El periodista del ‘Wall Street Journal’ Evan Gershkovich fue juzgado a puerta cerrada este miércoles en Ekaterimburgo, 15 meses después de su arresto en la ciudad rusa de los Montes Urales por cargos de espionaje que él, su empleador y el Gobierno de Estados Unidos niegan con vehemencia.
Gershkovich, nacido en Estados Unidos e hijo de inmigrantes de la Unión Soviética, es el primer periodista occidental arrestado por cargos de espionaje en la Rusia postsoviética. Las autoridades rusas arrestaron a Gershkovich cuando estaba en un viaje para un reportaje en Ekaterimburgo y afirmaron que estaba recopilando información secreta para la inteligencia estadounidense. El Departamento de Estado ha declarado que fue “detenido injustamente”, comprometiendo así al Gobierno a buscar decididamente su liberación.
El periodista, de 32 años, compareció ante el tribunal en una jaula de cristal para acusados, con la cabeza rapada y vestido con una camisa a cuadros negra y azul. En la jaula había un candado amarillo. A los periodistas se les permitió entrar en la sala del tribunal durante unos minutos antes de que se cerrara el proceso.
Jay Conti, vicepresidente ejecutivo y asesor general de Dow Jones, en una entrevista con la agencia AP esta semana describió el juicio como una farsa. “Era un periodista acreditado que hacía periodismo, y este es un juicio falso, con acusaciones falsas que están completamente inventadas”, dijo Conti.
El ‘Wall Street Journal’ se ha esforzado por mantener en la mira del público el caso, que se ha convertido en un tema de actualidad en los combativos meses previos a las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Después de su arresto el 29 de marzo de 2023, Gershkovich fue recluido en la prisión de Lefortovo en Moscú. El periodista dio muestras de mantenerse sano durante las audiencias judiciales en las que se rechazaron sus apelaciones de liberación.
“Evan ha demostrado una resiliencia y una fuerza notables frente a esta sombría situación”, dijo la embajadora de Estados Unidos, Lynne Tracy, en el primer aniversario de su arresto.
Gershkovich enfrenta hasta 20 años de prisión si el tribunal lo declara culpable, lo cual es prácticamente seguro. Los tribunales rusos condenan a más del 99% de los acusados que se presentan ante ellos, y los fiscales pueden apelar sentencias que consideren demasiado indulgentes, e incluso pueden apelar absoluciones. Además, la interpretación que hace Rusia de lo que constituye espionaje es amplia.
El arresto de Gershkovich se produjo aproximadamente un año después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, impulsara leyes que persiguen a los periodistas, criminalizando las críticas a la invasión de Ucrania, que el Kremlin llama una “operación militar especial”, y declaraciones que consideren que desacrediten al Ejército. La mayoría de los periodistas extranjeros abandonaron el país después de la aprobación de las leyes, aunque muchos regresaron en los meses siguientes entre preocupaciones de que las autoridades rusas actuaran contra ellos.
Protestas por la prolongada prisión preventiva de un periodista español en Polonia bajo acusaciones de espionaje
El de Gershkovich no es el único caso de un periodista occidental encarcelado fuera de su país. La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), otros sindicatos y agrupaciones profesionales han convocado una concentración para este miércoles ante el consulado polaco en Madrid para exigir la liberación del reportero español Pablo González, detenido desde hace 28 meses en Polonia en prisión preventiva.
González, de doble nacionalidad española y rusa, se encontraba informando desde Polonia sobre la llegada de refugiados ucranianos al país en el momento de su detención. Pero la Agencia de Seguridad Interior polaca le acusó de espiar para la inteligencia militar rusa, sin que se hayan detallado en una acusación judicial formal los motivos para justificar su detención.
El periodista podría enfrentarse a una pena de hasta 10 años de cárcel, pero su prisión preventiva ya ha sido prolongada en nueve ocasiones desde su detención el 28 de febrero de 2022. La FAPE y otras organizaciones de periodistas han demandado reiteradamente la liberación del reportero y la celebración de un juicio “justo” y “con garantías”, o “la inmediata repatriación para celebrar el juicio en España”.
Fuente Euronews