Hoy, para el independentismo, Víctor Terradellas no es nadie, menos que nadie, un verso suelto, un imprudente que si hizo algo en Rusia, lo hizo a su cuenta y riesgo. El informe policial que ABC revela ahora, sin embargo, desmiente esa versión. Terradellas no sólo fue secretario de Internacional del partido Convergènci a. Era además un interlocutor directo tanto de Jordi Pujol como de Artur Mas, antes de ponerse bajo las órdenes de Carles Puigdemont. En el informe hay una carta de Pujol fechada en mayo de 2017 en que le decía: «Víctor, veo que vas avanzando. Yo también voy haciendo cosas que como puedes ver no son de interés inmediato. Pero por no perder el recuerdo de lo que hemos hecho durante un montón de años». Por su parte Mas hasta le presentó en una conferencia en la Universitat de Barcelona, ante el rector en persona, para que expresara cuáles eran sus propuestas para la «geopolítica de Cataluña» . No ocultaba sus planes. Decía que Israel, China y Rusia verían con buenos ojos una escisión dentro de la UE, según refleja en informe. En la recta final de 2017, cuando se acerca el referendo y las declaraciones de independencia, Terradellas, que a tenor de sus comunicaciones informaba de sus pasos a Puigdemont, intensifica sus contactos en Rusia, con la misión de hacerle llegar una carta a Vladímir Putin en persona. Conocía los riesgos. Al hablar con un contacto suyo con Moscú, la periodista Natalia Boronat, esta le dijo: «El problema es que esta gente utilizará Cataluña para justificar Crimea ». Sabe, por tanto, Terradellas, que entrar al juego con Rusia es ser utilizado para defender la escisión y anexión rusa de esa península ucraniana. Terradellas, lacónico, contesta: «No sufras». Y le recuerda el sigilo con el que deben conducirse: «No lo hablamos por aquí». Fue una apuesta arriesgada. En cuestión de unos años, Putin invadiría el resto de Ucrania. Para entonces, Puigdemont habría prescindido de Terradellas, y se haría representat por el dúo de Josep Lluis Alay y Gonzalo Boye .
Fuente ABC