Por Edgardo Aguilera
El contraalmirante Juan Carlos Coré era uno de los postulados para ocupar el máximo cargo dentro de la Armada. La decisión de bajar el pliego, como adelantó MDZ, fue de Victoria Villarruel.
La postergación del tratamiento del pliego del contralmirante Juan Carlos Coré, actual comandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada Argentina, abrió interrogantes sobre el origen de la medida y puso en alerta a la interna naval.
El cargo en cuestión es el más relevante ya que de él dependen “los fierros”, como se define en la jerga militar a quien tiene el poder de ordenar las operaciones de los medios navales, aeronavales y de la infantería de marina.
Si la posición queda vacante como resultado de un traspié en el ascenso hay postulantes que esperan, entre ellos el contralmirante Juan Carlos Romay, actual director general de Personal.
Se atribuye a la vicepresidente Victoria Villarruel, como adelantó este medio, la decisión de retirar el pliego de Juan Carlos Coré y también el de otros militares para pasar peine fino al legajo y ponderar inconductas atribuidas a Coré planteadas en la oficina de Género, además de ciertos hechos dados a conocer por MDZ del pasado 22 de mayo, sobre una denuncia en la Justicia Federal por presunta violación de la ley de inteligencia.
El caso que tiene en vilo a Coré comenzó en 2021 cuando el contralmirante ejercía como director general de Inteligencia de la Armada Argentina y el organismo superior, la Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica Militar (DNIEM) era manejada por Carlos Molina y su segundo Francisco Moliterno.
Un miembro de personal civil de inteligencia (PCI) “del 5°piso”, como se conoce a la agencia de inteligencia naval, denunció a Juan Carlos Coré ante la Oficina de Género de la marina por abuso de autoridad y maltrato.
Este tipo de inconducta se manifiesta a través de la violación de derechos fundamentales, la imposición arbitraria de castigos, la extorsión, el maltrato o cualquier otra acción que exceda los límites de la ley y vulnere los derechos del ciudadano.
En primera instancia las averiguaciones administrativas habrían concluido que hubo maltrato laboral, abuso de autoridad y amenazas, con lo que se dio comienzo al expediente.
Ante el paso del tiempo, y sin novedades acerca de la marcha del proceso, la parte afectada tomó conocimiento del extravío de la carpeta.
Con ese obstáculo, que uno no podría despegar de algún manejo interesado, la agente reorientó la denuncia a la Oficina de Género del Ministerio de Defensa por entonces conducido por Jorge Taiana. La carpeta se derivó al área de la Dirección de Inteligencia Estratégica Militar de la cartera hoy manejada por Luis Petri.
A partir de ese momento, el expediente quedó en suspensión criogénica (cajoneado) y un dato generó suspicacias: la proximidad entre Juan Carlos Coré y Moliterno, ya que el contraalmirante es padrino del hijo menor del que otrora fue el segundo de Carlos Molina.
Una denuncia sobre averiguación de delito, que cayó a mediados de mayo en el Juzgado Federal N°2 del juez Sebastián Ramos y en la Secretaría N°3 de Carlos D’Elía, tiene al contralmirante Juan Carlos Coré a Carlos Molina y Francisco Moliterno entre los mencionados en una supuesta operación de inteligencia para reunir datos sobre un recurso estratégico como lo es el litio, para un tercer país.
El 30 de mayo la causa pasó a archivo ya que la letrada, con habilitación en CABA y provincia de Buenos Aires, que planteó la denuncia no acudió a la ratificación. Existe la posibilidad de reapertura ante una nueva presentación de prueba sólida.
Fuente MDZ