Los lectores recordarán un artículo que publiqué hace dos domingos sobre la desaparecida iglesia de El Salvador. En dicha columna apunté algo sobre el convento del Espíritu Santo, ubicado en el espacio del actual hote l Eurostars Azahar, en calle García Lovera, que les voy a ampliar porque no he conocido una historia más curiosa y de monjas más indómitas en nuestra ciudad.Noticia Relacionada Libre directo opinion Si La curiosa historia de El Salvador Juan José Primo Jurado Esta iglesia fue uno de los tres templos fernandinos, de un total de 18, desaparecidos completamenteFue fundado como beaterio en el barrio de la Catedral por testamento de Beatriz de Sotomayor en 1521 . Se decidió en 1536 trasladarlas a Santa María de Gracia, convento de dominicas en la calle que aún lleva su nombre, vendido y derribado en época del obispo Cirarda . Las monjas procedentes del beaterio se resistieron durante años al traslado: «Desde un principio empezó a dar esta comunidad señales de travesuras, apurando la paciencia de sus superiores», dice Ramírez de Arellano . Secretamente recaudaron fondos para comprar unas casas deshabitadas linderas con la parroquia de El Salvador. Cuando las tuvieron dispuestas, en 1606 montaron un alboroto, robándole las llaves a la abadesa y escapando para hacerse fuertes en su nuevo hogar. El Obispado aceptó la situación, también porque en Santa María de Gracia no querían volver a admitirlas, y por bula del papa Paulo V se fundó en las casas compradas el convento del Espíritu Santo, siguiendo la regla dominica.Ni el nuevo convento, ni el paso de las generaciones, las calmó. Como el convento no tenía iglesia, abrieron una ventana que las comunicaba con El Salvador . Pero las monjas preparaban algo mayor. Un día, a principios del siglo XVIII, aprovecharon que el párroco estaba enfermo y ausente, para convencer a los sacristanes de que fueran a una fiesta de toros. En cuestión de horas colocaron unas rejas que tenían preparadas y se quedaron con una cuarta parte de la iglesia, que anexaron a su monasterio.Años más tarde, deseando ampliar el cenobio con una casa lindera y no aceptando venderla el dueño por desear alquilarla, la ocuparon cuando estaba vacía y tapiaron la puerta. Al regresar el propietario y encontrarse la situación requirió a la Justicia, que derribó el muro y se encontró a la comunidad del Espíritu Santo formada con cruz y ciriales y con su abadesa al frente, quien amenazó con remover Roma con Santiago si traspasaba la clausura. De nuevo se impusieron los hechos consumados de una comunidad de monjas antecedente de los modernos ‘ocupas’.En 1782 El Salvador se fusionó con Santo Domingo para crear una nueva parroquia y abandonó la iglesia que fue rápidamente integrada por las monjas. La victoria de estas no fue muy duradera: en una España cambiante, el convento fue uno más de los desamortizados en 1836 , demolido y con sus piedras se construyó el Coso de los Tejares, inaugurado en 1846. Incluso la calle que se llamó en su momento del Espíritu Santo, hoy es Alfonso XIII.
Fuente ABC