Enrique Criado en embriólogo y en uno de sus viajes a Argentina descubrió una línea de negocio que está haciendo crecer al Grupo Ovo desde Marbella, por Sevilla, Madrid o Ceuta. «La clonación de caballos salta a la fama con el polo. Hay un jugador que se llama Cambiasso, que tiene una yegua que se llamaba ‘Cuartetera’, que se partió una pata en un partido. Ya estaban un poco estudiando la clonación y cuando se parte la pata en vez de matarla, la clonan y nacen los clones de ‘Cuartetera’, que a los cuatro años se dan cuenta de que son exactamente iguales al original, que funcionan de maravilla, que juegan de maravilla y que son ‘cracks’ del polo» , explica Criado, que señala que, a raíz de ahí, todos los jugadores de polo de Argentina empiezan a clonar. «Actualmente no se hace reproducción equina en Argentina , se hace clonación, porque es más caro, pero pierden menos tiempo. Si tú lo clonas a los cuatro años te va a salir otro caballo igual de maravilloso», asegura. Además, hay un tema económico. Los caballos valen «un dineral». «Clonar a tu caballo está rondando los 75.000 euros. Por eso, tienes un caballo que cuesta un millón o dos millones o hasta 20 millones de euros y que se puede morir en cualquier momento, que se puede partir una pata corriendo, compitiendo o saltando. Si tienes la línea celular de ese animal congelada puedes clonarlo. Hay gente que tiene hast a cinco clones de su caballo estrella », afirma este embriólogo, que hace unos meses abrió otra nueva línea, que son las mascotas, que «se clonan por tema afectivo».Para estas personas lo importante es guardar el ADN de las mascotas . Es el primer paso. «Conservar la línea genética es barato, entre comillas, por 3.000 euros se congela. Estamos haciendo un banco de líneas celulares, de mascotas y de caballos que algunos quieren clonar», añade. Para eso, el veterinario recoge una muestra de la oreja del animal, que se cultiva en laboratorio. Una vez obtenida la línea se congelan cinco viales.Enrique Criado, en su despacho joseleEn el cultivo, la célula que crece tiene un núcleo con el 100% de la genética del animal. La clonación consiste en coger el óvulo de una hembra , quitar el núcleo y meter el núcleo del fibroblasto. Ahí se produce un óvulo completamente distinto con un núcleo de un fibroblasto. Mediante una descarga se forma un embrión, que tiene el 99,9% de ADN del animal original. El otro 0,1% es el ADN del óvulo de la madre. Tras el periodo de embarazo del animal nace el clon, que con la educación y con el entrenamiento adecuado será idéntico al original del que se tomó la muestra. Un proceso que en el caso de los perros o gatos puede llegar a costar unos 55.000 euros, pero que en el caso de los camellos se dispara por encima de los 120.000 euros. «En Emiratos por las carreras de camellos hay disponibilidad de óvulos y se pueden clonar camellos. Estamos estudiando varias posibilidades allí», explica Criado.Koalas sí, aves noLo importante es la disponibilidad de óvulos. «La disponibilidad de los óvulos de ese animal es lo que te marca la diferencia entre un animal que se puede clonar o no. Hay gente que nos pide clonar un halcón peregrino , pero no se puede. No existe la técnica de clonación del halcón peregrino porque no es mamífero, es un ave, con lo cual pone huevos y no se puede», afirma Enrique Criado, que explica que crearon la empresa junto con Andrés Gambini, que es profesor de la Universidad de Buenos Aires. «Se está postulando como uno de los grandes clonadores a nivel mundial. Ahora está en Australia clonando koalas y ha clonado burros, perros, gatos, caballos…», añade.Uno de los ilustres que tiene una mascota clonada es el actual presidente de Argentina, Javier Milei . «Los grandes clonadores son argentinos, allí se desarrolló la técnica por el polo». Casi 30 años después del nacimiento de la oveja ‘Dolly’ , la técnica sigue evolucionando. «Ahora las técnicas tienen su efectividad, pero dentro de cinco años esa efectividad seguramente habrá aumentado», asegura Criado, quien explica que eso repercutirá en el precio y en que lo que ahora vale 55.000 euros dentro de unos años pueda costar 15.000 euros. «Por eso es importante tener guardada la línea genética de las mascotas», sentencia.
Fuente ABC