El extraño fenómeno que ocurre en esta carretera de Málaga y que los científicos no han conseguido desvelar

En la carretera A-369 , que conecta las localidades de Ronda y Algeciras en la provincia de Málaga , se ha registrado durante décadas un fenómeno que desafía las leyes de la física y ha dejado perplejos tanto a los conductores como a los científicos. La anomalía, aún sin explicación, ha generado numerosos relatos y especulaciones entre los habitantes de la zona y no son pocos los curiosos que se han acercado para comprobarlo de primera mano.La carretera, situada en un entorno montañoso, presenta un comportamiento que contraviene los principios básicos de la gravedad. Los vehículos que transitan por este tramo experimentan una aceleración inusual al subir una pendiente y, sorprendentemente, desaceleran al descender. El fenómeno ha sido observado repetidamente por los vecinos de los pueblos de la Serranía de Ronda y por aquellos que recorren la ruta, quienes afirman que, al detenerse en una subida, el coche comienza a avanzar cuesta arriba, algo, en teoría, imposible.Los expertos han dedicado más de 30 años a intentar desentrañar este misterio sin éxito. La hipótesis más aceptada sugiere la existencia de una anomalía gravitacional o magnética en el área, aunque ninguna teoría ha logrado proporcionar una explicación concluyente. Este tramo específico se encuentra en el kilómetro 5 de la carretera A-369 y se ha convertido en un punto de interés para curiosos y científicos.PrecaucionesLos conductores que frecuentan esta ruta han aprendido a extremar las precauciones. Ante la inusual reacción de los vehículos, se recomienda mantener una velocidad constante y evitar frenar bruscamente en la pendiente descendente o acelerar en exceso al ascender. Esta precaución es vital para evitar posibles incidentes mientras se circula por la vía.La carretera A-369 no es un caso aislado. En distintas partes del mundo se han reportado fenómenos similares, conocidos comúnmente como colinas o cuestas magnéticas , que continúan intrigando a la comunidad científica.
Fuente ABC