ROSARIO.– Cuando comenzaba a retornar cierta normalidad después de varios días de parálisis tras los ataques “narcoterroristas”, nuevas amenazas generaron preocupación, sobre todo en dos sectores clave: escuelas y centros de salud.
En varios colegios de la zona sur, los padres entraron en pánico por mensajes que se viralizaron por WhatsApp con falsas amenazas e intimidaciones. El Ministerio de Seguridad desplegó patrullajes preventivos en torno a decenas de establecimientos. La directora del Jardín de Infantes 249 “Héroes de Malvinas” envió un mensaje a los padres para tratar de tranquilizarlos. “El Ministerio de Seguridad envió durante esta semana agentes para que recorran diversas instituciones. Al mediodía estarán en la puerta de la escuela Nº660. No hemos tenido ningún hecho violento e intimidatorio. Quédense tranquilos”.
En el Ministerio de Seguridad de la provincia señalaron que aumentaron los llamados con amenazas, que en su mayoría son falsas. Antes eran descartadas, pero ante la situación actual deben verificar si son reales, algo que lleva a un desgaste de los efectivos en esas tareas.
Esta mañana, la policía debió evacuar el colegio San José por una amenaza de bomba. La institución educativa está ubicada en pleno centro, en Salta al 1600, y el despliegue policial generó un caos de tránsito cuando había más vehículos de lo normal por la lluvia. Tras comprobarse que se trataba de una falsa alarma, la actividad se fue reanudando en forma paulatina.
Las intimidaciones se extendieron a los centros de salud barriales, lugares de fuerte referencia. El centro de salud Libertad, ubicado en la zona oeste, en Rouillón y Circunvalación, cerró al mediodía luego de que un empleado fuera amenazado con un arma. “Un hombre se puso cerca de la ventana y golpeó un vidrio con una pistola. Le preguntó al empleado si trabajaba acá y luego le ordenó: “Cierren porque los vamos a balear a todos”, señaló una trabajadora del establecimiento.
Según denunció la seccional local de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), el lunes a la mañana amenazaron a varias instituciones estatales de la zona oeste. La secretaria de Salud de ATE Rosario, Eleonora Salvatierra, dijo que el miércoles, en una reunión en el Ministerio de Salud provincial, se afirmó que se ampliaría el personal de seguridad en hospitales y centros de salud. “Sin embargo, este jueves la realidad de muchos efectores fue otra”, explicó la delegada gremial, antes de advertir que los espacios de atención primaria de la salud “vienen padeciendo desde hace tiempo este contexto de violencia”.
Sostuvo Salvatierra: “El centro de salud no es más un lugar que el barrio va a cuidar, porque desde hace tiempo no se puede dar respuestas porque no hay con qué”. Agregó que el centro Libertad denuncia desde hace tiempo la falta de insumos y de personal”.
Este nuevo escenario de violencia, un capítulo más de la saga que comenzó la semana pasada con la serie de asesinatos que paralizó la ciudad, reaparece a pesar de llegada de los 450 efectivos de fuerzas federales, a los que se sumó este jueves la llegada de las camionetas del Ejército.
A pesar de que hay más patrullajes, el estado de incertidumbre no merma. Estaciones de servicio, un local gastronómico y dos heladerías denunciaron extorsiones durante las últimas horas. Las amenazas fueron en nombre de la banda Los Monos y la situación comienza a agravarse. En el gobierno descartan que se trate de miembros reales del grupo narco, sino que son oportunistas que invocan esa “marca” que genera terror para sacar dinero.
Los llamados extorsivos ocurrieron entre las 21 y 22 del miércoles, una hora antes de que las estaciones de servicio cierren en protesta por el asesinato del playero Bruno Bussanich, ocurrido el sábado pasado por antes de la medianoche. Según revelaron fuentes del caso, la advertencia era que “iban a balear el lugar si no pagaban una suma de dinero”.
Para las autoridades, se trata de hechos que buscan sembrar terror, y sus autores serían delincuentes que no estarían vinculados a la banda narco.
Fuente La Nacion