Por Tom Nichols
En un mitin el sábado, el ex presidente anunció que les diría a los rusos “que hagan lo que quieran” con los estados morosos en el pago de sus facturas
Donald Trump, el presidente número 45 de Estados Unidos y presunto candidato republicano, dijo hoy que se pondría del lado de Rusia contra la OTAN y alentaría al presidente ruso Vladimir Putin a brutalizar a nuestros aliados. No hace mucho, muchos estadounidenses –y especialmente la mayoría de los republicanos– habrían considerado que cualquiera que apoyara tal punto de vista era poco más que un fanático antiestadounidense trastornado y odioso.
Trump lanzó esta desquiciada amenaza mientras contaba una de sus historias de “señores”, un recurso retórico en el que algún interlocutor anónimo muestra a Trump una gran deferencia mientras busca humildemente su consejo. Describió una reunión, aparentemente cuando estaba en el cargo, en la que respondió a un aliado sobre la financiación de la OTAN.
Uno de los presidentes de un país grande se levantó y dijo: “Bueno, señor, si no pagamos y somos atacados por Rusia, ¿nos protegerá?”. Le dije: “¿No pagaste, estás en mora?” Él dijo: “Sí, digamos que eso sucedió”. “No, no te protegería. De hecho, los animaría a hacer lo que quisieran. Tienes que pagar. Tienes que pagar tus cuentas”.
Antes de considerar la absoluta imprudencia e inmoralidad de esta declaración, primero aceptemos que es casi seguro que este intercambio nunca ocurrió.
Los sentimientos de Trump acerca de la OTAN son bien conocidos. Está atrapado por la creencia obstinadamente ignorante, incluso después de cuatro años en el cargo, de que la OTAN es una especie de negocio de protección, en el que nuestros aliados europeos vienen a Washington como tenderos temblorosos y hacen una ofrenda al jefe de la mafia local con sus ingresos semanales. La financiación de la OTAN no funciona de esa manera, por supuesto, y si bien los líderes europeos sin duda tuvieron sus discusiones en privado con Trump mientras era presidente, es muy poco probable que el líder de una gran potencia “se haya puesto de pie”, como si en algún momento una especie de audiencia con Trump, para preguntarle si detendría una invasión rusa de un país “moroso” en sus cuentas.
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