En la previa a las elecciones se paralizaron las operaciones y el dólar blue se mantuvo en calma
Por Annabella Quiroga
En la city porteña hubo un virtual feriado cambiario. Los dólares financieros se movieron a la baja.
En un movimiento calcado al de los días previos a las elecciones de octubre, a tres días del balotaje las cuevas del microcentro paralizaron las operaciones y el dólar blue se quedó sin precio.
Las operaciones están frenadas porque el Gobierno reforzó los controles sobre las casas de cambio y los llamados para persuadir a los grandes operadores de que es mejor que no haya movimientos de acá a la elección entre Sergio Massa y Javier Milei.
Con esa incertidumbre, en algunas cuevas se desdobló la operatoria: solo estaban dispuestos a comprar a $ 960, sin precio en la punta vendedora. En otras cuevas más alejadas del Centro las compras estaban frenadas y solo ofrecían billetes en torno a los $ 1.050. Pocos compradores accedieron a convalidar ese precio.
Lo concreto es que en la mayoría de las cuevas las operaciones estaban paralizadas, un fenómeno que se extiende a otros sectores de la economía que este jueves prefirieron trabajar a media asta hasta que se define quien gobernará el país a partir del 10 de diciembre.
Solo queda un día hábil antes de la elección, pero todo indica que será inocuo. Tras haber aplicado una suba de 0,8% en el dólar oficial el miércoles, este jueves el mayorista se movió solo 0,1%, a $ 345,5. No se esperan mayores movimientos este viernes con el mercado operando en modo feriado bancario virtual.
“Hoy el mercado se movió con altibajos. En la apertura hubo algunas operaciones chicas, pero cerca de las 11 dejaron de operar las cuevas grandes y todo se paralizó. Y ya nos avisaron que mañana no va a haber operaciones“, comentó un operador de la City.
Lo mismo había ocurrido en la previa a las elecciones de octubre cuando el Gobierno inundó la city de controles con funcionarios de la AFIP, la Aduana y policía y logró que las operaciones del dólar blue se paralizara. Recién el viernes anterior empezó a aparecer tímidamente la oferta, con escasas operaciones en las que el blue se vendió a $ 1.200.
En esos días, los portales de noticias informaban un precio de $ 900 para el blue, que coexistía con el deep blue por encima de $ 1.000.
Una diferencia clave entre esta escalada del informal y aquella es que esta vez el blue es el único que se escapa. Los dólares financieros apenas se movieron e incluso este jueves cerraron en baja: el MEP cayó 2,9%, a $ 857,1 mientras el contado con liqui (CCL) bajó 0,3%, a $ 870,4. Incluso el dólar cripto, que suele ser el más volátil, se mantuvo en calma: cedió 1,8%, a $ 914.
Así el CCL, la vía por la que se dolarizan las empresas, está 240 pesos abajo del pico que tocó el viernes anterior a la elecciones generales de octubre. Este descenso es consecuencia de que desde el entonces el Gobierno aplicó más controles sobre quienes operan en este segmento y a la vez logró aumentar la oferta.
Esto lo consiguió con la generalización del dólar preferencial que les permite hasta mañana viernes a todos los exportadores liquidar el 30% de sus ventas al precio del contado con liqui.
Así, acceden a un dólar promedio de $ 546. Esto aceitó las liquidaciones y amplió la oferta en el contado con liqui. Pero el régimen especial termina este viernes y de cara al balotaje es una incógnita cómo seguirá la liquidación de exportaciones a partir de la semana próxima.
Con este esquema, el Banco Central logró comprar esta vez US$ 131 millones y acumular US$ 1.050 millones en las últimas 17 ruedas.
La percepción del mercado es que sin esta oferta, el contado con liqui volverá a subir. Lo que ocurrirá de ahora en más con el tipo de cambio, con el dólar loteado en cerca de 20 cotizaciones distintas, será uno de los desafíos centrales para quien sea electo presidente el domingo.
Pero el listado de temas pendientes de la economía está lleno de complejidades que requieren definiciones. Uno de ellos es la inflación reprimida: el Gobierno desaceleró en octubre la escalada de precios de los últimos meses a costa de “pisar” desde el dólar a los combustibles, pasando por las tarifas, las prepagas y los artículos incluidos en el acuerdo de Precios Justos.
El Banco Central llega al cambio de gobierno jaqueado por la falta de divisas, con reservas netas negativas por US$ 11.000 millones. La escasez de dólares llevó a pisar las importaciones y a forzar a este sector acumular un a deuda de casi US$ 50.000 millones con su casas matrices y proveedores.
A la vez, el gobierno saliente deja una situación ríspida con el Fondo Monetario, después de firmar una acuerdo en el que incumplió todas las metas y que forzará al nuevo presidente a una negociación que se anticipa bajo tensión constante.
Frente a estos dilemas, la mirada del mercado estará clavada el lunes en lo que ocurra con el tipo de cambio. Para Marina Dal Poggetto, directora de la consultora EcoGo, “si Massa gana debería ir a un esquema de estabilización y si pierde la presión que va a haber en el mercado cambiario va a ser enorme. El dólar a $ 353 es ficticio porque no accede nadie y algo van a tener que hacer, con el precio tan abajo del dólar financiero en los hechos se paraliza el mercado cambiario. El miedo a una devaluación es altísimo y en la previa a una elección es muchísimo más alto”.
Fuente Clarin