Por Lucas Cislaghi
Tuvo una noche épica en el Monumental y después las pasó todas. Hoy juega en el Ibambura Sporting de Ecuador y habló con Olé.
Hay partidos que quedan guardados eternamente en la mente de los futboleros y, en este caso, en la de los hinchas de River: el 19 de mayo de 2021, fecha que ya tiene un lugar en el Museo riverplatense, el conjunto de Marcelo Gallardo vivió una situación atípica. En medio de la pandemia del coronavirus,15 jugadores dieron positivo y el Muñeco tuvo que ingeniárselas para afrontar un partido de Copa Libertadores con tan solo 11 jugadores y sin arquero. Y uno de los 11 nombres que tuvieron que dar la cara en aquel encuentro que tuvo a Enzo Pérez con el buzo de Franco Armani, fue Tomás Lecanda, que tenía 19 años y era una de las promesas del club. Aquella noche tuvo que hacer su debut en un contexto inesperado y en un partido histórico.
Y pese a la heroica del chico que fue clave para que el Millo consiguiera una victoria que quedó en los libros, Lecanda, al igual que muchos juveniles de River, tuvo que salir a préstamo por pedido del Muñeco. Luego de jugar en Barracas Central, Aldosivi, Argentinos Juniors y Tigre a lo que se suma una rotura de ligamento cruzados que lo llevó a querer dejar el fútbol, el zaguero juega en Imbabura de Ecuador y sueña con volver al club de sus amores.
”Para mí River es todo, sueño con volver. Viví mi infancia en el club, mi hermano va al colegio de River. La vuelta de Gallardo me puso muy feliz, a Marcelo le debo todo porque me hizo debutar, en un contexto de pandemia, pero gracias a él inicié mi carrera hace tres años. Estoy agradecido de por vida con él y con el club”, cuenta con Olé.
El impensado debut en el banco
-Antes del partido con Independiente Santa Fe, tuviste que jugar con Boca siendo tu primer convocatoria, ¿te acordás de ese día?
-Se empezó a rumorear que podría debutar y me entró la locura. Yo jugaba mucho en Reserva y sentía que podía llegar el momento. Escuchaba que en los medios decían que podía llegar a jugar el Superclásico, pero Gallardo no me llamaba. El partido era un domingo y me llamaron el sábado a las 3 de la tarde para jugar con Boca al otro día. Fue una locura, el contexto no era el deseado porque había chicos que la estaban pasando mal con el covid, pero para mí fue inolvidable.
-Y si eso fue una locura, ¿qué fue lo que pasó con Independiente Santa Fe?
-A la semana del partido con Boca, me toca debutar en Primera como titular contra Independiente Santa Fe. Las circunstancias no eran las mejores, pero terminó siendo un partido perfecto porque pasamos a la historia.
-¿En qué momento te enteraste de que ibas a ser titular y que Enzo Pérez iba a atajar?
-Un par de días antes de jugar ese partido se me acerca Matías Biscay y me dice: “¿Tomi, vos atajás?”. Yo lo miré y le dije: “Sí, yo no tengo problema”. A todo esto éramos 10 ó 12 jugadores entrenando, el resto estaba contagiado. Después me cayó la ficha de que podía llegar a debutar siendo arquero habiendo jugado toda la vida de central. De hecho, llegó a aparecer en la tele un buzo de arquero con mi apellido.
-¿Y cómo definieron quien atajaba?
-Enzo venía con una molestia muscular y estaba muy justo. Marcelo nos reunió a los que estábamos disponibles y nos dijo: “Muchachos tenemos que sacar esto adelante, pero antes que nada necesitamos un arquero”. Inmediatamente, Enzo dijo: “Atajo yo”.
-¿Gallardo los convenció de que podían ganar?
-Gallardo estaba 100% convencido de que íbamos a ganar y hacer historia. Nos dijo que iba a pasar todo lo que terminó pasando durante esos 90 minutos. Fue todo de él, nosotros no teníamos cambios y en un momento quería que fuéramos a buscar el partido, ja.
-Después de eso, ¿cómo fue para vos tener que salir del club?
-Yo estaba de vacaciones y me llamó Gallardo para decirme que tenía que salir a préstamo. Él sentía que yo tenía que jugar en Primera porque la Reserva ya me quedaba chica, pero que iban a llegar Mammana y González Pirez por lo que no iba a poder contar conmigo. Me explicó que le gustaba mi forma de jugar, pero que más allá de eso no me iba a poder dar los minutos que yo necesitaba en Primera. Al principio no me lo tomé muy bien porque salir de River era salir de mi casa. Después, entendí que si él me lo decía, era porque realmente era así.
-¿Tu idea en ese entonces era agarrar rodaje en Barracas Central para volver a River a fin de año?
-A mí me llamó Rodolfo De Paoli (NdeR: en ese entonces DT de Barracas), que me llamaba todos los días para que fuera, ja. A la tercera fecha él se va y llega Alfredo Berti. A mí me expulsan en el primer partido de Berti y después de eso me costó mucho, el equipo empezó a andar mejor y perdí un poco de terreno. A mitad de año me llegó una oferta de Aldosivi, que estaba complicado con el descenso, y me terminé yendo para agarrar ritmo antes de volver a River a fin de año. Más allá de que descendimos faltando un par de fechas, pude agarrar ritmo para volver a River en diciembre.
-A tu vuelta ya no estaba Gallardo, ¿cómo fue el encuentro con Demichelis?
-Cuando volví a River, Demichelis me dijo que se iban de pretemporada a San Luis con los jugadores que iba a necesitar, pero que yo no estaba en sus prioridades. Yo no me había ido de vacaciones para entrenarme a fondo antes de volver a River, porque quería quedarme en el club. Más allá de que me dijo que no me iba a tener en cuenta, un par de días antes de la pretemporada nos hicieron los exámenes atléticos a todos. Mis resultados fueron muy buenos, al punto que Demichelis quedó sorprendido y me dijo que me olvidara de lo que me había dicho porque iba a ir a la pretemporada. Cuando arrancamos a entrenar me puso de ejemplo delante de todo el plantel, diciéndome que me había ganado el lugar. Finalmente, ese mismo día me rompí la rodilla. Lo fui a marcar a Palavecino, escuché un ruido y se me empezó a salir la rodilla de lugar. Un par de minutos después me tiré al piso y Pedro Hansing me dijo que me había roto.
-¿Y cómo fue la vuelta de la lesión?
-A partir de ahí se me empezaron a complicar las cosas porque el tren de River no pasa siempre. En ese momento me acuerdo de que lo único que pensaba era lo injusto que había sido el fútbol: no me fui de vacaciones, me gané mi lugar y me terminé rompiendo. Hice la rehabilitación con Bombicino, volví a hacer fútbol y Martín (Demichelis) me dijo que no me iba a tener en cuenta por lo que iba a tener que buscar club. Me molestó porque pensé que me iba a bancar hasta fin de año por todo lo que había dicho en la pretemporada y lo que me había pasado. Hay cosas que no puedo controlar, si el DT no me quiere tener en cuenta, ya está. De hecho le pedí que me dejara jugar un par de partidos en Reserva para mostrarme antes del mercado de pases y no me dejó.
“Mi vida había sido muy perfecta hasta ese momento: había jugado en la Selección, fui sparring, jugaba en River, pero después me pasó que ya no encontraba un equipo para jugar. Lo que pasaba era lógico igual: en 2022 no tuve mi mejor nivel y en 2023 estuve medio año sin jugar por la lesión en la rodilla, ¿quién me iba a venir a buscar?. A la semana de hablar con Demichelis me hicieron entrenar solo a contraturno, la Reserva me quedaba chica y en la Primera no era bienvenido, no entendía por qué no me dejaban entrenar porque yo me había lesionado con ellos.
-En medio del caos, te apareció Argentinos…
-Me salió la posibilidad Argentinos, sobre el final del mercado de pases. Cuando llegué pedí que me dejaran jugar un par de partidos en Reserva para volver a agarrar ritmo. Cristian Zermatten, a quien le estoy muy agradecido, me dijo que iban a darme los minutos necesarios para volver a Primera. A los pocos días jugué mi primer partido y cuando volví a mi casa tenía la rodilla como un globo terráqueo. Hablé con Pedro (Hansing) y me comunicó que me tenían que volver a operar porque había quedado algo dentro de la rodilla. El año pasado fue un desastre, me la pasaba llorando en mi casa, quise dejar el fútbol. Le dije a mi viejo que quería tirar la toalla.
-¿Y cómo saliste de esa pesadilla?
-Todo lo que hice desde que me rompí los ligamentos cruzados fue por amor al fútbol. Cuando me pasó lo de la segunda operación rescindí contrato con Argentinos para volver a River y por suerte apareció Tigre. También fue complicado porque llegué en la cuarta fecha y Pipo Gorosito se quejaba de que le habían llevado jugadores que no había pedido, creo que yo era uno de ellos, ja. La realidad es que estuve jugando prácticamente gratis porque lo que yo necesitaba era tener un lugar en Primera, algo que encontré con la llegada de Sebastián Domínguez, que me puso de titular las últimas cinco fecha del campeonato.
-¿Y ahora cómo estás?
-Ahora estoy contento, me siento querido. Estoy volviendo a ser el jugador que era, salir a Ecuador fue un cambio que necesitaba. Si bien estoy solo porque mi nena y el resto de mi familia quedó en la Argentina, me está yendo muy bien. De hecho, hicimos historia hace poco porque le ganamos 4-0 a Liga de Quito. Tengo contrato por seis meses hasta fin de año y mi idea es volver a Argentina.
Fuente OLE