Por Brenda Struminger
El jefe del PRO lanzó duros dardos contra el poderoso asesor, que sigue la línea de Karina Milei. Antes lo había acusado ante Javier Milei, en privado. Y anoche se despachó también contra la hermana del jefe de Estado. Los motivos de la pelea subterránea y la continuidad de la relación entre la Casa Rosada y sus socios
La relación entre el Gobierno y Mauricio Macri, siempre tensa, volvió a sobrecargarse de suspicacias durante las últimas semanas: se relajó cuando Javier Milei recibió al líder del PRO en la Quinta de Olivos, el lunes, pero volvió a electrizarse después del discurso pasivo-agresivo que dio el ex jefe de Estado anoche, en La Boca, donde sumó cuestionamientos a Santiago Caputo y a Karina Milei. Todo indica que los cruces entre ambos espacios continuarán, indefectiblemente, hasta el desenlace del armado de listas, el año que viene.
Desde ambos lados están resignados -pero también dispuestos- a convivir en una tirantez permanente, originada en los insistentes rechazos del primero a los ofrecimientos de “ayuda” del segundo. Un conflicto de origen al que se sumaron los cuestionamientos directos y abiertos de parte de Macri al entorno de Milei.
En su discurso de asunción como nuevo jefe del PRO, Macri disparó contra la falta de “rigurosidad” y “método” del Presidente para aplicar sus ideas, una advertencia que le había dado varias veces, con la que insistió en el encuentro de cuatro horas que mantuvieron tres días antes del acto en el Arenas Studio. Esta vez, sin embargo, hubo una novedad: también criticó, varias veces, y por primera vez abiertamente, a la gente “de la que se rodea” el jefe de Estado. Aunque no lo mencionó en ese momento, se refería al asesor Santiago Caputo, acérrimo defensor de la independencia partidaria y administrativa de La Libertad Avanza. Y, en un tiro por elevación, a su jefa política, la principal protegida y hermana del primer mandatario, Karina Milei, a quien terminó aludiendo directamente en una entrevista posterior.
Santiago Caputo (REUTERS)
“Este es el año para pelearnos”, dijeron en la Casa Rosada para restarle importancia a los cruces, ayer por la tarde. Esperaban un discurso duro de parte de Macri, que no defraudó. El principal socio del Gobierno terminó intercalando picantes cuestionamientos a la cúpula del Gobierno (es decir, lo que realmente piensa), con contundentes alabanzas (aquello que, sabe, quiere escuchar y necesita decirle a su núcleo de votantes para no perderlos en manos libertarias).
En el mundillo político prestaron especial atención a los fragmentos del discurso de Macri donde cuestionó al círculo de Milei, en los cuales quedó en evidencia que el ex presidente perdió toda esperanza en reconstruir el vínculo con Santiago Caputo. Incluso, después se encargó de mencionarlo también a él, críticamente con nombre y apellido, en dos diálogos televisivos post-mitin de PRO.
Macri venía masticando bronca desde hace semanas por el incumplimiento de los pagos en concepto de coparticipación a la Ciudad. Pero el lunes, en el encuentro de cuatro horas en la residencia oficial, Macri le hizo conocer su malestar al Presidente de primera mano. Se quejó por sus destratos –por ejemplo, en la transmisión de la ceremonia del Pacto de Mayo, de la que fue excluido adrede por orden de Caputo-; por haberse negado a incluir a sus alfiles en el puestos claves del Gobierno; y, supuestamente, por hacer promesas que no cumplió sobre la toma de decisiones.
De hecho, en la expectante previa del mensaje, en Gobierno no descartaban que nombrara directamente a Caputo. Y fue por esas sospechas que el consultor en las sombras de Milei decidió colgar por un momento su manto de silencio para intentar neutralizar el ataque que se venía.
Hasta entonces, sólo se lo había visto en fotos, y apenas se conocían sus ideas por trascendidos off the record. Su decisión de hablar de frente,con un elogio directo y exagerado a Macri que sorprendió a todos -en una entrevista con el periodista Manu Jove de TN-, fue una jugada de ajedrez pensada para adelantarse a esas críticas e invalidarlas de antemano. “Si lo elogiaba antes, lo dejaba en off side después. Una pequeña maldad”, describieron, con sorna, los detractores de Macri desde la sede de la administración nacional.
Mauricio Macri en el acto del relanzamiento del PRO (Gustavo Gavotti)
Y negaron con seguridad que Caputo se hubiera visto compelido a encumbrar a su aliado-rival por orden de Milei. “Javier le pidió que lo contenga, sí, pero para que dejara de hinchar. (Alabarlo en público) fue decisión de Santiago”, revelaron, para dar por tierra cualquier versión que indicara que el Presidente privilegió la relación con el ex mandatario por sobre la postura intransigente de su principal asesor.
Caputo pasó el día de ayer en su despacho en el Salón Martín Fierro, en el primer piso del palacio y habló varias veces con Milei y con Karina, la gran protegida del Presidente, con quien el consultor tiene una relación personal pero sobre todo comparte una visión política: impedir que Macri se adueñe de las acciones de La Libertad Avanza.
Por ahora, el recién asumido cacique de PRO presiona, pero se muestra dispuesto a esperar. Y el vínculo Milei-Macri no se romperá, dicen desde ambas terminales. Después de todo, fue Macri quien le pidió al jefe del Ejecutivo sentarse a hablar en privado y con tranquilidad. Y el Presidente tenía una clara intención de “contener” a su aliado cuando aceptó su pedido para encontrarse personalmente. Repiten, como siempre y a pesar de todo, que el Presidente “respeta mucho” al jefe de los principales aliados por su trayectoria más allá de sus insistentes quejas. “Es el único ex presidente con el que puede hablar. La única persona que estuvo en el lugar que él ocupa, y que lo puede aconsejar con esa experiencia”, explican.
Karina Milei (Aglaplata)
No obstante, a la vez, contraponen manifestaciones de rechazo del Presidente. Aseguran que no le cae en gracia que Macri le presente inquietudes que considera de menor monta (por ejemplo, por las imágenes en el acto del Pacto de Mayo). Y que no recibe positivamente que critiquen a su círculo. “Mauricio le está haciendo a Santiago lo mismo que le hacían a Marcos Peña. Más que nadie, él debería saber que eso no funciona. Así como él nunca le soltó la mano a su mano derecha, ¿por qué lo haría Javier?”, se preguntó un colaborador presidencial. Además, dicen que Milei “se da cuenta de que Mauricio lo desprecia como líder político”, justamente por el tipo de cuestionamientos que le plantea.
En Balcarce 50 admiten la disposición de Milei para escucharlo y contestar sus dudas. Pero insisten en que Karina Milei y Santiago Caputo, que manejan el timón político del espacio y de la administración, no se moverán un ápice del plan de mantener al PRO al margen del Gobierno. Y agregan, porque hace falta en tiempos de internas en el propio oficialismo, -por ejemplo, entre Caputo y la amiga del Presidente, Sandra Petovello- que Milei los respalda “como siempre” y “sin ninguna duda”.
Mientras tanto, para azuzar, avisan que insistirán en sumar a referentes amarillos “puntuales” y de peso. El plan, dicen, es primero “fortalecer” a esos referentes, con los que tienen diálogo fluido, para lograr que se “emancipen” del liderazgo del recién asumido presidente y se sumen al Gobierno en altos cargos ejecutivos, según reveló un alto referente del oficialismo anoche. Admiten que la tarea no será fácil -”Tienen sus intereses y necesidades”, deslizan-, pero creen que terminarán cediendo al operativo seducción, y avisan que ya están en tratativas con varios de los alfiles de PRO.
“Con Mauricio tenemos un juego de suma cero. La ganancia de uno es la pérdida del otro”, resumió el enfrentamiento un funcionario de confianza de Milei. Hoy, más allá de las declamaciones en público para confundir o para apaciguar momentáneamente, el único miembro del Gobierno convencido de que hay que cuidar el vínculo con Macri es el Presidente.
Fuente Infobae