El golpe “institucional” que Kamala Harris y Barack Obama idearon para bajar a Biden de la campaña

Seymour Hersh: Obama y Kamala amenazaron con invocar la Enmienda 25 contra Biden antes de que se retirara

“Obama llamó a Biden después del desayuno y le dijo: ‘Este es el trato: tenemos la aprobación de Kamala para invocar la Enmienda 25′”.

Un nuevo informe de Substack de Seymour Hersch indica que el expresidente Barack Obama y la vicepresidenta Kamala Harris , ahora presunta candidata demócrata a la presidencia, amenazaron al presidente en funciones Joe Biden con la posible invocación de la Enmienda 25 si no abandonaba la carrera presidencial y cedía ese puesto al vicepresidente. Esto significaría que no solo obligaron a Biden a abandonar la carrera, sino que los demócratas saben muy bien que Biden no está en condiciones de cumplir el resto de su mandato, pero se sienten cómodos dejándolo continuar como figura decorativa si eso sirve a sus esfuerzos por retener el poder para el partido.

Biden participó en un debate con el expresidente y candidato republicano a la presidencia Donald Trump el 27 de junio. Fue tan malo que casi instantáneamente los líderes y expertos demócratas buscaron una manera de sacar a Biden de la lista. Podían ver que había muy pocas posibilidades de que Biden, en su estado disminuido, pudiera vencer a Trump en las urnas. La élite del partido estaba horrorizada y trabajó duro, tanto en público como en privado, para derrocar a Biden. Si bien gran parte de esto fue resultado de rumores filtrados y especulaciones, resulta, según Hersch, que lo que estaba sucediendo detrás de escena era una especie de golpe de Estado, completo con amenazas del equipo de Obama y Kamala.

“El sábado 20 de julio”, escribe Hersch , “el expresidente Barack Obama estaba muy involucrado y se hablaba de que llamaría a Biden. No estaba claro si Biden había sido examinado o simplemente qué le había pasado en Las Vegas. ‘Los tres grandes’, dijo el funcionario, refiriéndose a la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, el líder de la mayoría del Senado Charles Schumer y el líder de la minoría de la Cámara de Representantes Hakeem Jeffries, siguieron estando directamente involucrados. ‘El domingo por la mañana’, me dijo el funcionario, con la aprobación de Pelosi y Schumer, ‘Obama llamó a Biden después del desayuno y le dijo: ‘Este es el trato. Tenemos la aprobación de Kamala para invocar la Enmienda 25’. La enmienda establece que cuando el vicepresidente y otros determinen que el presidente no es apto para llevar a cabo los poderes y deberes de su cargo, el vicepresidente asumirá esos deberes”.

“En ese momento quedó claro”, dijo el funcionario, según Hersch, “que ella recibiría el visto bueno, es decir, el apoyo para presentarse como candidata a la presidencia en las elecciones de noviembre. ‘Pero Obama también dejó en claro’, dijo el funcionario, ‘que no iba a respaldarla de inmediato. Pero el grupo había decidido que su trabajo como fiscal la ayudaría a lidiar con Trump en un debate'”.

El 26 de julio, los Obama, tanto Barack como Michelle, sí respaldaron a Harris . La llamada telefónica en la que le ofrecieron su apoyo fue filmada, la llamada en altavoz, mientras Harris sostenía el teléfono junto a su oído. Se podía ver un micrófono prendido a su chaqueta.
“El funcionario, que tiene décadas de experiencia en la recaudación de fondos, me dijo que Obama emergió como el hombre fuerte durante las negociaciones. ‘Tenía una agenda y quería perseguirla hasta el final, y quería tener el control sobre quién sería elegido'”.

Se había rumoreado que Pelosi y Schumer querían que Biden se fuera. Se había rumoreado que Obama había dado el visto bueno a la estrella de Hollywood George Clooney para que escribiera su artículo de opinión en The New York Times pidiendo que Biden se hiciera a un lado. También se rumoreaba que si Biden no se retiraba, su legado estaría en juego. Una vez que la carta de Biden retirándose de la carrera fue enviada a X, con el apoyo de Harris poco después, los líderes del partido comenzaron a elogiar la decisión “desinteresada” de Biden de hacerse a un lado y a elogiar su decisión de nominar a Harris. Jeffries y Schumer comenzaron a afirmar que la candidatura de Harris venía de las “bases” y no de “arriba hacia abajo”.

Sin embargo, si Hersch tiene razón, resulta evidente que Biden no renunció “desinteresadamente”, sino que se vio obligado a hacerlo para no perder la presidencia por completo, y resulta aún más evidente que Harris fue instalada por los altos mandos del partido y no, como les gustaría que los estadounidenses creyeran, por las bases. Hasta la fecha, Harris no ha recibido ni un solo voto.

Fuente The Post Millennial