domingo Perón
Con la violación sistemática de la ley y un tono insultante y poco serio, proveniente del candidato oficialista, existe la sensación del inminente desborde a los límites del debate democrático.
El oficialismo es señalado por su actitud violatoria de las normas y por generar un ambiente ya francamente intolerable, luego de 20 años de régimen Kirchnerista. En este contexto, hay voces que sugieren que la respuesta ya no debe limitarse al rechazo verbal, sino que se debe dar paso a una etapa de confrontación más intensa, dado que el gobierno representa más a una banda del crimen organizado que a un gobierno.
El llamado a la violencia expresado en ciertos términos es particularmente inquietante. Desde la adolescencia del actual Ministro de Economía que tose en pleno debate, exhibiendo su impudica provocación y mala educación, pone a prueba la resistencia del resto de la sociedad frente a este gobierno que late al ritmo de un agobiante stalinismo de escritorio.
El hecho reciente de la inauguración de la campaña antártica, que tuvo como anfitrión al siempre prestigioso rompehielos ARA Almirante Irizar, donde las Fuerzas Armadas, reciben a su comandante en jefe, esta vez no fue. En ausencia del Presidente, asistió el candidato sin mando, y eso ha sido interpretado como un agravio y un insulto más contra la sociedad y las FF.AA
Hoy nos desayunamos con una dura y grave acusación de FRAUDE, en la que se ve involucrado el oficialismo mandante y la Gendarmería Nacional, empeorando y oscureciendo aún más la situación ya de por sí tensa, de cara al Domingo de comicios.
En tiempos pre-electorales, es crucial preservar la calma y el respeto mutuo para garantizar un proceso electoral transparente y pacífico. Pero casos de muertos que votan con troquel firmado y todo y/o mensajes mafiosos desde quienes integran el centro de procesamiento digital de la votación, asegurando que por más fiscales que se pongan, ellos manejan el recuento, no estarían ayudando para nada.
Habrá que esperar una vez más a ver qué sucede este próximo Domingo, pero desde la visión de un ciudadano, además de periodista que observa el hastío de la gente, sugiero al gobierno que deje de proceder como si fuese órgano de un partido político -modelo soviético- y no un gobierno republicano y para todos los habitantes de suelo argentino: no tiren más de la soga. dejen de tirar de la soga. El que avisa, no traiciona.
Será Justicia.
.